Capítulo 21

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P.O.V Artemis

Su ex, la famosa Emilia Ghruten estaba en su cuidad y se la encontró de la peor forma, junto a su madre en la comida unas semanas después del funeral.

-Hija mira quien está aquí-Emilia le sonreía abiertamente.

-Qué sorpresa- fingió sonreír y desapareció de allí mientras pudo, pero con solo una hora de haber llegado Emilia la arrinconó en una esquina.

-Que bella te ves Artemis, mas hermosa que nunca..

-Agallas tienes al venir y plantearte en esta casa Emilia..aún recuerdo todo lo que me hiciste y si crees que lo he olvidado equivocada estas.

-No te pongas sentimental Artemis, eso fue hace cinco años o más..no recuerdo.

-¿No recuerdas haber hecho que me despidiesen de mi empleo? ¿Ni poner a todos mis amigos y familia en mi contra!?

-Que dramática eres-Emilia sonreía.

-Estaba enamorada de ti y eso no te importó...me destruiste y te fuiste sin decir nada más...

-Calla, eso es pasado, supéralo-Emilia caminaba de un lado a otro-esperaba que ya lo hubieses olvidado pero sigues siendo la misma Artemis que conocí-suspiró- yo te venía a ofrecer salir un día y tomar aire pero está bien, me voy.

Dejé que se fuese sin más, esa mujer no merecía mi atención, lo importante era encontrar a Roonie y nada más.

Algunos días después la fastidiosa de Emilia le había mandado uno de los catálogos de diseños que había terminado hace unos días como era habitual y ojeando la revista se encontró con su rubia, Roonie posaba seriamente en algunas fotos con vestidos y lencerías de la marca de Emilia. ¿Pero cómo era posible?
Llamó a Emilia en cosa de segundos.

-¿Sabes donde están tus modelos?

-Puede que sí ¿por qué?-río desde la otra línea.

-Necesito saber donde se encuentra una de ellas, es urgente para mi...

-Si sales conmigo a tomar algo quizás te diga..

-Emilia por favor-suspiró- esta bien, cuando y dónde.

*
Esperaba impaciente en la cafetería, no podía con sus nervios, si Emilia sabía el paradero de Roonie partiría con todas sus cosas inmediatamente donde sea. Pero su ex novia se hizo esperar y luego de media hora la famosa Emilia Ghruten se hallaba ante sus ojos.

-Buenos días Artemis-le sonrío.

Asentí apenas dirigiéndole la mirada.

-Que comunicativa estas hoy, me halagan todas tus palabras bella pelinegra.

-Ve directo al grano Emilia, sabes por qué estoy aquí, solo dime donde está.

-¿A qué viene tanta preocupación por esa niña?-elevó sus cejas- te puedo decir que está cruzando un océano.

-¿Que!?

-Ajá, es modelo de mi marca hace un mes, en la cuidad de Nueva España-mostró un par de fotografías de Roonie. Se veía hermosa.

-Roonie...

-¿Es importante para ti no?-Emilia guardó las fotos-tengo su dirección exacta, hasta te puedo ofrecer llevarte conmigo hasta allí en algunos días..

-¿En serio? ¿Harías eso por mí?-miré confundida a Emilia.

-Sé que no actué de la mejor forma contigo Artemis, tómalo como una disculpa, además tenía que ir a Nueva España de todas formas-bajó su hombros.

Mi actitud de ablandó y tuvimos unos minutos de conversaciones agradables, hasta que Emilia tenía que irse y la acompañé hasta su coche.

-Te ves hermosa Artemis, los años te han hecho florecer-me sonrío y tomó una de mis manos por unos segundos. No sabía que decirle pero me acerqué lentamente y la abracé.

-Gracias Emilia- miré sus ojos por un par de segundos y luego me alejé sin mirar atrás.

Dos días después era portada de revista en las mas famosas de cotilleo.

P.O.V Roonie

Llevaba una semana comiendo nada, luego de unos días había quemado la revista que Blanca trajo y me encerré en mi cuarto sin salir ningún día. A pesar de las constantes amenazas de Blanca no movía ninguno de mis músculos y así fue hasta que decidí cambiar.

La antigua Roonie ya no existía y un día lunes me levanté, tomé una ducha y salí disparada hasta la agencia, todos se sorprendieron de mi presencia allí, Blanca me recibió como si no hubiese sucedido nada y de inmediato tuve que posar para diferentes fotógrafos. Al parecer estaba siendo mas solicitada y eso me mantenía ocupada, durante dos días corrí de un lado a otro dando algunas entrevistas.

-Quieren que seas portada para Magazine ¿puedes creerlo!? Roonie esto elevará tu carrera hasta las nubes! -Blanca no dejaba de reír mientras coordinaba todo.

-Qué bien-le sonreía y de inmediato me recostaba en mi cama. Intentaba no pensar en Artemis y mostraba una actitud diferente a la que era, ahora salía a correr seguido y tenía varias amistades con las que salía a algunas "fiestas" con otras modelos. Las disfrutaba y allí tomaba algunas copas de lo que me sirvieran, comencé a preocuparme todavía más de como vestía y en una semana según Blanca parecía una modelo importante y elegante.

-Tienes una portada este jueves y mañana tienes que posar para la marca de Emilia ¿entendido? No quiero que llegues al amanecer de esas fiestas tuyas, llega antes para que al menos te pongas maquillaje.

Al menos agradecía a Blanca el ponerle orden a mi vida, sino fuese por ella no tendría ni idea de donde ir ni qué hacer, seguía odiándola como el primer día pero al menos sus insinuaciones habían terminado y llevábamos una convivencia "pacífica".
De mis padres no sabía absolutamente nada más que ciertos mensajes donde decían haberme visto en fotografías y sentirse "orgullosos" de mi carrera.

El día viernes llegó y con ello mi retraso hizo poner los nervios de punta a Blanca, había ido a una pequeña fiesta en la casa de una de mis amigas y no había regresado hasta el amanecer del otro día, no pude dormir y taparon mis ojeras como pudieron. En la agencia de inmediato tuve que ir a vestidores y cambiarme rápido, un vestido corto y negro, el cabello suelto y desordenado. Me hicieron retoques y quedé como nueva en un fondo blanco frente a dos cámaras, posé atrevidamente entre risas, diferentes posiciones y diversas fotografías, me acostumbré a los flashes, pero entre una pausa de estos en el fondo de la habitación divise a una pelinegra sonriéndome ¿acaso era ella? Y junto a ella la mujer de la revista.

¿Artemis estaba aquí? ¿Cómo era posible? Me des- estabilicé notoriamente y corrí hasta los camarines. Mi pecho subía y bajaba descontrolado, Artemis estaba aquí, mi perdición estaba aquí. Sin lugar a duda era ella y su compañera... Respiré hondamente ¿Qué hacía aquí? ¿y con su "novia?  Me sentía mareada, cansada, quizás solo eran imaginaciones mías de una mente no descansada y estaba soñando... pero esos ojos verdes, esa sonrisa, definitivamente era la pelinegra.

Puse mi cabeza entre mis manos, estaba perdida, no sabía que hacer, qué decir...la puerta de mi camerino se abrió y allí estaba ella, mi perdición, Artemis.

Roonie(Temática Lésbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora