Capítulo 1

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  Era una bella tarde de primavera, tan tranquila como siempre. Había una agradable corriente de aire que recorría la grán ciudad y agitaba las verdes hojas de los árboles. Como todos los días a esa hora de la tarde, Koji se dedicaba a contar las ganancias de su tienda hasta ese momento y Hikari daba de comer a las aves que llegaban a la acera frente al establecimiento.
Koji Kareda era un joven de 20 años, medía 1.86 m, su cabello era un tanto largo y color negro. A pesar de su semblante frío y serio, era amable y de buena fé, su unico defecto era el ser desconfiado de todo el mundo, excepto claro, de su compañera: Hikari Amano, una chica un año menor que el, con una estatura de 1.58 m, cabello largo color castaño oscuro, su sola presencia irradiaba alegría y optimísmo. Ambos eran dueños de una tienda de víveres desde hace unos años, pero esa es historia para otra ocasión, ya que esa tarde ocurriría algo que cambiaría su vida.
De un momento a otro, 2 individuos encapuchados entraron en la tienda con un grán estrépito; Koji cerró la caja registradora con cautela y se limitó a mirar a los sujetos, quienes se acercaron a una estantería con latas de sopa mientras miraban a todos lados. Ambos eran hombres, parecían ser mucho más viejos que Koji y se veían confiados, pues no había camara alguna dentro de la tienda. Uno de ellos metió la mano dentro del bolsillo de su capucha y se acercó al mostrador lentamente; Koji salió y se colocó firmemente frente a el.
- ¿Van a asaltarme? - dijo seriamente.
El hombre se paralizó y comenzó a temblar levemente, podía verse claramente como su labio inferior se agitaba. Pasaron unos cuantos segundos de silencio, hasta que finalmente sacó una pequeña pistola de su bolsillo y le apuntó en la cabeza a Koji.
- N-no te resistas!
- ¿Eres idiota?
Koji tomó el cañón de la pistola y lo apuntó hacia la derecha.
- No podrías matar ni a una mosca.
El hombre lo miraba atónitamente, pero justo cuando estába a punto de reaccionar, un golpe directo en la cara lo dejó tumbado en el suelo. El otro hombre giró sh cabeza velózmente y al ver a su compañero en el piso, tomó una navaja de su bolsillo, la abrió y se lanzó contra Koji, quien esquivó velózmente y con un movimiento rápido le dió un golpe en el estómago.
-Largo de mi tienda...
El hombre se incorporó rápidamente y arremetió una vez más sin exito. Koji frunció el entrecejo y exclamó:
- ¡¡¡LARGO DE MI TIENDA PAR DE MAL NACIDOS!!!
De un momento a otro, una lluvia de golpes asotó contra el hombre con la navaja, quien cayó inconciente. El otro hombre miraba atónito, pero no lo dudó ni un momento, tomó las armas, levantó a su compañero y salió de la tienda con el en hombros a toda velocidad.
Hikari entró de golpe al establecimiento y corrió hacia Koji preocupada.
- Koji Kareda! Dime que no mataste a nadie!
- Descuida Hikari, yo jamás podría hacer algo así.
La cara de la chica se enfureció.
- Ya estoy harta de que vengan a intentar asaltarnos todo el tiempo! Deberíamos poner cámaras de seguridad o contratar a alguien para que cuide este lugar!
- Si tuvieramos dinero suficiente, ya lo habríamos hecho.
Ella suspiró.
- Lo sé... Pero me preocupo por tí, siempre les haces frente y aunque hasta ahora no te han hecho ningun daño... Eres un humano común, no un super héroe.
Hubo un corto silencio.
- ¿Disculpa, jovencito?
Un hombre de avanzada edad se acercaba a los chicos.
- Lo ví todo, tienes talento para pelear.
Hikari se giró hacia el.
- ¿Se encuentra bien señor?
- Claro que sí, todo gracias a las habilidades de tu novio.
La chica se tornó roja y giró su cabeza hacia la puerta de la tienda.
- N-no... Es lo que parece señor.
- Bueno, ese no es el asunto. Chico, tienes talento, puedes llegar lejos, ganar mucho dinero!
Koji miraba fija y silenciosamente al hombre.
- ¿Cómo?
- Peleando! Supongo que alguna vez has oído hablar de la cadena de peleas televisivas Quantum.
- Sí, he oído algo... Además, solía ver algunos combates con mi padre...
- ¿Te gustaría ser un luchador de Quantum?
Hikari volvió su mirada al anciano, pero no dijo nada.
- ¿Yo?
- Sí! Estás de suerte, por que conozco a un hombre que está dispuesto a entrenar a un buen peleador... Cómo tú! Y si le agrada tu habilidad, tal vez el pueda ayudarte a entrar a Quantum!
La chica frunció el ceño y tomó a Koji por el brazo.
- Señor, puede que no tengamos mucho dinero, pero no estámos desesperados. Esas peleas son muy duras, no voy a dejar que Koji se ponga en riesgo de esta manera!
- Vamos señorita, dejémos que el joven lo decida.
Koji gruñó levemente.
- Lo siento señor... No me interesa pelear si no es por defender este lugar.
- P-pero chico! Tu talento no puede desperdiciarse!
- Pero tampoco puedo dejar desprotegida a Hikari y a la tienda.
- Puedo conseguir a alguien que las cuide!
El joven negó con la cabeza.
- Lo siento... He tomado mi decisión.
- De acuerdo... Pero regresaré todos los días por si cambias de opinión. Estoy dandote una oportunidad única, por favor consideralo.
- Lo tomaré en cuenta.
El hombre salió de la tienda dejandola vacía de clientes.
- Koji... Olvida eso. No recuerdes a tu padre.
- Si me cuentas una historia, no pensaré en ello.
Koji rió levemente y la Hikari sonrió.
- Bien! Te contaré la historia de... El lobo blanco y el dragon de la luna!
- Esa ya me la sé, pero puedo oírla denuevo si agregas a un guerrero.

Esa misma noche, Koji y Hikari volvieron a su hogar, pues vivían juntos en una pequeña casa (que se encontraba escondida entre 2 enormes edificios) y los chicos se recostaron en la cama que compartían para platicar un poco, pues casi era hora de dormir.
- Oye... Koji.
- Dime.
- Estaba pensando... ¿Crees que tu padre... Esté bien?
- Me da igual...
- Entiendo...
Hikari lo abrazó.
- Al menos nos tenémos el uno al otro.
- S-sí...
Koji comenzó a temblar levemente.
- Vamos... No te pongas nervioso, es solo un abrazo!
~Koji Kareda tenía miedo al contacto cercano con las mujeres~

Fight On! The 4th Fighter.Where stories live. Discover now