Polo

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Desperté con un dolor insoportable de cabeza. Creo que se debía el sueño tan extraño de anoche.

Me levante , me bañe y me puse el uniforme con cuidado de no hacer movimiento bruscos para no empeorar el dolor. Baje a desayunar y note por el rostro de mi mamá que tampoco durmió bien, al terminar de comer recogí mis cosas, me cepille los dientes, me despedí de mi mamá y me fui caminando al colegio.

Mientras recorría las calles recordé partes de mi sueño.

Era sobre una mujer, una gitana, bailando y bailando todo el día y toda la noche a la orilla del mar, luego  la luz de la luna sobre ella, y lo último que recuerdo es un bebé con los ojos grises, iguales a los del chico, bañado en sangre.

Me apresure, iba a llegar tarde, de nuevo. 

Para mi sorpresa llegué justo a tiempo. Me puse a ver donde me sentaba, y en una de las esquinas lo vi, al chico, con la mirada baja y los brazos sobre la mesa. Algo se prendió dentro de mi, tenía que sentarme con él, era como algo que sentía obligatorio.

Un poco nerviosa por la extraña atracción me senté a su lado.

-Hola- le dije mientras volteaba a verlo, él no se movió ni un centímetro, quizás yo no le caía bien, después de la manera en que me quitó el cuaderno ayer, eso es lo que pienso. 

El profesor entró en el salón y comenzó hablando de su vida, lo que me aburre en estos primeros días de clases donde los profesores nuevos piensan que es su deber contarnos sobre sus raíces y sus sueños, claramente perdidos, solo para que los podamos conocer mejor. 

Un alumno no quiere conocer a su maestro, un alumno solo quiere sacar buena nota, al menos, la mayoría. 

De reojo me quede viendo al chico, sentía la necesidad de conocer su nombre, su piel era muy pálida y sin inperfecciones, su cabello era...

Sonó el timbre y me asusté, no había prestado atención a lo que ocurría a mi alrededor. Vi como el chico se levanto para irse, yo hice lo mismo.

-cómo te llamas?-le pregunte cuando me puse la mochila encima. Él se quedo en el mismo lugar.  Tras unos minutos de un incómodo silencio , otras personas fueron entrando al salón asi que nos vimos obligados a salir al pasillo.

-Polo- dijo casi en un susurro al pasar por mi lado para irse en la dirección contraria a la que yo iba. Me quede ahí unos segundos más en shock, me había hablado! 

Casi no pude oir su voz, pero sonaba muy suave. 

Polo.

Que nombre tan extraño.

Hijo de la lunaOnde histórias criam vida. Descubra agora