Capítulo 34

9.6K 485 27
                                    

Reicher

Si unos meses atrás alguien me hubiese dicho, aunque sea por error que mi vida cuando más tranquila estaba se convertiría en una montaña rusa me hubiese reído tanto que quizá hubiera terminado hospitalizada por ello.

Salir de aquel hospital fue un gran alivio y aunque convencer a papá de que estaría bien con Matt me costó semanas porque sí, aunque Matt me había suplicado que me fuese con él a nuestra casa un sinfín de veces no lo hice. Tenía que ver que tan ciertas eran sus palabras...y ¿porque no? Qué tan grande era su fuerza de voluntad o que tanto estaba dispuesto a cambiar y a hacer con tal de tenernos a mi pequeño y a mí en su vida.

Aunque esas semanas fueron una real tortura debido a las visitas constantes de Matt, los encuentros entre él y papá sin contar las veces que papá nos sorprendió en momentos comprometedores fue muy estresante así que luego de algunas semanas decidí volver a casa aquella que al volver encontré tan diferente o no sabía si la diferente era yo. Se sintió muy bien ser acogida por los brazos de Carolina la nana de Matt y también la de mi bebé nadie mejor que ella para enseñarme lo necesario en esta nueva etapa, aunque Matt había insistido en que tomáramos cursos prenatales ¡¿lo pueden creer?! El todo poderoso, gruñón, malhumorado, multi millonario y egocéntrico Matt Hamilton asistía conmigo a clases prenatales.

Sin duda Matt había cambiado, su prioridad no era el trabajo pasaba mucho más tiempo en casa y desde aquel día que se presentó en el hospital con el enorme ramo de rosas, todos los días me sorprendía con algún detalle, aunque no todo fue tranquilidad Marcus no se dio por vencido tan fácilmente el muy mal nacido intento hacerme daño a pesar de estar encerrado, pero no lo logró. No es que una debe alegrarse de los males ajenos, pero en el fondo fue un alivio para mi saber que no me molestaría más, había muerto en prisión no me mal interpreten no era lo que le deseaba, pero bien lo dicen por ahí ''todos obtenemos lo que merecemos'' él sólito se buscó aquel final creyéndose el dueño y señor de aquel lugar, pero bueno eso es algo que no vale la pena recordar.

En el transcurso de este tiempo mi padre Mauricio me había dado su apellido era oficialmente una del Pino, pero no dejaba de ser una Collins en mi corazón ahora tenía una nueva vida, mi familia por fin había salido del agujero negro en el que nos habíamos adentrado, papá tenía un empleo, mis hermanas llevaban sus estudios a la perfección, aunque mi queridísima Jeimy estaba empeñada en hacer de las suyas luego de una extensa charla sobre chicos y prioridades todo volvió a la normalidad.

Hablar sobre la responsabilidad de ser la única heredera de todo el imperio del Pino me ponía de mal humor, nunca soñé con ser poderosa o tener mucho dinero, pero es lo que me toco y luego de hablarlo con Matt y que me dijera que respetaría mi decisión opte por hacerme cargo de todo, pero con la condición de que sería como mínimo dos años después de tener a mi bebé, quería disfrutarlo y me serviría para tomar conocimiento empresarial. Mi padre desde luego no se negó, en cuanto a Matt no le he había comunicado mi decisión, aunque sé que no le molestara.

—¿Espero ser el dueño de cada uno de tus pensamientos?

Pregunto aquel hombre que me tenía loca con aquella inconfundible voz detrás de mí la cual me hizo sonreír.

—No se crea usted tan indispensable señor Hamilton además le recuerdo que tengo a alguien mucho más importante que usted en mi vida.

Respondí a modo de broma y girándome para verlo era una costumbre entre nosotros hacernos ese tipo de bromas, aunque les confieso que tarde un poco en acostumbrarme a ese Matt bromista.

— ¿Qué haces aquí tan temprano?

Pregunte cuando llego a mi lado.

—No sabía que no podía llegar temprano a mi propia casa.

Enamorada de él Matt Hamilton (Mi Bestia)Where stories live. Discover now