CAPITULO 1

9.3K 590 96
                                    

—¡Desmaius!—bloqueé el hechizo con un escudo protector pero la fuerza de este logró echarme para atrás, suspire agotado sintiendo las gotas de sudor en mi frente escurriendo. Le lance de vuelta el mismo hechizo y lo bloqueó sin problema alguno.
Confundus.
Pronunció un Protego y el hechizo me rebotó, lanzándome para atrás haciéndome caer de centón, mi vista se nubló por unos segundos, desorientándome. Cuando logré recuperarme apunte otra vez con firmeza.
Expelliarmus.
Su varita voló por los aires y la atrape antes de caer al suelo. Remus negó con la cabeza, su mirada me lo decía todo: aún desaprobaba mi avance.
—Tienes que lograr colocar el escudo sin cansarte tanto, tus hechizos deben ser más rápidos y tienes que lograr bloquear los rebotes. Vamos de nuevo.
••••••
—De nuevo—negó Remus. Mi cuerpo estaba cansado y gritaba piedad.

—¡Expecto patronum!—grité al boggart en forma de dementor, era la sexta vez que lo intentaba y por fin pude lograrlo después de tanto tiempo. Caí de centón sobre mis muslos, coloque una mano en mi pecho sintiendo el latir de mi corazón relajarse de poco en poco.

—Bien hecho—sonrió orgulloso y me ofreció una mano, ayudando a pararme, le correspondí alegre.

—Hasta que me sale bien—sonreí inflando mi pecho.

—Estuvo bien—acaricio mi cabeza, quite su mano de un manotazo.

—¡Oye, no soy niña pequeña!—reclame—. Soy casi una adolescente—presumí con la barbilla en alto. Remus rió alegre, luego esta se fue calmando hasta tomar una expresión pensativa. Se agacho a mi altura sosteniendome por los hombros con cariño.

—Mira pequeña Yaxley—sonrió preocupado—. Las cosas este año no serán fáciles pero te juro que voy a protegerte y cuidarte ¿de acuerdo?—asentí confundida. No sabía de que hablaba, no obstante decidí no preguntar—. Bien... mañana vamos a comprar los útiles y te quiero lista. ____ Yaxley, tu entrenamiento está listo—me guiño un ojo, volví a sonreírle alegre. Me pare sacudiendo mis pantalones de la suciedad del piso y después me dirigí a la cocina con Remus detrás.
—Tenías razón—le comenté mientras me servía un vaso de agua, dándole tres sorbos, el me miraba intrigado queriendo una explicación—. Sobre Potter.

—Vaya, ¿por qué ese cambio tan drástico?—sujeto su cintura sin creer lo que escuchaba. Me encogí de hombros ante su reacción y sonreí al mismo tiempo que sacaba un plato y una cuchara de los cajones para servirme un poco de cereal—. El año pasado por alguna razón que desconozco tuve la oportunidad de convivir con él. La verdad no era lo que creía, inclusive ahora es mi mejor amigo—reí.

—Caramba—sonrió—. Me alegro que hagas nuevos amigos, tal vez un día deberías invitarlos a comer.

Le sonreí en respuesta. Tome mi plato y subí a mi cuarto para descansar y prepararme para el día siguiente.

Pecks reposaba sobre mi hombro mientras caminaba por el callejón Diagón. En lo que exploraba por ahí fui a comprar un helado de limón, ya que el calor estaba horrible. Pude notar que muchas personas se amontonaban fuera de la tienda de escobas, con mucho trabajo logré ver la nueva saeta de fuego. 

Yo tenía la 2001, ya que en mi primer año Rem (su apodo corto) me había comprado la escoba de ese momento y era bonita, pero esa nueva edición era mucho más rapida. Honestamente no la quería o necesitaba, mas reconocía que tenerla sería un lujo.

—Hermosa ¿no crees?—preguntaron dos personas detrás mío, negué con la cabeza sonriente.

—Chicos es de mala educación hablar a espaldas de alguien—voltee y me encontré a los dos pelirrojos que amaba, Fred y George—. ¿Qué hacen por aquí?

—Pues lo mismo que tú—explicó Fred y después miro mi helado— bueno...casi.

—Me estoy dando mi capricho. Parte de mis libros ya están, así que solo pasaba mi tiempo libre en lo que mi tutor vuelve—asintieron, de la nada me abrazo George, fruncí mi ceño extrañada pero le correspondí.

—Yaxley—sonrió este—. Querida, querida Yaxley...

Rodé mis ojos—. Suéltalo ya.

—En tú tercer año ¿audicionaras para el puesto de cazadora?—río divertido.

—Podría intentarlo—me encogí de hombros, intentando borrar la sonrisa de mi cara y fingir indiferencia. La verdad era que no, ese puesto era mi fantasía y ahora que muchas personas habían dejado de odiarme o al menos las suficientes para llevar una vida "tranquila", era buena idea.

—Deberías—afirmó Fred—. Tenemos que volver con la familia pero nos veremos de nuevo, a menos que quieras venir con nosotros—me lo pensé. Negué con la cabeza explicándoles que mi tutor debería estar esperándome ahora mismo, nos abrazamos y después se escabulleron entre la gente.
Me reencontré con Remus y nos dispusimos a volver a casa, cuando percibí que cerca de la salida del callejón un enorme grupo de chismosos y curiosos se aglomeraba alrededor de unos muros. Rem los ignoro y siguió su camino mas yo no pude evitar mirar por el hombro de esos quisquillosos magos. Apenas y pude notar un cartel que las personas apenas no dejaban ver mientras murmurabam, y de seguro habría seguido mi camino de no haber notado que mi apellido aparecía ahí.

Black
Sin dudarlo me acerqué y trate de moverme entre la gente.
—_____—Rem notó que me alejaba de su lado e intentó detenerme jalando de mi hombro, a lo que huí.

Llegando.
Frente a mi ojos, un hombre demacrado con expresión de total cólera, gritando desesperado y sosteniendo en alto un número de prisión, a la par que algunos brazos buscaban detenerlo se mostraba en primera plana con las letras de "Se busca". Ese hombre... era mi padre. Y estaba libre.

💮31/05/18

La Black que se enamoró de Potter IIWo Geschichten leben. Entdecke jetzt