Corazón De Papel

Mejor que la venganza

Volteé la cabeza para poder mirar a aquel tipo, era alto, rubio y de ojos verdes. Se acercó a Graciela con dos vasos y le entregó el suyo a Graciela y después la besó y ella le correspondió el beso. Yo solo me quede parado frente a ellos porque no supe como reaccionar en el momento, el me miró y extendió su mano hacia mi diciendo hola, tenia un acento italiano, le estreche la mano y sin decir nada, camine de vuelta a la casa.

Estando ahí, mire a todos y me senté en el sofá, de rato vi que Graciela y aquel tipo entraron a la casa y subieron al segundo piso, yo no quería saber a que iban, volví mi vista al vestíbulo y me di cuenta de que Ramiro seguía en la barra, me levante y me acerque a él.

—Hola Ramiro— le di una palmada en el hombro y me senté junto a él.

—Hola, ¿Quieres tomar algo?

—Eh si, claro.

Ramiro se levantó de la barra y se paso del otro lado para poder prepara algunos tragos para los dos.

—¿Y que quieres tomar?

—Realmente no se, nunca he tomado.

—Te voy a preparar algo ligero.

Vi que comenzó a sacar pepino y aceitunas y una botella de Diva Vodka del estante de atrás.

—¿Eso es caviar?

—Jajaja claro.

—Pero es salado.

—Yo solo lo preparo como me dijo mi padre, además el caviar va bien con en vodka.

Me di la vuelta en el banco para poder buscar a Harper, pero al parecer estaba del otro lado de la casa.

—¡Listo!

—¿Que es?

—Se llama Spritzer, mi padre lo prepara mucho en sus reuniones— me entregó el vaso.

—Gracias.

—Pero bueno, bebe. Salud.

Chocamos los vasos y sin pensarlo le di un trago a aquella bebida de la cual también había visto a mi padre beber. Al momento en que lo probé, mi garganta se cerro, era amargo y no querían tragarlo pero tuve que.

—Ah, quema— Raspe mi garganta.

—Solo es al inicio, te vas a acostumbrar.

—Ja claro.

—Me dijeron que tu y Graciela terminaron.

—Es cierto.

—¿Y por que?

—Simplemente surgieron problemas.

—Y el nombre de esos problemas es Monse.

Al escuchar eso quede atónito mirando a Ramiro como bebía de su vaso con cierta burla.

—¿Que?, pero...

—Oh vamos, por favor, Creíste que nadie sabía lo de tu y Monse.

—La verdad, no, creímos cuidarnos de todos, y la única que nos vio fue Graciela.

—Exacto, tu crees que Graciela se iba a quedar callada al ver que la dejaste por Monse.

—Eso no es cierto.

—¿Que cosa?

—Yo no termine con Graciela por Monse.

—Sea como sea, los chismes corren rápido y eso fue lo que llego a mi. Te sirvo otra— se levanto y de nuevo comenzó a preparar algunas bebidas.