Capítulo 3.

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Todo había sido una mierda. Una jodida y completa mierda. Louis sabía que todo era su culpa, había estado distraído con los recientes hechos, aquello lo había tenido con la guardia baja. Además, que su celo llegara justo después no había ayudado en nada porque había tenido a medio cuartel tras de él, incluido a Stan —siempre siendo el primero en apuntarse—; los últimos días se saltó algunas misiones de rango inferior por lo mismo mientras pasaba las horas encerrado en su cuarto, jadeante y gimiendo con un dildo en su culo. Ahora se lamentaba por completo de haber estado tan descuidado porque no sabía ni qué lo había golpeado, de repente todo se había vuelto negro.

Su cerebro mandó una señal de inmediato a su cuerpo: alerta. El repentino golpe de agua helada lo hizo despertar por completo, jadeando en busca de aire.

—¡¿Qué...?! — resopla por la falta de oxigeno.

—Vaya, hasta que despiertas, basura — dice una voz oscura, desconocida para él.

Parpadea lentamente acostumbrado sus ojos a la ligera luz que hay. Parece estar en una especie de bodega o sótano, no lo sabe bien. Hay cinco alfas a su alrededor y agradece al cielo que haya decidido haberse bañado con la fórmula del laboratorio, la cual ocultaba su olor. Todo en aquel lugar era muy austero y Louis no podía distinguir muy bien entre que era una sombra y que era en realidad un objeto. Sus piernas estaban amarradas a las patas de una silla de madera sumamente incomoda, sus manos estaban sujetadas a su espalda y su cuerpo tintineaba del frío. Su cabeza daba vueltas y sentía una capa nítida nublarle todos sus sentidos.

—La basura serás tú. — O quizá no todos sus sentidos —. ¿En serio? La t-típica guarura se-secreta del malo, dejen de le-leer comics, ya-ya están grandecitos, ¿no? — menciona, sus labios morados y temblando por el frío. Un golpe va directo a su mejilla izquierda haciéndolo voltear la cara —. ¡Hijo de puta! No es mi culpa que tengas cara de culo, no te metas con la mía.

Louis enfoca bien al alfa. Un hombre alto y robusto, su tez aperlada y una ligera barba de tres días; cabello corto pelinegro y ojos cafés. Tiene una barbilla definida y fuerte y por sus rasgos, Louis puede asumir que el chico es de descendencia pakistaní.

—Vamos a ver si sigues así de contestón en unos minutos.

—S-si continúo viendo tu ca-cara en unos momentos más e-estaré vomitando — tartamudea, su cuerpo recuperando el calor nuevamente.

Un golpe más iba directo a Louis, pero otro alfa lo detuvo en medio del camino haciéndolo retroceder —Ni se te ocurra, si continuas así lo matarás y nos irá peor a nosotros — comenta con calma el otro alfa.

Louis asume que ese alfa es el líder, siempre debe de haber un líder en el grupo. Stan le había dado dos características para reconocer al líder de alguna pandilla: 1) intimidan 2) Ordenan; y este alfa parecía cumplir con ambas. Era ligeramente más bajo que el primer alfa, Louis calculaba medía alrededor de 1.77, su cabello era castaño ligeramente corto de los lados; contaba con una sutil capa de barba. Sin embargo, lo que al omega le desconcentraba de ese alfa era su par de ojos cafés, tenían cierto tinte amigable, algo muy peculiar que contrarrestaba con los tatuajes que sobresaltaban en sus brazos, llegando hasta el dorso de sus manos.

—¿Lo ves? — dice Louis en un tono altanero alzando una ceja —. Es lo que las pequeñas princesas deben hacer, seguir órdenes.

El alfa intenta sobrepasar al otro que lo detiene con fuerza —¡Joder, Liam! — gruñe —. Juro que yo mismo mataré a esta mierda.

—¡Basta, Lucas! — exige Liam empujando al alfa hacia atrás —. Al único que mataran será a otro si sigues así. Hay órdenes que tenemos que seguir.

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⏰ Last updated: May 20, 2018 ⏰

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хазар (Hazard) - Larry StylinsonWhere stories live. Discover now