Demonio andante.

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Calle.

Salude educadamente al esposo de mi mamá, llegamos a mitad de misa, tenía una flojera extrema.
Nuestra mesa la compartíamos con Juliana, su novio y nosotras a lado de la mesa principal.
-Calle sonríe por favor.
Me decía Juliana todo el tiempo.
-Calle ya! Deja esa actitud por favor disfrutemos la fiesta!
Me dijo Poché sacándome a bailar, era tan perfecta, se veía espectacular. Me encantaba la pinta que traía.
La boda fue un éxito, mamá se veía contenta pero conmigo se comportaba sería, ya era hora de irnos, Juana y Poché estaban súper cansadas de bailar y estar de un lado a otro, le di un abrazo a mamá.
-Felicidades.
-Tenemos una plática pendiente.
-Si hay luego.
Me aparte.
-¡Calle! Respétame.
Grito., mi hermana, Juana y Poché se nos quedaron viendo.
-Bien, tu muy bien, una ves más haciéndome quedar mal.
Tome mi saco, bote la silla y me dirigí a la salida.
-Calle espéranos...
Juana y Poché venían atrás.
-¿Qué? ¿Ahora si nos vamos a divertir?
Les dije sonriendo.
-¡ALELUYA CALLE REGRESO!
Río Juana.
-Tengo tanta hambre que pediría toda la carta.
-Hagámoslo, el esposo de mi mamá paga todo!
-¡Si! Y también bebidas, bebidas bebidas.
Poché nos veía sonriendo y torcía los ojos mientras le daba más ideas a Juana.
-Botellas si quieres!
Reíamos en el uber, llegando al hotel comenzamos a pedir comida: pizza, lasaña, ostiones, papas a la francesa, hamburguesas, fresas con crema, flan, pastel, gaseosas, dulces, gomitas, paletas, chocolate, malteadas de chocolate fresa y vainilla.
Comenzamos a comer, cantábamos como locas brincando, bailando.
Nos la pasábamos tan bien, terminamos de comer ...
-Bien, ahora vienen los tragos!
-Yo una piña colada, bueno que sean dos y un whisky doble.
-Yo dos caballitos de tequila y un whisky doble.
-Uy! Por fin se rebelan! Hijas del mal...
Dijo Juana riéndose.
-Ya esto es serio! Vamos a brindar por este viaje, por nosotras, por nuestro noviazgo y nuestra amistad.
-Esa es Calle!
Comencé a reír, me la pasaba increíble con ellas. Eran la mejor compañía.

Regresábamos a Bogotá, Juana y Poché se fueron a despedir de mi mamá diciéndole que me había enfermado del estomago pero era para evitar discusiones.

"Llegue bien"
Fue el único mensaje de texto que le mande cuando llegue a casa.
"Vamos a hablar"
Fue su respuesta. Me estresaba que me quisiera imponer cosas que yo no quería y simplemente no me gustaban.

POCHÉ.

Ya habían pasado varios días que habíamos regresado de L.A y Calle tenía un comportamiento un poco raro últimamente, la pelea con su madre había provocado todo esto pero... no quería decirme qué había pasado y respetaba pero me preocupaba su cambio.
-Amor... que te pasa?
Le pregunté un día de desayuno en casa, 80% de los últimos días literalmente ya vivía con Calle.
-Nada.. por qué?
-Últimamente te eh visto súper distraída, de mal genio aveces.
-Poché...
-Oye solo quiero ayudar no te reprocho nada.
-Te digo la verdad?
-Si, dime.
-Mi pelea con mamá fue porque ... me pidió que le diera una oportunidad a Sebastián y no acepte, estuve a punto de decirle lo de nosotras.
¿Que tenía que contestar a eso? Era súper raro, me daba alegría porque dijo que no. Pero a su ves me daba tristeza que la mamá de Calle tuviera ese comportamiento, lo único que hice fue abrazarla y darle un beso en la frente.
-Te amo Calle y estaré a tu lado hasta que tú lo permitas.

¿Amor real?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora