NOCHE DE PLACER Y MISTERIO.
~Advertencia: Capítulo contiene Lemon Kureto x Shinya.~
Estaba en el auto de Kureto esperando a que llegará, había ido a recorrer junto a otros guardias el edificio, después de que un intruso entrará.
Cerré mis ojos, aún sentía el aroma de Guren en mi nariz, apoye mis codos en mi pierna y tape mi rostro con mis manos, solo eran coincidencias, nada más que eso. Sentí la puerta del auto abrirse y me gire asustado, era Kureto.
— ¿Estás bien? —pregunto ya adentro.
— Si. Si... —comencé a jugar con mis manos, quería preguntarle pero sin nombrar a Guren.
— No vimos a nadie. —hizo partir el auto para irnos al departamento. — No debes...
— Gracias. —toque su mano que estaba en la palanca de cambio.
Él entrelaso nuestros dedos y la llevo a su boca para dejar un ligero beso en ella. Debo admitir que sentí nervios y mi corazón por primera vez desde que Guren ya no está se sintió tranquilo, sentía que estaba con la persona correcta.
— ¿Ocurre algo? —lo había quedado viendo y él se había dado cuenta.
Mis ganas no pudieron aguantar hasta llegar a mi departamento. Solte el cinturon de seguridad para inclinarme y tomarlo del cuello para besarlo. A pesar de que aún seguía manejando.
— Shinya... —volvia besarlo, sabía que iba pendiente en la carretera. — Puedes esperar... —hizo un movimiento brusco y se estaciono. — Pudiste haber ocacionado un...
— Pero no lo hice. —con una sonrisa me apoye en su asiento y me coloque encima de el él para volver a besarlo aún mejor.
Pasaba mi mano por su cuello a la vez que jalaba de su cabello. Terminé el beso y junte mi frente con la suya.
— Shinya. —su voz se escuchaba agitada. Sus manos estaban en mis caderas y para provocarle me moví sobre el. — Este no es el momento, ni el lugar... —volví a callarlo con un beso.
Mordi su labio y metí mi lengua encontrandome encontrandome con la suya. Mis caderas se movían lento pero seguro. Sentí su mano por debajo de mi camisa, sentía como piel se erizaba con su toque.
— No quiero que te sientas obligado. —una de sus manos subió hasta mi rostro y lo acaricio.
Se sentía tan bien su tacto. Cerré mis ojos disfrutando ese pequeño momento. Pero ese momento acabó cuando sentí que Kureto subió mi camisa y comenzó a dar pequeños besos en mi pecho.
— ¿Aún crees que me siento obligado?—movi mi cadera y pude sentir algo duro debajo de mi. Y no, no era el mío.
Su lengua paso por uno de mis pezones, chupaba y succionaba lentamente y yo cada vez me sentía más exitado que antes. Gemia cada vez más alto. Me apoye en sus hombros y arquee mi espalda tratando de no hacer chocar contra la bocina del auto.
— Pudiste haber aguantado hasta el departamento pero no. —lo sentí sonreir sobre mi piel.
— Kureto... mgh~—había bajado su mano tocando por encima de mi pantalón.
— Nunca creí escuchar mi nombre en tus labios de esta forma. —desabrocho mi pantalón y metió su mano dentro de mi boxer.
Cerré mis ojos y junte nuestras frentes. Respiraba agitado, comenzó a mover su mano y apretaba un poco. La otra mano subió hasta mi cabeza y tiro de mi cabello un poco, dejando al descubierto mi cuello. Sentí su boca succionando un poco. Sus manos se movían cada vez más rápidos y sus jalones eran cada vez más bruscos.
— Si... si sigues así, yo... yo no podré aguantar más... Kureto...
— Esta bien... Quería ver tu rostro cuando termines pero no va a poder ser...
