Capítulo 7

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Destrucción, eso fue lo primero que vieron en aquel lugar.

Escombros de casas y edificios, calles quebradas a la mitad, árboles caídos; gente corriendo por sus vidas sin rumbo fijo, gritando con suma desesperación. El cielo estaba teñido de rojo y las nubes eran tan oscuras que se podría llegar a la conclusión de que tinta negra fue derramada sobre ellas.

¿Qué había ocurrido?

—Maldita sea, nos equivocamos de dimensión —repuso Ryze, sin dejar de mirar a las pobres personas que se escondían debajo de un cartel de publicidad caído.

—... Esta es mi dimensión —pensó Gabriela en voz alta, con la voz tan temblorosa como gelatina en terremoto. Sabía que era su mundo, las ruinas de la escuela estaban a unos pasos de ahí, la casa de las chicas que la molestaban...

—¡¡Cuidado!! —exclamó Thresh, apuntando hacia el cielo: Una roca se aproximaba al igual que un meteorito, sin embargo, no llegó a impactar al suelo por haberse desintegrado en el aire antes.

—¡¿Qué fue eso?! —gritó Vel'koz. Más allá, emergiendo de un enorme hoyo, había una especie de criatura colosal de color violeta con doce ojos verdes brillantes y bocas, la figura era semejante a una serpiente con patas proveniente del Vacío.

—¡¿Qué rayos hace el Barón Nashor aquí?! —Gabriela estaba a punto de caer de rodillas, pero Illaoi la sostuvo a tiempo.

—¡No soy yo! —la cabeza del Barón Nashor emergió del portal que continuaba abierto— ¡Es mi primo! Ni siquiera recuerdo su nombre, él había sido expulsado del Vacío hacía milenios, ahora, está de regreso.

—Oh, qué hermosa reunión familiar —dijo Aurelion Sol de forma sarcástica.

—Al menos tengo más aspectos que tú —dicho eso (aunque solamente para presumir que tenía más aspectos que El forjador de estrellas), el Barón regresó a la Grieta del Invocador.

—¿Cómo se supone que sacaremos a esa cosa de aquí? —interrogaba Gabriela— ¿Dónde están mis padres y mi hermano? —las lágrimas brotaban de sus ojos, con el enorme temor de que su familia estuviese muerta.

—¡Gabi! —oyeron voces. Ella volteó, y vio a un hombre, una mujer y a un niño acercándose. Los reconoció a los pocos segundos, entonces, corrió y los abrazó. Estaban sucios de polvo, sus prendas estaban desgarradas, pero eso no importaba.

—Mami, papi, Tobías —Gabriela no podía dejar de abrazarlos— ¿Qué pasó aquí?

—Desapareciste, y tu hermanito había dicho que la computadora te absorbió —explicó la señora Martínez—. No le creímos, pero al día siguiente, un bicho enorme salió de aquella máquina y destruyó la casa.

—Así que, la criatura usó el mismo portal para llegar aquí —concluyó Heimerdinger.

—¿Qué es esa cosa? —el padre de Gabriela apuntó a El venerable inventor, y luego se percató del resto de los campeones que se encontraban presentes también.

—Soy un yordle, Sr. Martínez —contestó Heimerdinger, algo ofendido—. Somos campeones de la Liga de Leyendas, nuestro universo es un videojuego en el de usted, Gabi estuvo con nosotros todo este tiempo; la hemos traído de vuelta.

El hombre quedó mudo.

—Es hora de que entremos en acción —anunció Lux, y todos giraron a verla: Estaba vestida con su traje de Guardiana estelar, junto con Janna, Poppy, Lulu, Jinx, Ahri, Miss Fortune, Syndra, Soraka y Ezreal, quienes también estaban utilizando sus respectivas ropas de aquella temática.

Entre dimensiones [League of Legends]Where stories live. Discover now