Fuerza.

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Todo a sido tan dificil, siento que nos hemos distanciado tanto de un día para otro. De a poco nuestras conversaciones comenzaron a hacerse más cortas y menos importantes.

— ¿A que hora llegas hoy?
— No estoy seguro tengo doble turno.

Terminó su café y salio, sin ningún beso, ni un gesto, tampoco un adiós. Tendría que acostumbrarme pero... es imposible. De besos, caricias, te amos, pasamos a mañanas frías, desayunos en silencio, noches de angustias. Trabajaba en el departamento de Policía, lo cual mis angustias eran cada vez más grandes, en las noches se notaba más su ausencia, no dormía esperando a que el llegue.

— Te Amo.

Susurre esperando que aquellas palabras le llegarán y supiera que siempre iba a estar con el.

Después de una media hora llegue a mi trabajo con una ligera angustia en el pecho. Era una sesación de miedo y dolor, afloje un poco mi corbata sentía que me aficciaba.

— Hiiragi Shinya, aquí está su agenda para el resto del día...

Mi asistente quien era Mitsuba empezó a hablar de lo que tenía hoy planeado, hasta que llegamos a mi oficina.

— ¿Se encuentra bien?
— Por supuesto. —le mostre una sonrisa. — Hace pasar al primer paciente.

Hablé para que no se preocupara, desde que instalé mi clínica ella a estado conmigo junto a Guren apoyandome en todo. Mitsu salio y llamó a la primera persona.

— Buenos días. —mire el archivo. — Marta...
— Buenos días.

Así empezó mi día, paciente tras paciente. Era algo que me hacía olvidar un poco en sus Sólo esperaba que llegará la noche.

—Por hoy terminamos, Mitsuba.
—Esta bien, terminó este papeleo y me retiró.
—Bueno.

Llegue a mi oficina para recoger mis cosas, al salir Mitsuba ya se habia marchado. Pase las llaves por mi puerta y me dirigí a Urgencias para entregar una carpeta de un paciente.

—Necesito que esto se vaya a una Junta. —hablo mi colega.
—Si, mañana cerca de las 11 va a ver una reunión...
— ¡Hombre, entre los 20 y 30 años con fractura y tres balas en el pecho!

Había entrado una camilla con un hombre y un paramedico encima de el empujando su pecho para que siguiera "viviendo" dentro de lo que se podía.

El dolor que había tenido anteriormente, había aumentado, de hecho nunca se habia ido. Coloque mi mano en aquel lugar, con miedo me acerqué. Solté mi maletín haciendo un ruido estruendoso, la sudoración aumentó, al igual que los nervios, esto debería de haber sido una mala jugada.

—Doctor...¡Shinya!—escuche mi nombre y me di vuelta a ver quien era.
—Necesitamos.... —sin esperar a que pidieran mi ayuda me acerque al lado de el.
—¿Qué fue lo que ocurrió? —pregunte tratando de colocar mi voz lo más firme y profesional posible.
— Hubo un tiroteo...
— ¿Tres balas?
— Así es... —confirmaron.

Me informaban mientras íbamos hacia una de las salas de cirugía.

— Una de ellas esta a punto de perforar el corazón, mientras que la otra esta en uno de sus pulmones.
— Su nombre es... —habló otra enfermera.
—Guren Ichinose, 24 años. —respondí por ella, como no era el momento ni el lugar ellas siguieron su trabajo.

Estaba con oxígeno. Verlo en ese estado empezaba a dudar si podría hacer algo por el. El era mi vida, mi todo. Sin el... sin el es como estar sólo en este mundo, el es mi pilar, el que me da la fuerza.

-Todo va estar bien.

Le hablaba mientras empezaba la operación para sacarle las balas. Lagrimas caian de mi y se perdían en mi mascarilla. Sólo esperaba que nadie me viera.

La máquina que en la que se ven los signos vitales empezó a disminuir, ya le había sacado dos balas, sólo quedaba la del corazón. Al llegar ahí su corazón empezó a latir más lento.

— No puedes irte ahora. No lo hagas...—susurraba.

Al sacar la bala su corazón habia volvido a la normalidad. Pero algo inesperado paso.

— ¿Eh? Guren... ¡G-Guren! —grité desesperado sacando mi mascarilla y empezar a revivirlo, ese maldito pitido que daba la maquina no me dejaba pensar. —Tu eres fuerte... no puedes... ¡Guren!
— Dr. Hiiragi... Shinya, el ya no...
— No... no... Guren.

Por Ti. 《GURESHIN》《KureShin》Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt