- ¿Me vas a recomendar como la nuera perfecta? - Digo irónicamente.

- Que graciosa. Ve a la mesa.

- Como ordenes - hago un ademán de princesa con mi vestido y me dirijo a la mesa. Me encuentro a Viktor el pobre toda la noche parado como si fuera un poste de  luz. - Viktor siéntate, te saldrán raíces y no eres árbol.

- Estoy bien asi señora.

- Tu y Dimitri son iguales, unos necios de primera. ¿Puedo preguntar algo?

- Adelante.

- ¿Cuánto tiempo lleva Dimitri metido en esto?

- El señor lleva quince años en esto.

- Eso es mucho.

- Muchos creían que sería la vergüenza de los Ivanov y resultó ser mejor que su padre. Pero en todo negocio hay enemigos y eso es lo que sucede cuando alguien quiere quitarte el puesto, te involucran en cosas que no haz hecho.

- Él lo menciono hace algunos días en el evento al que asistimos.

- Así es, el señor está algo estresado con todo lo del asunto con la policía rusa.

- Debe ser, por eso su amargura - rio con ello, creo que Dimitri tiene cara de úlcera siempre.

Me quedo allí sentada  toda la noche, Viktor me informa que el ruso está afuera esperándoronos para devolvernos a la mansión, asi que voy junto a él y subo al auto. Dimitri está enojado, lo sé por su expresión y explota conmigo,cuando ve que no tengo el collar puesto.

- ¿Dónde mierdas esta tu collar?

Trago saliva y lo encaro.

- Se lo di a Irina - respondo cruzada de brazos y mirando la ventana del auto.

- ¿Qué hiciste que? - su voz suena molesta e irritable.

- No soporto a esa mujer, así que le deje las cosas claras, ah y también sabe que estamos casados.

- ¿Porque hiciste tal cosa?

- Tu lo haces todo el tiempo - me encojo de hombros. - Es una fastidiosa y ya no la soportaba.

- ¿Y le regalas un collar de Cartier como premio a sus inmadureces?

- Pues déjale claro quien soy entonces, dices que soy tu esposa, ¿que acaso no merezco algo de respeto?

Dimitri pasa sus manos por su cabellos y y rueda los ojos.

- Mujeres.. - Es lo único que susurra.

Llegamos a la mansión y una vez entró en la habitación me quito los malditos tacones, odio usarlos, me meto al baño y me doy una ducha larga y relajante en la bañera. Cuando salgo ya cambiada con ropa de dormir, encuentro a Dimitri en la cama.

Tomo la pequeña hoja que me dio Leah y la pego a un lado del closet, es un recuerdo  de mi familia, amo a esa pequeña. Hago a un lado la sábana y me meto en la cama.

- La pequeña es dulce - su voz ronca resuena atraves del silencio que nos envuelve.

- Ella siempre ha sido.

- Un perro por un bebé - ríe con ello. - Como si fuera tan fácil ser una familia.

- Leah cree que la dejaré de querer si tengo un bebé, es tan inocente.

- Igual a ti, les falta ver el mundo como es en realidad.

- Es sólo una niña, yo no pienso darle una vida a un hijo mío como me la dio mi madre a mi. Buenas noches.

Esencia RusaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt