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Alina

Por la mañana desperté toda adolorida, me levante del piso y mire a mi lucy aun dormir plácidamente.  Me fui a dar una ducha de agua fría y salí a cambiarme por una tenida deportiva de color Burdeo.
En la cocina puse a calentar agua para bañar a mi hija, mientras nos preparaba el desayuno para los dos.

Luego de bañar a lucy y cambiarla por un vestido de color rosa, nos sentamos las dos a desayunar tranquilas, mientras veía las casas que podía rentar y que tan lejos estan de este lugar.

- hoy iremos a ver un apartamento para que ya no vivamos en esta casa fea ¿Si?

Luego de un desayuno viendo dibujos animados, tome la mochila con la que llevo ropa para Lucy y algunos juguetes, y antes de sacarla de casa, me asome a la puerta para asegurarme que Javier no esté cerca.
Camine por la acera rapido con mi hija en brazos, al llegar a la parada de autobús, me pude relajar al ver a mas personas y saber que no estoy en peligro.

Alessandro

Desperté a media mañana, tiré mi brazo hacia un lado y recordé que ya Diana no estaba. Me acomode para seguir dormido, pero un golpe en la puerta seguido por la voz de unos de mis trabajadores me hizo levantarme.

jefe, ¿Esta despierto?

- no idiota, aún estoy durmiendo. ¿Que quieres?

-  lo siento jefe es que está todo tan silencioso, creí que aún estaba dormido - dice desde el otro lado de la puerta -  Jefe llego el cargamento de armas que viene desde rusia, y encontramos al juez que queria, tambien llego el camion con los imigrantes que estábamos esperando, también debo recordarle que hoy debe ir a la Rosa negra y su auto ya esta listo.

- perfecto, ya voy.

Me levante rápidamente, me fui a dar una ducha rapida. Me afeité y sali a cambiarme por uno de mis trajes, me acomode las colleras, la corbata y puse perfume en mis muñecas.
Salí de mi habitación, seguido por aquel hombre que me estaba esperando afuera. Mire a unas cuantas personas apegarse a la pared para dejarme pasar mientras bajaban su mirada, luego de sus cuchicheos de ayer.

Llegue a la bodega donde guardo todos mis cargamentos. Observe detalladamente algunas armas, fijandome en cada detalles de ellas, me voltee a mirarlo y el retrocedió asustado.

-  ¿cuántas  armas son Fernando?!

- casi 50 mil kilos jefe. Y me llamo León.

bien quiero que vendan estas a los narcos y quiero que empiezen  enseguida  a hablar a Rusia, tambien quiero que me despachen a un tipo que me tiene cansado - lo miro -  ya me voy, debo ir a la rosa negra - Miro la hora - y quiero a los guardias listos junto al  chofer para irnos.

- usted dijo que iría solo señor.

- ¿Y? - lo miro y tomo su camisa - Si yo digo los quiero junto al auto, ¿Donde deben estar?

- junto al auto señor. 

- me gusta cuando entienden mis ideas. -golpo su hombro .

Me fui caminando tranquilo, seguido por León quien iba hablando por su Radio dando unas cuantas indicaciones. Me detuve unos segundos y me voltee asustandolo una vez más.

- ¿Donde esta Emilio?

- El... Us... Usted lo mando a buscar a la señorita Diana y me dejó a cargo.

- cierto lo mandé a buscar a la puta. - lo miro de pies a cabeza - mientras estes trabajando tan cerca mio te quiero afeitado y bien arreglado, y un paso por delante de mi en las ideas, no me gusta eso de estar repitiendo.

La BailarinaWhere stories live. Discover now