"Los Amantes de New York recibieron el día de ayer a sus mellizos. Sebastien Benjamín Hilton y Hailey Sophie Hilton. Según fuentes cercanas a la pareja, los pequeños se encuentran con excelente salud, nuestras cámaras captaron a la familia del empresario ingresar al hospital privado para conocer a los nuevos miembros.

Por su parte, Hanna Hilton se encuentra recuperándose después de unas complicaciones menores al momento de la operación. Ningún miembro de la familia ha querido dar declaraciones hasta el momento. Les deseamos lo mejor a la pareja y a sus nuevos pequeños."

En ese momento estaba sentado en el sofá dentro de la habitación de su esposa, Hanna se encontraba descansando mientras él la observaba sintiendo una enorme paz interior. El día anterior, tuvo la oportunidad de presenciar el nacimiento de sus hijos, y ser el primero en cargarlos.

Era algo difícil de explicar...

¿Conocen ese sentimiento de protección que crece adentro de ti al tener a alguien tan pequeño e indefenso a tu cargo?

Era algo que pocas personas conocían, pero que marcaba la vida de un ser humano.

Se colocó en pie y camino hacia la cama donde dormía su mujer. Se veía tan hermosa con el rostro tan relajado. Se inclinó sobre ella y le coloco un pequeño beso sobre sus labios. Le rozo las mejillas y subió hasta dejar un pequeño beso en cada uno de sus ojos.

Amaba demasiado a esa mujer.

Un pequeño ruido en la puerta lo hizo alejarse de ella y acercarse a abrir, era la enfermera que llevaba a los mellizos. Se acercaba su hora de comida y debían de estar con su madre.

Ehan los recibió y los observo dormir hasta que su pequeña comenzó a despertarse, el, la tomo en brazos y la llevo hasta el sofá recostándola sobre su pecho donde volvió a conciliar el sueño. Tal vez la estaba viendo con ojos de padre, pero nunca había visto a una bebe más hermosa que su pequeña Hailey.

Ahora podía comprender la adoración de Alex por la pequeña Mely, era una conexión muy hermosa la que sentía por su princesa.

— ¿Ehan?— susurro Hanna abriendo los ojos un poco desorientada.

—Aquí estoy, cariño— la saludo desde el sofá. Hanna giro su rostro y lo observo por entre sus pestañas.

—Te ves muy guapo con un bebe en brazos— susurro Hanna viéndolo con una sonrisa— ¿Están aquí para comer?

— Si. Ya es hora— susurro Ehan observando a su esposa mientras acariciaba la espalda de su princesa. Se colocó en pie con cuidado, llevo a la bebe hasta Hanna. La dejo sobre sus brazos y se sentó a un lado para observarla amamantar.

A los minutos, el pequeño Sebas comenzó a moverse así que Ehan lo tomo en brazos para calmarlo; Hanna estaba ocupada con Hailey y él no quería sobrecargarla pero el pequeño no ayudaba mucho.

Comenzó a llorar demostrado la calidad de sus pulmones. Ehan lo mecía pero no lograba calmarlo. Era malo en eso.

—Acércate. No se calmara hasta después de comer.

—Pero ya tienes a Hailey.

—Estoy acostumbrada a amamantar de a dos— dijo Hanna acomodando a su hija— Ven, dámelo.

Ehan se lo entrego algo renuente y le ayudo a colocarlo de forma cómoda antes de tomar asiento. Estuvieron hablando mientras los pequeños terminaban de comer.

—Ten a Hailey. Intenta sacarle el aire— Le dijo Hanna al ver a su pequeña dormida aun con pecho en su boca.

— ¿Y si la despierto?

—No lo harás, colócala sobre tu hombro y palméala con cuidado.

Ehan siguió las instrucciones de Hanna y se sintió orgulloso cuando sintió a su pequeña eructar sin despertarla. Ya era todo un padre.

Hanna tomo a Sebas y lo coloco sobre su hombro para hacer lo mismo con él. Estaba feliz de poder compartir esa experiencia con Ehan.

El sonido de la puerta llamo la atención de los dos, Ehan se acercó a ella y la abrió dejando ante Hanna una linda sorpresa, Matt y Dony estaban junto con sus abuelos.

Los pequeños se acercaron a su madre con cuidado, no les gustaba verla en la cama de un hospital.

—Hola mami— dijo Dony apoyándose a un lado de la cama.

—Hola, mis amores— los acaricio Hanna— ¿Quieren conocer a sus hermanitos?

Los pequeños observaron que su madre tenía algo entre sus brazos, se acercaron con curiosidad hasta ver la carita pequeña de Sebas que estaba dormido.

— ¿Él es él bebe?

—Si Matt, él es su hermanito menor.

—Pero...es muy pequeño. No podrá jugar a la pelota— lamento.

—Aún es muy pequeño, pero pronto crecerá y podrá jugar con ustedes.

— Y su hermanita también— Ehan se acercó a ellos y les mostro a la bebe envuelta en la frazada.

— ¡Wow! Ella es muy pequeña.

—Pero muy pronto crecerá— dijo Ehan observando a la pequeña entreabrir sus ojos dejando el color verde a la vista.

— ¡Sus ojos! Son iguales a los míos mamá— exclamo Dony emocionado— que genial.

—Es una hermosura— dijo Scarlett observando a la pequeña— es una pequeña princesa. Igualita a su madre.

Hanna sonrió ante las palabras de Scarlett. Pero al observarla, noto que atrás de ella se encontraba Stephen observando al pequeño Sebas en sus brazos.

— ¿Quieres cargar a Sebas?— le pregunta Hanna a Stephen al verlo observar al pequeño con añoranza.

—Yo...— comenzó a decir con duda. Pero rápidamente tomo una decisión— Sí, me encantaría hacerlo.

Se acercó a la camilla y tomo a su nieto de los brazos de Hanna, el pequeño se removió en sueños y entre abrió sus parpados dejándole ver a Stephen un destello azul antes de cerrarlos.

En ese instante recordó la primera vez que tuvo a Ehan entre sus brazos y la emoción que sintió al ver que su hijo tenía sus ojos. Ahora volvía a vivir ese momento pero con uno de sus nietos.

Lamentaba no haber podido vivirlo con los gemelos, pero daba gracias por esa segunda oportunidad que la vida les había brindado a todos.

Lamentaba no haber podido vivirlo con los gemelos, pero daba gracias por esa segunda oportunidad que la vida les había brindado a todos

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Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora