Diario de una gemelier

¡FELICIDADES!❤

Me levanté sin hacer ruido para no despertar a Jesús y fuí a levantar a Rebeca.

-Rebeca.-Le susurré.

-¿Queeé?

-Levantate, corre.

-Ya voy.

-Vamoooos.

Cuándo Rebeca se levantó fuimos hacía el comedor y nos escondimos en una esquina, a los diez minutos sonó el despertador, se escuchaba a Dani hablar con Jesús.

*Narra Dani*

Me levanté namás esccuchar el despertador, pero... ¿Dónde estaba Rebeca? Fuí rapidamente a la habitación y tampoco estaba Ari.

-¡Jesús!

-Dani, dejame en paz.

-¡Jesús joder!

-¡Qué!-Me contestó molesto.

-Tío, que no encuentro a Rebeca ni a Ari.

-¿Que dices?

*Yo*

Escuchamos pasos bajando las escaleras...

-Va, escondete Rebeca.-Le decía en voz baja.

-Vale.

Nos escondimos en la esquina.

-¿Dónde se han metido?-Dijo Jesús preocupado.

-No paran quietas.-Dijo Dani.

Rebeca y yo sin hacer ruido, nos acercamos a Jesús y Dani y le tapamos los ojos.

-¿Quien soy?-Le susurré en el oído.

-Mmm... No sé.-Decía riéndose.

Le destapé los ojos y le besé.

-¿Y mi regalo?

-Mira que llegas a ser pesado, no te he comprado nada.-Dije sin poder evitar una sonrisa.

-Que mentirosa.-Me dijo.

-Todo a su tiempo.-Le contesté.

Bajó Eva.

-Feliiicidades mis niños.-Dijo abriendo sus brazos.

Jesús y Dani fueron corriendo a abrazar a su madre.

-Tomar vuestro regalo.-Dijo Eva entregándole el regalo.

-¿Que és?-Dijo Dani.

-Abrirlo.

*Narra Jesús*

Nos sentamos Dani y yo al sofá y abrimos el regalo, eran 2 móviles nuevos.

-Grácias mamá.-Le dije.

-No hay de qué, me voy a trabajar.

-¿Nos podemos quedar?-Pregutó Dani.

-No sé...

-¡Va porfaaa!-Dijo cómo un niño chico.

-Vale, pero no la lieís mucho.

-Vale mamá.