Eres mi destino

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Ya han pasado los 5 días de "cautiverio" de Luffy, aunque gracias a sus nuevos amigos no lo sintió como tal.

Todos los días venían a verla después de sus deberes con la aldea, como lo había denominado Hanji, a excepción de Eren y Mikasa, ya que ellas eran las guardianas de la chica.

 Entre sus 6 amigos le explicaron el por qué de su encierro y en donde se encontraba.

La razón era simple: en esa aldea todos los Alfas y Omegas eran del linaje original. Como aun habían clanes que los estaban cazando, a todos los "mundanos"* que llegaban se los ponía bajo custodia.

Luffy nunca había escuchado de ese linaje, así que puso una completa cara de confusión, a lo cual, Robin y Hanji le explicaron:

"Se decía que los primeros Alfas en aparecer fueron licántropos, y de ahí nacieron las demás castas.

Los Alfas, al ser los líderes de la manada, tuvieron un mayor estatus dentro de la manada, mientras los segundos en nacer, que fueron los Omegas, ocuparon el más bajo escalfan.

La manada se mantuvo oculta durante 50 años, pero un día, un humano paso por ese Bosque, descubriéndolos en el proceso. Lleno de pánico, el hombre huyo de ahí, esparciendo la noticia de que demonios con forma mitad humana mitad lobo habitaban el bosque.

El miedo a esos seres, hizo que los humanos se embarcaran en una lucha sin cuartel para destruir a esos seres, durando casi 100 años.

Las cosas cambiaron cuando comenzaron a nacer Alfas y Omegas entre los humanos. Durante los últimos años de guerra, de cada 10 niños que nacían, 7 eran de naturaleza licantropa.

Se llego a una tregua, en la cual se dio formo una convivencia, Los Alfas en la cima del poder, los Betas, fue el nombre por el cual se les conoció a los humanos a partir de ahí, y por último los Omegas.

Paso el tiempo y los Alfas y Omegas nacían cada vez con menores signos de lobos, solo sus instintos.

Los pocos que quedaban comenzaron a ser víctimas de discriminación, hasta que un día, los últimos licántropos regresaron al bosque del cual venían, entre ellos, iban algunos Betas, los cuales estaban casados con alguien de las otras castas."

-Han pasado siglos desde que volvimos al bosque- decía Hanji con pesar – y aun así hay algunas familias que nos siguen casando.

-Así es – la mirada de Robin es de completa tristeza- Las familias que aun nos cazan son Los Eustass, Los Donquixote, Los Reiss y los Monkey.

-¿Por qué lo harían?- la menor abrió los ojos con real estupefacción. ¿Su familia se dedicaba a eso? – Si no fuera por los licántropos esas familias ni existirían... ¿será por que solo salen de estas familias puros Alfas y Betas?

-Así es, tengo entendido que esas familias desean erradicarnos, aunque solo es por miedo - comento Hanji – Veras los licántropos tienen la habilidad de comunicarse con los muertos, y algunos poderes ocultos como...espera, ¿dijiste que solo nacen Alfas y Betas?

-Si, Nunca había nacido un Omega en esas familias a excepción de... - Un estruendo desde la planta baja salvando a la chica, ya que dé la impresión que se llevo estaba a punto de decir "mi familia".

Las mayores decidieron bajar a ver que fue lo que ocurrió, dejando a su invitada con un amargo sabor de boca. No podía quedarse ahí, si lo hacia su familia podría encontrar la aldea y destruirlos, cosa que ella no permitiría, ya que a pesar de tener pocos días de conocerlos, les tenía un gran aprecio, se habían convertido en su familia.

Decidida, comenzó a planear su escape, y le sería muy fácil, su confinamiento estaba por terminar, y ella solo pediría que la llevaran fuera del Bosque, se dejaría ver por alguna parte del reino de Dressrosa y haría que su "familia" se mantuviera alejada de su verdadera familia.

Mientras Luffy planeaba sus próximos movimientos, en la entrada principal se vivía el caos.

Law Trafalgar y Levi Ackerman llegaban a su hogar con un par de espías, Dos jóvenes Alfa, que habían puesto en casa de los Monkey, que de la nada se habían puesto a discutir, primero verbalmente y después físicamente, haciendo perder la escasa paciencia de los primos, golpeándolos fuertemente.

Todo bajo la mirada divertida de Eren, Armin y Robin, Hanji reía como loca y Nami solo suspiro mientras murmuraba "idiotas".

-Eren-ya, ¿Cómo está la mocosa?- pregunto el Alfa ojeroso, no lo dirá en voz alta, pero lo sabe, esa niña es su Omega destinada, aunque ella sea...

-¿Luffy? Ah ella está bien, se encuentra en su habitación.

-¿¿Dijiste quien??- gritaron los Alfas, sorprendiendo a todos, sobre todo a sus parejas.

-¿Conocen a Luffyko-chan?- exclamo extrañada Nami.

-¿Están bien, Sanji-kun, Zoro-kun?- exclamo una preocupada Robin

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*mundano:
adj. Del mundo o relativo a él

¡¡¡HE VUELTO!!!

Gracias por su paciencia, trataré de publicar cada tercer día en compensación por la espera.