Capítulo 8

3.9K 608 113
                                    

Coramora, 21 de Mayo del 2009

Axel llegó a Sunny Ice y se encontró a Jane esperándolo afuera como le había dicho en clases, se acercó a ella a saludarla y ésta lo recibió con un fuerte abrazo. El chico quería decirle ese día lo bonita que se veía pero prefirió ahorrárselo y quedarse con ese pensamiento sólo para él. Quizás hasta podía hacerle una canción en donde se lo dijera.

—Normalmente como en Sunny Ice los sábados porque vengo con mis hermanos a pasar el rato—le dijo ella haciendo la fila para comprar.

—Yo no tengo hermanos—se encogió de hombros—. ¿Son hermanos mayores?

—Sólo Damián, él tiene veinte. Selene es la pequeña de la casa, ella tiene siete—le explicó, Axel decidió pagar por ambos—. Gracias, no suelo aceptar que me compren cosas pero realmente me gusta el helado—el chico rió.

— ¿Te invitan mucho a salir los chicos?

—Un poco, pero no estoy interesada en ellos—confesó—, no siento esa conexión como la siento contigo—el corazón del chico se aceleró por un momento, no sabía cómo debía actuar luego de eso.

Normalmente a él no le daban cumplidos ni le decían esa clase de cosas. Él no era de muy hablar con las chicas y con las pocas que lo hacia solían ser más que todo amigas que no estaban para nada interesadas en él. No sabía cómo podía responder a un cumplido y más si se trataba de Jane.

—Oh—sólo eso supo decir, Jane lo miró divertida y empezó a contarle sobre las diferentes actividades del periódico en las que estaba y sobre su trabajo de redactora en él.

—Pienso hacer un segmento que hable sobre los pros y contras de las cosas—le dijo—. Algo así como pros y contras de hablar en español. Claro, temas más serios. Mi profesora me rechazó las noticias escolares porque dice que eso puede incitar el chisme y las polémicas en los pasillos—rodó los ojos.

— ¿Por qué no lo haces por internet entonces?

— ¿Hacer los reportes por internet?

—Trabajar en eso, con un periódico de la vida cotidiana.

—No aceptan a chicos de dieciséis años en las imprentas—le dijo ella—. Más cuando no tengo un conocimiento exacto de redacción.

—Pero sabes hacerlo, incluso podrías escribir para revistas—le dijo él animándola un poco, a Jane le gustó esa idea.

—Lo haría con un seudónimo, tipo Alex de la Revista Tú—se rió, aunque no fue una idea en broma en el futuro.

— ¿Y cómo sabré quién eres?

—No lo sabrás, me gusta el misterio—se volvió a reír, Axel hizo una mueca y se llevó una mano al pecho.

—Me siento ofendido—le dijo—. Si tenemos tanta conexión, deberías decirme sobre lo que escribes. Ya hay confianza.

—Oye pero no te molestes que sólo estoy bromeando—se rió una vez más—. Claro que te lo diré, es más, serás la primera persona que sepa.

Es una lástima que eso nunca pasó.

—Entonces eso me alegra un poco—dijo y empezó a comer de su helado de —. Está muy rico este sabor, ¿de qué es el tuyo?

—Fresa—le comentó—, ¿quieres? —Axel asintió y se acercó un poco para tomar con su cuchara un poco de su helado. Lo probó y en su cara apareció un gesto de completa satisfacción—. Te gustó—se rió ella.

—Está buenísimo—le dijo y le ofreció también un poco del suyo.

Esa fue su primera cita, con el tiempo fueron teniendo otras y cada vez más seguidas, quedaban para verse al salir de clases y ella lo acompañaba algunas veces a sus ensayos, pero todo eso te lo contaré más adelante.

Cuando terminaron de comer su helado, Axel pensó que sería buena idea caminar un poco por las calles, no quería despedirse de ella todavía por lo que le sugirió ir a ver las tiendas por el bulevar, cosa que Jane no rechazó. Ambos chicos caminaron muy juntos mientras hablaban sobre música, ese era un tema que al chico le fascinaba y ella siempre se vio interesada en hacerle preguntas sobre ello. Cada quién tenía a su acompañante perfecto ese día.

— ¿Cómo va tu banda? —le preguntó ella.

—Los ensayos van bien, poco a poco nos salen mejor y eso es increíble. Griffin piensa que necesitamos un baterista y que T.J puede sernos de gran ayuda, yo pienso igual pero Gino no quiere que él esté en la banda. No se llevan bien, es algo por cosas del pasado.

—La gente debería aprender a dejar el pasado en el pasado—contestó ella—. Si te aferras tanto al pasado terminas lastimado. No es lindo, no es sano.

Axel asintió.

—Le dijimos a T.J que fuese a la audición que estamos haciendo pero dijo que no lo hará, según no está interesado en nuestra banda y se ve de esos tipos que no cambia de parecer tan rápido. Aunque si te digo lo que pienso, creo que lo hace sólo porque Gino no quiere y es un orgulloso; es como si desea estar pero desea más que Gino se lo pida.

—T.J—mencionó ella—, ¿ese es el chico que siempre se viste como protagonista de película de los ochenta? ¿Casi que con la moto pero realmente llega en una camioneta de lujo?

—Veo que lo conoces—le dijo, Jane asintió.

—Está en el periódico escolar. Él nos da los ingresos para sacar la imprenta—confesó—. La gente siempre lo ve como alguien malo pero eso es sólo una máscara que tiene, aunque lo de orgulloso es cierto, muy cierto.

—Yo no lo conozco realmente pero no se ve un mal chico—le dijo Axel—, creo que sólo quiere sobresalir como el resto y esa es su forma de hacerlo. Griffin habló con la profesora de música y ella dice que toca muy bien la batería, por eso lo queremos en la banda.

— ¿Y cómo se llaman?

—No sé, todavía no tenemos un nombre. Queremos uno que nos identifique y sea fácil de recordar.

—Ustedes son muy clos, serán fácil de recordar—se rió, Axel la miró curioso.

— ¿Qué es clos?

—Oh, es un término que me creé hace tiempo. Sólo lo uso yo pero significa chico lindo obviamente sexy—le dijo, Axel lanzó una carcajada y Jane sólo sonrió ante ello—.Oye, no te rías. Tú eres clos, pero Zac Efron también lo es. Clos al cuadrado—Axel volvió a reír.

— ¿Funciona también en el sentido contrario? ¿Tú también puedes ser mi clos?

—No soy linda ni sexy.

—Para tus ojos quizás—le respondió con seguridad—. A mí me pareces increíble y no sólo físicamente, tu forma de ser...—suspiró.

— ¿Qué? ¿Qué tiene mi forma de ser?

—Es mágica—le sonrió.

Jane no supo qué decir en ese momento, aunque si le preguntan ahora seguramente dirá que fue una de las mejores cosas que Axel le dijo, porque eso le hizo sentir tan bien, tan segura, tan única. Como si no importara el resto de las chicas, como si su magia la hiciera sobresalir entre todos.

Y eso, a los ojos de Axel era cierto.

En ese momento quizás no lo sabía, pero con el pasar de los días, los meses y los años, se dio cuenta de que Jane era la clase de persona que no conoces dos veces, a pesar de lo mucho que te hubiese gustado hacerlo.

Jane tenía una forma de ser tan increíble que logró que un Axel Trail de dieciséis años, se enamorara de ella para siempre, como si eso fuese lo único que estuviese escrito en su destino.

Cuando Axel recuerda los momentos a su lado, desea fuertemente volver a ese año y disfrutar un rato más con ella.

Cuando sólo era Axel #KlossWhere stories live. Discover now