"COSAS DIFÍCILES DE CONTAR"

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OK quiero aclarar antes que el fic no esta tan apegado a la historia real de los libros, yo la acomodo para acomodar este pequeño espacio.

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CAPITULO 3

"COSAS DIFICILES DE CONTAR"

La desesperación de encontrar a Tadashi era muy asfixiante en esa habitación, Gogo no dejaba de decir las posibles probabilidades de encontrarnos con piratas y corsarios por ese rumbo, Wasabi nos compartía sus experiencias trabajando para personas como esas contándonos su manera de trabajar y como poder evitarnos un encuentro con ellos, Honey Lemon nos hacía ver las rutas donde fue la última vez que se vio el paradero de Tadashi y donde hubiera mayor posibilidad con dar con mi hermano, y Fred, él era un mega entusiasta en la excursión, dándole porras al equipo y estando dispuesto para todo lo que se ofreciese, incluso más si se refería enfrentar piratas.

Trazábamos rutas, checábamos corrientes marinas, hacíamos planes para tocar los puertos en las islas cercanas y preguntar por naufragios. Mi ansiedad por el momento era medida, cuando fuimos por el encargo de Cortez cierta parte del peso que traía en los hombros había bajado, ahora podía estar centrado en la búsqueda de mi hermano, tenía planeado llegar a casa con él y poder ver a tía Cass nuevamente.

Ese día cuando Fred entro a mi camarote con la terrible noticia, estábamos regresando de una misión a una de las costas pertenecientes a la corona, esa vez fue la primera en mucho tiempo que sentí la necesidad de estar con mi familia nuevamente, Tadashi siempre fue mi ancla y mi buen ejemplo, que a pesar de no estar mucho tiempo con tía Cass y conmigo, sabía que se esforzaba al máximo siempre. Yo le debía mucho, él era un chico talentoso e ingenioso, algo dentro de mí me decía que seguía vivo y que debía buscarlo, porque sé que él haría lo mismo por mí.

Con la ruta ya trazada todos se dispusieron a seguir con sus labores, nos miramos entre sí con determinación, entendíamos el sentimiento que era compartido, la empatía por mi hermano era la misma en cada uno de nosotros, me alegraba de sobremanera tener un equipo tan unido como este y en ese breve momento me sentí el joven con más suerte en el mundo.

Choque los puños con ellos y se fueron dejándome solo en el camarote, repasando el plan una y otra vez, tenía que checar todo, no había oportunidad para los errores aquí y no me perdonaría cometerlos.

Reconozco ser alguien incapaz de ver sus errores por sí solo, tiene que pasar primero para que pueda aceptarlos, eso era frustrante y demandaba mucho cuidado en cualquier operación en la que me comprometiera, y en esta tan especial donde se juega la vida con mi hermano, debía ser muy cuidadoso, perfeccionista, astuto e inteligente, confiaba en los muchachos, que llegaron sin dudas a ganarse mi confianza hasta el punto de dejar las formalidades a un lado entre nosotros, suspire con pesadez tratando de alejar un poco de estrés acumulado preparándome mentalmente para los nuevos seis meses de viaje, más el resto que tardáramos en la búsqueda de mi hermano.

Ya llevábamos algunas semanas en el mar, para nada fáciles cuando tienes un puñado de oro y esclavos a bordo, más si uno quiere iniciar un motín a cada oportunidad que tenía, y como si fuera una clase de magia los gritos no se hicieron esperar en la parte de afuera en el barco.

Salí del camarote para ver lo que sucedía, no me sorprendió saber quién era el causante de aquel alboroto, el chico moreno estaba sobre el barandal del barco sosteniéndose de una cuerda amenazando saltar, tenía el trapeador como arma y los temblores en su cuerpo eran muy evidentes.

Ya molesto con la misma situación de siempre, camino a zancadas hasta donde se encontraba ese chiquillo malcriado, todos al verme se hicieron a un lado con una sonrisa divertida en sus rostros, algunos incluso tenían el descaro de apostar por quien de los dos ganaba esta vez, los más sensatos apostaban por su capitán, mientras los otros apostaban que el chico se saldría con la suya esta vez. Para mis tripulantes esto era entretenido, para mis camaradas esto era preocupante, pero para mí solo era molesto, Wasabi ya no se le acercaba cuando el niño estaba en esos términos por el bien de su histeria y a Gogo le pedí que cualquier problema con aquel chico yo lo solucionaría y ella respetaba eso, los demás miraban en que terminaría esto.

Naufragio De TempestadesWhere stories live. Discover now