Almas Destinadas ♥ | Dylan O'Brien y Tu|

Capitulo 54.

Narra ____.

Miré a Dylan, se había quedado mudo ante las últimas palabras de aquel accidente. Se levanta del sofá y se dirige hacia mi, pero lo detuve, no quería solucionar las cosas así.

— No vengas a decirme que con esas palabras me crees, porque tu Dylan... — las lágrimas comenzaban aparecer — acabaste con lo que me quedaba.

Él negó rápidamente.

— No es cierto — tomó mis  manos — Yo no acabé con esto, aún no es tiempo de que termine nuestra historia.

— Mientes — derrame un par de lágrimas pero él las limpió.

— Claro que no, porque en estos años solo pensé en ti y tenía la esperanza que aun tu te mantenías con vida — tomó mis mejillas.

— No sé si debería creerte — bajé la mirada.

— Deberías hacerlo, quizás si llegue al punto de tener otra relación pero no fue lo mismo, ella me mintió y yo le mentí con los pensamientos — susurró

Entonces lo miré a los ojos, aun conservaba aquella mirada tan dulce y puro cuando él y yo fuimos pareja, yo sólo bajé la cabeza.

Yo no me merezco a alguien como Dylan, simplemente no puedo merecerlo.
 
— Dylan, no hagas que me sienta de lo peor — dije a lo bajo y él coloco su dedo sobre mis labios.

— No digas eso — juntó su frente con la mía.

— Tu no mereces estar con alguien como yo — vuelve hacer lo mismo, pero esta vez comenzó acariciar mis labios.

Nuestras narices se rozaron ligeramente hasta que llegó un punto que sus labios estaban cerca de los mios.

 — Yo tengo mis motivos para seguir contigo, aún si te merezca o no — dijo sobre mis labios.

Lo miré y él hace lo mismo, me sonrió y finalmente junto sus delgados y rosados labios, se sentía tan bien. Sus manos fueron bajando a mi cintura hasta que sus brazos comenzaron a rodearme por completo, aferró nuestros cuerpos de tal manera que estuvieran juntos mientras mi manos se encontraban sobre su nuca.

Se aleja, pero aun mantenía sus manos sobre mi cuerpo.

 — ¿Ya cambiaste de opinión? ¿O aun piensas que no te merezco? — lamió sus labios.

Sonreí al instante, Dylan y sus maneras de convencerme o más bien de seducirme y pues de alguna manera lo estaba logrando con esos pequeños encantos y él muy bien sabe que es mi debilidad.

— No lo sé, aun no estoy convencida — mordí mi labio, me soltó de inmediato, pero luego me abrazó por detrás.

— ¿A caso te estás resistiendo? — preguntó y yo me encogí de hombros — ¿Qué es lo que tramas Smith? — mientras recorría sus labios lentamente sobre mi oreja.

— Yo no tramo nada — dije con dificultad

— ¿Segura? — sentí su cálido aliento en mi oreja.

— Si — logré decir.

— Entonces dame una respuesta — susurró.

Me giré para quedar cara a cara y esta vez yo inicie el beso dándolo como respuesta y  en medio del beso se detuvo por un momento.

— ¿Eso fue un si? —  lo besé y él sonrió — es un si — dijo y mordió mis labios.

— ¿Y por qué fue eso? — pregunté

— Por haberme hecho esperar eso y mucho más— solo acaricia mi labio.

— ¿De verdad? — pregunté y él asiente. — Dylan...