30 One Shot Challenge [Changki]

Jugando.

 Kihyun y Changkyun se encontraban dirigiéndose hacia la casa del primero, el horario de clases ya había terminado y el mayor tuvo la idea de invitar al pelinegro para pasar el rato. Kihyun había comprado un videojuego que el menor llevaba hacia rato queriendo conseguirlo, el mayor lo encontró en oferta dos días antes cuando fueron de paseo junto a su madre y hermano a una feria en las afueras de la ciudad, cuando logro visualizar el juego lo primero que paso por su cabeza fue su tierno amigo, pensó de inmediato en llevarlo para así luego mostrárselo a Changkyun y ver esa hermosa sonrisa donde dos pequeños hoyuelos hacían su aparición. El mayor estaba tan entusiasmado en darle la sorpresa a Changkyun cuando lleguen a su casa, sinceramente Kihyun haría lo que fuera para hacer feliz al menor, nunca supo en que momento sus sentimientos hacia él se habían vuelto tan fuertes, paso de solo querer pasar el rato con Changkyun a querer estar todo el día con el, de ser tan indiferente hacia su sonrisa a que con solo apenas notar como sus hoyuelos se le marcaban su corazón comience a latir de una manera tan rápida, a que su risa se convierta en su melodía favorita y a que cada toque con su piel, ya sea un abrazo o rozar sus manos se instale una sensación cálida en su pecho, paso de verlo como un amigo a estar enamorado de él. Pero Kihyun nunca admitiría sus sentimientos, prefería guardárselos para si mismo antes que perder la amistad de Changkyun, a el no le importaba mientras el menor siga a su lado él seria feliz.

Kihyun inserto las llaves en la cerradura y girando la perilla abrió la puerta principal de la casa.

-Hola, ya estoy en casa.- habló el castaño no recibiendo respuesta, seguramente su hermano todavía seguía en la universidad y su madre trabajando ya que su horario terminaba hasta mas tarde. Kihyun le hizo una señal al menor para que termine de entrar completo en la casa, así cerrando la puerta. Para Changkyun la casa de Kihyun era como un segundo hogar, la familia del mayor eran básicamente también su familia ya que llevaban tantos años de amistad con Kihyun que la madre del mismo ya lo aceptaba como un hijo más al igual que el hermano mayor del castaño lo trataba como un hermanito menor, Changkyun amaba ir a la casa del mayor, siempre todo era tan cálido allí.

-Kyunie, ve a mi habitación, yo iré a la cocina a buscar algunas bebidas para tomar y algo de comer.- habló el mayor para dejar su mochila en el sofá la misma acción que Changkyun imitó, para luego él irse hacia la cocina y el menor a su cuarto. Changkyun subió las escaleras, girando a su derecha y entrando en la primera puerta, la cual ya conocía de memoria, ingreso al cuarto de Kihyun. Fue adentrándose hasta llegar hacia la pequeña cama del mayor y tirándose sobre ella soltó un suspiro, este día había sido bastante agotador tanto que tenia pensado irse a dormir directamente a su casa pero cuando el castaño le invito con una voz tan entusiasmada a la suya, no dudo en decirle que si, no podía negarse a nada cuando Kihyun le miraba con esos ojos brillantes y esa sonrisa que provocaba dos pequeños hoyuelos sobre sus pómulos a la vez que sus ojos se volvían dos medialunas, vamos, que era imposible resistirse a eso.

Changkyun notó cuando Kihyun ingreso con dos sodas en sus manos y un paquete de papas en ellas, sentándose de golpe en la cama del mayor para así sujetar su bebida la cual Kihyun se la tendió.

-Tengo algo que mostrarte- dijo el mayor, Changkyun lo miro con el ceño fruncido.

- Que es?- cuestiono el menor, observando como el castaño se movía hacia su escritorio sacando una bolsa con algo dentro.

- Es algo que te va a gustar, cierra los ojos.- pidió el castaño.

- Hyung espero que no vaya a ser alguna de tus bromas y sea algún bicho raro, sabes que ese tipo de cosas no me agradan.- el pelinegro lo miro con un puchero en sus labios. Kihyun soltó una pequeña risa ante la acción adorable de su amigo.

-No, no es eso. Vamos, confía en mi.- respondió el mayor haciéndole señas al pelinegro para que cerrara los ojos, el contrario soltó un suspiro mientras cumplía con lo pedido. El mayor fue acercándose hasta él y cuando estuvo a dos paso de distancia sacó el videojuego y lo puso frente al rostro del menor.