Capitulo 7.

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“You were made for me, you're my ecstas.

If I was given every opportunity I'd kill for your love

So take a chance with me let me romance with you

I'm caught in a dream and my dreams come true…

…It's so hard to believe this is happening to me

An amazing feeling coming through”

Sin darme cuenta ya habían pasado tres semanas desde que empezamos las charlas con el grupo de apoyo. No se había sentido tan pesado como creía que se sentiría, en realidad, Harry me agradaba y las sesiones comenzaban a gustarme. Lo cierto era que Harry era un buen compañero para hablar, hablabamos de cualquier cosa, pero sobre todo de música, porque el me habia seguido mostrando todas esas “geniales canciones” y yo las había seguido escuchando, en verdad eran buenas.

Puedo decir que me sentía diferente a como hace unos meses, tal vez no sonreía a cada cosa y no sabía si me sentía mejor pero si diferente… no era tan malo. Me acerqué a la grabadora que había en mi habitacion y saqué un cassete que me había dado Harry dias atras. Mi relación con Harry –por así decirle-, iba bien, en realidad, me parecía que iba de maravillas, bueno, él de vez en cuando me comentaba que le gustaba mi compañía y bajaba la mirada mientras sonreía y se sonrojaba… eso era lindo, pero yo jamás le había dicho que me gustaba su compañía, o las sesiones, porque yo esperaba que escucharlo hablar y las leves sonrisas que a veces le dedicaba  fueran suficientes para que el supiera, pero vamos, el chico no es adivino.

Guardé la cinta en su caja y la puse sobre el escritorio, me puse mis zapatos favoritos –no es como que tuviera muchos- y asomé la cabeza por la puerta de la habitación para ver si Harry ya iba a llegar.

Desde aquel día en el que me obligó a bailar y a cantar con él habíamos hecho las sesiones en mi habitación. Afuera era aburrido y no me sentía muy cómodo, pero en mi habitación si me sentía bien, lo bueno era que nadie lo había notado, porque nunca me dijeron nada a mí ni a Harry, eso estaba bien.

Cuando estábamos en la habitación teníamos más privacidad, y yo podía hacer lo que quisiera; si quería hablar lo hacía, porque con Harry hablaba demasiado, -aunque él siempre era el que más hablaba-. A veces teníamos sesiones en las que él se dedicaba a escuchar su música y yo me disponía a escribir, y eso estaba perfecto, porque a veces escribía sobre Harry… su forma de hablar, sobre como hacía ademanes con las manos cuando intentaba explicar algo, la manera en que sus ojos se arrugaban cuando sonreía, en total escribía unas tres páginas sobre él. A Harry no parecía molestarle que yo solo escribiera y no hablara con él, solo que a veces me miraba por largos ratos y me ponía un poco nervioso, pero solo eso.

Recuerdo una vez que Harry estaba acostado boca arriba en mi cama y yo estaba en mi escritorio escribiendo, estábamos escuchando una canción de la banda Queen que había descubierto me encantaba. Harry suspiró y se aclaró la garganta.

-¿Lou?...

-Dime. –Le contesté sin despegar la vista del cuaderno.

-¿Qué tanto escribes?. –Fruncí el ceño y levante la vista hacia el. –No, no me lo tomes a mal, es genial que te guste escribir, es solo que tengo curiosidad. Es todo. –completó apenado.

-Yo…bueno… -me sentí nervioso en ese momento y Harry pareció notarlo porque soltó una risita que lo hizo ver más adorable, mmm tendría que poner eso en el cuaderno luego. –creo que escribo de todo. Sí.

-¿Me mostrarías algo?.

Observé toda la habitación para intentar encontrar algo que me salvase y entonces lo vi; allí estaba mi libro de historias que había escrito hace más de dos años, supuse que podría mostrarle ese, no era tan perturbador como mis otros escritos casi de psicópata, ese cuaderno eran más o menos mis pensamientos de cuando tenía quince años, no eran tan malos. 

"No me sueltes" -Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora