02- Changlix

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🌹; Información.

↳ Romance.
↳ 978 palabras.
↳ Felix x Changbin.
↳ No contiene +18.

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Félix observó a Jeongin salir por la puerta principal sin saludarles. Ladeó el rostro con curiosidad. Siempre quedaban en el mismo árbol todos los del grupo, menos los mayores; Chan y Woojin. Se suponía que Minho también debía haberse graduado, pero repitió de curso por culpa de las matemáticas.

El australiano supuso que no debía de encontrarse bien, así que tampoco le dio mucha importancia, pero uno de su grupo sí.

— ¿Jeonginnie está bien? —la voz de Hyunjin hizo que Félix se diera la vuelta, mirandole fijamente.

— Se ha ido a casa, no sabemos porqué.— comentó encogiéndose de hombros. Era curioso que solo preguntara por el menor. Changbin también había faltado ese día y nadie había notado su ausencia, salvo Felix claro está.

— Oh, está bien.— Hyunjin pareció no darle más importancia al tema. Este dirigió sus ojos al cuello de Félix, soltando una pequeña risa al ver las marcas que lo adornaban.— ¿Te lo pasaste bien con Changbin el otro día?

— Muy bien.— sonrió llevando una mano a su cuello, cubriendo las marcas con algo de vergüenza.

"Félix vio al menor del grupo desaparecer con Hyunjin por el rabillo del ojo. Rezaba porqué el menor por fin declarara sus sentimientos hacia Hyunjin, pero sabía que sería bastante complicado.

—Le irá bien siempre y cuando Hyunjin no sea estúpido.—comentó Changbin, pasando el brazo por los hombros de Félix.

— Entonces está jodido.— respondió el australiano, soltando un suspiro pesado.— Vayamos a casa, estás un poco borracho.

— Sabes que estaba fingiendo para que Jeongin se fuera con Hyunjin, en realidad estoy bien.— como respuesta, Félix empujó a su casi novio, haciendo que se tambaleara y se tuviera que apoyar contra la pared.

— Ya veo como finges. Espero que el engaño haya resultado efectivo.

Changbin no respondió a lo último. Sabía que Felix se preocupaba mucho por el pequeño (y razones no le faltaban) pero sentía que debía distraerlo de alguna manera.

Deslizó sus manos por la espalda del menor, llegando hasta la cintura de este. Apretó ligeramente estás y pegó su boca a la oreja del rubio.

— No te preocupes tanto.— susurró dejandole un tierno beso en la mejilla.

Félix sonrió ante el tacto de esos labios. Deshaciendose de aquel abrazo improvisado, agarró la mano de Changbin y comenzó a caminar en dirección a su piso.

Entraron sin hacer mucho ruido. Al tener un piso no vivía con sus padres. Eso traía muchas desventajas pero también era ideal para esos momentos.

— Félix... — susurró Changbin tomando el rostro del nombrado entre sus manos. No dijo nada más. Acercó sus labios a los de Félix hasta que tan solo les separaba un par de centímetros.

El primer contacto entre sus pieles fue eléctrico. Tan solo duró unos segundos, pero Félix sintió como unas mariposas hacían una enorme fiesta en su estómago.

El segundo choque duró más. Tras estar cinco segundos con los labios pegados, Changbin dio el paso de moverlos. Ninguno de los dos eran expertos pero poco a poco el beso comenzó a tomar forma.

Félix había besado a chicas antes. Nunca a chicos. Decidió hacer lo mismo que hacía con ellas. Acarició los labios del mayor con su lengua, pidiendo permiso para entrar en ella.
Changbin con gusto la acepto. Ambas lenguas se movían en compás, como si fuera una batalla que parecía interminable.

— Mi cuarto... Derecha.— jadeo Félix entre beso y beso, aprovechando para quitarse la chaqueta. Segundos después volvían a tener los labios juntos.

Changbin siguió las indicaciones del rubio entrando al cuarto del pequeño. El calor comenzaba a hacerse presente en el cuarto. Los besos de Changbin pronto descendieron por la mandíbula de Félix hasta llegar a sus cuello.

Apoyado contra la pared, Félix cerró los ojos disfrutando de la suavidad de los labios. Hasta que sintió como su piel comenzaba a ser absorbida por el pelinegro.

— Auch... Vas a dejar marca, imbécil.— se quejó al ver como no soltaba su piel. Unos segundos después por fin la soltó. Una marca roja se había quedado en su cuello.

— Esa era la idea.— dijo mientras acariciaba la marca que acababa de hacer. Félix hizo una mueca de dolor, provocando que Changbin se riera.— Perdón, igual me he pasado.

— ¿Uh? ¿Tu crees? - preguntó irónicamente el australiano, separandose de la pared con brusquedad. Agarró al mayor de los hombros y le colocó contra esta. Ahora las posiciones se habían intercambiado.— Mi turno.

La boca de Félix se dirigió con rapidez al blanquezino cuello de Changbin. Recorrió con su lengua toda la longitud de este, mordisqueando de vez en cuando la mandíbula. Iba a comenzar con el chupetón cuando algo sonó en su pantalón.

— No me jodas...— se quejó mientras sacaba su móvil. Era Minho. Descolgó el teléfono con una muca, molesto por la interrupción.— ¿Qué pasa?

Wow, no tan borde Felix. Verás estabamos en casa de Jisung cuando le ha dado por tirar su camiseta por la ventana.

—¿Porqué ha tirado la...

Deja que termine. La ha tirado por la ventana y he bajado a por ella. Cuando iba a entrar me he dado cuenta que Jisung me había seguido y que la puerta estaba cerrada. Ahora estamos fuera y sin llaves. ¿Podemos ir a tu piso?

— Más estúpido y no habría encontrado la manera de nacer.— susurró Félix haciendo que Changbin se riera.— Sí, podéis venir.

Tras decir eso colgó el teléfono y lo tiró a la cama. Se sentó en ella y observó a Changbin, quien se acercaba a el con una perversa sonrisa en el rostro.

— Ni se te ocurra. Vienen ahora.— habló con fastidio antes de que el mayor abriera la boca. Se había quedado sin noche y eso le cabreaba."

drunks ; stray kidsWhere stories live. Discover now