Sentía que su mirada podría lograr la muerte de alguien hasta que los inversionistas hicieron su aparición logrando que se atragantara en el momento en que reconoció a uno de ellos. Se sonrojo como un adolescente enamorado cuando sus ojos se encontraron. Su respiración se entrecorto al notar la sonrisa satisfecha que apareció en su apuesto rostro al verlo tan nervioso y se golpeó mentalmente por demostrar cuanto le afectaba.

Una joven mujer iba a su lado hablándole a una pareja mayor, Hoseok no les prestaba atención por tener sus ojos en Yoongi e imaginarse todas las cosas que podría hacer con él sin importarle que estuviera en la academia por negocios, saber que Yoongi trabajaba allí lo hizo sentir que tenía una pequeña oportunidad de hacer que fuera suyo. Rodó los ojos cuando su madre le llamó la atención por ignorarla, trato de componer la mejor sonrisa que pudo hacia su madre para no mandarla al diablo.

--Deja de mirar a quien sea que estés mirando. –Su hermana le susurró. –En cualquier momento mamá se dará cuenta y sabes que es capaz de hacer que lo saquen de la academia.

--¿Cómo sabes que es un él? –Jiwoo le dio una mirada de sé que te van las pollas hermanito. –Es difícil dejar de mirarlo, es... perfecto.

--¿Quieres que siga trabajando? –Hoseok asintió. –Deja de mirarlo, concéntrate en lo que vinimos a hacer. –Refunfuñando acepto que ella tenía razón, si su madre notaba que su atención no estaba en los talentos de la academia sino en uno de los profesores –porque imaginaba que Yoongi era profesor– ella no soltaría un solo won hasta que Yoongi estuviera sin trabajo y muy lejos de donde pudiera encontrarlo.

Suspirando se puso cómodo y espero a que la función comenzara. Sentía los ojos de su madre taladrándole la cabeza como esperando leer sus pensamientos.

--Madre deberías prestar atención a lo que la directora está diciendo. –Sonreí cuando el enojo se hizo presente en sus facciones. Escuché a Jiwoo esconder su risa con una tos y a papá decirle a mamá que no diera un espectáculo.

Sabiendo que la fiera estaría controlada mientras tanto comencé a colocar atención a lo que sucedía, las presentaciones comenzarían después de que Kim Taeyeon, la directora de la academia, terminara su discurso sobre como los profesores del lugar ayudaban a los estudiantes a explotar sus talentos y darles la confianza para seguir en la música o las artes, pidió que los profesores se levantaran. Todos con grandes sonrisas en sus rostros se levantaron e hicieron una venia, cuando llego el turno de Yoongi se quedó de piedra al notar que lo miraba, enarque una ceja para notar como el sonrojo volvía a cubrir sus mejillas y como torpemente hacia la inclinación para luego sentarse. Era adorable. Un par de profesores más hicieron lo propio y tras una ronda de aplausos los estudiantes pasaron a presentar su talento.

Estaba encantado con lo que veía, las voces de los chicos que cantaron eran preciosas casi parecía que los ángeles habían dejado el cielo para cantarle a los mortales, los chicos que mostraron sus dotes artísticos hicieron un magnífico trabajo retratando a mis padres, el chico del piano te hacía sentir cada nota en el cuerpo, transmitía con solo mover los dedos por el instrumento. Estaba gratamente sorprendido y me pregunté ¿Por qué hasta este año se le había dado por ir a la bendita reunión? No era solo por saber que podría haber conocido a Yoongi hace mucho tiempo, era el talento de esos muchachos, ¿Cuántos talentos se perdió por no asistir? ¿Por preferir quedarse en su casa y enviar a su hermana en representación? Agradecía el momento en que Jiwoo prácticamente lo obligo a asistir este año, no agradecía el que sus padres estuvieran allí también, pero era el precio a pagar.

--Ahora no te arrepientes de venir ¿Verdad? –Jiwoo lo miraba con una sonrisa. –Te dije que sería una buena idea.

--Gracias. –Dijo simplemente sin apartar la mirada del reluciente piano ahora vacío.

Perfect|HopeGaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora