No entendía  a que se refería y cuando quise preguntar el corrió un poco el asiento hacia atrás y me dio vuelta. Me afirme al borde del manubrio y el bajo mi pantalón junto a mi boxer. Beso mi espalda y sentí su lengua. Una mano aún estaba en mi miembro y la otra la tenía frente a mi.

— Chupa. —abrí mi boca e introduje dos de sus dedos, chupe hasta que introdujo un otro. Pasaba mi lengua entre ellos hasta que los retiro. — Me haz puesto muy duro, Shinya.

Después de unos segundos sentí como mi entrada estaba siendo acariciada por uno de sus dedos. De a poco los fue colocando. Se sentía incómodo, sentí un segundo y un tercero. Era muy incómodo, me removi y con una mano apoyada en el volante y la otra la lleve a mi trasero.

— Si quieres me detengo aquí...
— No... sigue.

Comenzó a mover sus dedos muy rápidos, y yo había comenzado a gemir muy fuerte. Había olvidado por completo esta sensación y cuando me Di cuenta los dedos de Kureto ya no estaba si no que su miembro intentaba entrar.

— Shinya, estas... muy estrecho. —trate de mirarlo y el me abrazo llevandome hacia atrás, entrando por completo. No espero a que me pudiera acostumbrar y comenzó a mover sus caderas.
— Espera un... momento... —lleve mi mano a mi miembro y comencé a hacer movimientos.

Le hice señal para que se detuviera y comencé a mover mis caderas lento hasta aumentar cada vez más rápido. Se sentía tan bien, gemia y era muy extraño escucharme pero los sonidos que hacia Kureto me ponían cada vez más si es que a estas alturas se podía.

Después de un par de movimientos más que hizo Kureto acabe por correrme y el también, habíamos llegado los dos al orgasmo.

En definitiva había ya bastante tiempo que no me sentía tan bien, que disfrutaba de algo así. Dio un beso en mi hombro izquierdo, luego me levanto un poco para salir dentro de mi. Me mordi el labio por la sensación que me había provocado.

Guardamos silencio mientras me acomode en sus brazos después de arreglarnos la ropa. Había hecho el asiento hacia atrás, mi cabeza había quedado a la altura de su pecho, podía escuchar su corazón casi al mismo ritmo que el mío.

Y si después de todo, el sea mi destino. Con la persona que pasaré el resto de vida que me queda. Tal vez así sea, y quizás lo que paso hace unos momentos allá en el edificio solo haya sido mi imaginación, pensándolo bien era lo que menos me importaba. Podría decir que oficialmente lo había olvidado. Había olvidado a Guren.

Un sonido en el auto hizo que nos miraramos mutuamente.

— Mierda... —escuche a Kureto mientras llevaba una mano a su rostro.

Por obviedad me levanté para sentarme en la parte del copiloto, hice un gesto de dolor, dolía mi trasero.

— ¿Estas bien?
— Si. Si. Sólo... un poco... ya sabes. —me acomode de una forma que no molestará tanto y lo mire para cambiar de tema. — ¿Te haz quedado sin vencina?
— No es eso. Es la batería. Deje la calefacción y la radio encendida. Mierda. —hizo una pausa y cuando iba a hablar el lo hizo. — Tu culpa.
— ¿Perdón?
— Solo a ti se te ocurre seducirme y que quedé embobado. Idiota. —sonrió.

Dios. Paren el mundo. Kureto a sonreído. No es la gran cosa pero comúnmente anda con cara de culo. Quizás le faltaba su buena...

El número que a marcado no se encuentra disponible o se encuentra fuera del área de servicio.
— Ni para eso sirve. Maldito Seishiro.—este hombre y sus cambios de humor.
— Déjame llamar a mi. —tome mi bolso para buscar mi celular pero no lo encontraba. — Pero primero... ¿Me llamarias a mi? —me miro con cara de "me estas webiando" Yo sólo levanté mis hombros.
— Esta sonando. Seguro lo dejaste en la oficina.
— Mier....coles. —apreté  mis labios. Cuando sali de la oficina por que según yo había visto a alguien, estaba en mi escritorio. Seguro lo deje ahí.
— ¿A quien ibas a llamar? Puedes llamarlo de aquí.
— No me se su número. —la verdad si lo sabía pero no quería que lo tuviera.
— Pero quien es. —se dio vuelta a mirarme.
— Ya no importa. —comence a entrometerme en sus cosas del auto.
— Shinya... Era de ese idiota. ¿cierto?—su mirada se endurecio.
— No entiendo por que lo odias...

Tocaron el vidrio del auto en la parte trasera. Que Mierda. En ningún momento vimos algún auto. Mire a Kureto asustado, si, parecía una nena. ¿Quién demonios se mete por un camino sin salida? Ó si, nosotros. Vimos la sombra de algo, ya que los vidrios estaban algo... empañados.

Kureto tomo tomo algo que había abajo de su asiento. En el momento en que iba a ver que era escuche me me llamaron.

Esa voz la conocía.

— Hey, Shinya.
— ¿Goshi? —susurre. Que demonios hacia el ahí. Mire a Kureto Lutero y en su mano tenía un arma. Abrí mis ojos lo más que pude asustado. Volvió a tocar el vidrio.
— ¿Estas ahí? —saque el seguro pero Kureto me detuvo.
— No pasa nada. —salí del auto un poco asustado. — ¿Goshi? —al estar afuera ya no estaba, según yo.

Al dar la vuelta lo vi detrás mío. Di un grito ahogado y tropecé callando al suelo, Mierda mi culo.

— ¿Que haces aquí? —No supe en que mome ti Kureto había salido del auto y estaba detrás de Goshi apuntandole en la cabeza.
— Hey, Hey... —tenía sus manos arriba el rubio. — ¿Qué les ocurre a ustedes? Fue Shinya quien me escribió. Dile que lo hiciste.
— Pues...
— Imposible. El no anda con su celular. —no podía creer lo que estaba viendo. Se veía tan hombre en aquella pose.

Moví mi cabeza sacando esos pensamientos de mi cabeza. El idiota este no me dejaba hablar. Me levanté sacudiendo mi ropa.

— Lo que digo es verdad. Aquí en mi celular... Shinya, dile que paré. Me esta asustando.
— Ku...
— No me vengas con escusas.
— ¡Ya basta! —me acerqué a Kureto para quedar en medio de los dos. — Por favor. Tranquilizate. —tome aire y me di vuelta donde Goshi. — Es imposible que yo lo haya hecho. Deje mi celular en la clínica.
— ¿Eh? Entonces... —llevo sus manos a su bolsillo con precaución, Di una mirada a Kurdo y se veia tenso. — Aquí esta.

En efectiva, yo mismo le envié el mensaje a Goshi diciendo que estábamos en pana. Todo esto era muy extraño. Y si aquella sombra si era alguien, solo que no era quien creía. De los nervios comencé a sentir comezon en todo el cuerpo, era algo que acostumbraba a ser cuando estaba en situaciones similares. Hacia bastante no me pasaba. Guren de alguna forma lograba tranquilizar siempre cuando estaba así.

Camine hasta el frente del auto. Creí haberlo olvidado pero no. Una parte de mi aún quiere aferrarse a el.

Sólo.

— Shinya...

Espero que.

— Shinya...

Kureto no se haya dado cuenta.

▪~▪~▪~

Otro capítulo. Espero que les guste.

Hacía  mucho... Hacía bastante no escribía Lemon y ahora mi primera vez un KuretoxShinya. ¿Que les parece esta pareja? Les gusta o No?

Por Ti. 《GURESHIN》《KureShin》Where stories live. Discover now