Que tierna te ves durmiendo, despreocupada, como si nada no pasara entre tus sueños.
Ya no queda siquiera un solo cabello en ti, pero aún así eres la más hermosa ante mis ojos.
Mis caricias hacen que despiertes.
Pero hay algo diferente.
Ya no rechazas mis caricias, ahora dejas que mis manos rosen con delicadeza cada rincón de tu piel.
Disfrutas de mis toques con los ojos cerrados.
Una vez escuché que las mejores cosas no se perciben con los ojos, se sienten con el corazón.
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El último abrazo (1)
Short StoryBerenice es una mujer que sufre de cáncer, por lo que su cuerpo a cedido a sus síntomas y su aspecto físico no es el mejor, razón que la hace creer que Taddeo, su pareja, no debería seguir amándola, hasta que él le demuestra lo contrario. Sin embarg...