Capítulo 12

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-Hola -pensamiento
"Hola"-escritura
{Hola}-recuerdo
"Hola" -Parsel
Hola-hechizo

~~~~~*~~~~~*~~~~~
Cepheus,

Apenas Zabini, el último en ser sorteado, tomó asiento en la mesa de las serpientes, el director comenzó a llamar la atención del alumnado. Se levantó de su "trono" dorado, al centro de los profesores, mientras el escudo del colegio ondeaba a sus espaldas y la música que había acompañado nuestra entrada y la selección finalizó.

Se hizo absoluto silencio. Estaba claro que el anciano director había planeado todo para impresionar, una pena que yo pudiese ver detrás de su acto, simplemente me parecía pretencioso de su parte.

-Bienvenidos sean los nuevos alumnos y bienvenidos de vuelta a los antiguos.- Empezó el director con voz sabia, suave y de abuelo, digo, de anciano. - Veo por sus rostros que se hallan hambrientos y cansados. No se preocupen, no los entretendré mucho más, solo unas palabras antes de dejaros en paz: cantarín, verso, coraje, arrogante.

Cuando las últimas palabras salieron de sus labios bandejas doradas repletas de comidas aparecieron sobre las cuatro mesas. Pocos de los niños de primer año pudieron evitar parecer tontos por la sorpresa, ojos abiertos y los labios en una perfecta "o" por el asombro. Me alegra decir que las nuevas serpientes se encontraban entre esos pocos que mantuvieron el recato.

-Pobrecillos, miren lo idiotas que parecen las crías de león. - Dijo en tono de lástima falsa un chico de pelo oscuro y corto mientras miraba a la mesa Gryffindor- ¡Oh no! Lo siento, quise decir, miren lo idiotas que SON las crías de león.- Se corrigió burlón.

Todos los de primer año en la mesa, incluyendo el mismo chico, se rieron entre dientes. Draco, Nott y yo nos miramos inquisitivamente. Era un chiste pésimo. El chico, según Laia, Blaise Zabini, nos miró con extrañeza, yo solo levanté mi ceja y continué sirviéndome comida. Según Lucius la comida aquí es exquisita y, después de tres años, aún sigo valorando una buena comida como en mis tiempos en el orfanato. Zabini me continuó observando con el entrecejo fruncido, y viendo que estaba a punto de decir alguna estupidez, mi dragón intervino.

-Si quieres hacerle reír, o a cualquiera de nosotros tres, tendrás que recurrir a algo más astuto que que a un insulto infantil.- Le advirtió frío y despectivo.

Después de eso Draco volvió a su comida y nuestro sector de la mesa quedó sumido en un silencio incómodo. Con un ápice de duda, una niña de hebras lacias y castañas intervino.

- ¿Y qué opinan de viejo director?- Dijo mirándonos a todos. - Parece estar tan loco como dicen.

Les di una mirada a Nott y a Draco. Laia susurró el nombre de la chica en mi mente. Era hora de mover la primera ficha.

-Bueno, ¿Bulstrode, no es cierto?- La chica asintió con firmeza y continué. - Eso es exactamente lo que quiere que la gente crea, ¿quién sospecha de un loco extravagante?- Dije con cierta ironía. Todos los de primero, excepto Draco, me miraron con distintos grados de confusión.

<< Como sabrán, todos los Slytherin tienen su fachada, mostrar debilidad aquí es lo peor que se puede hacer.- Todos asintieron de acuerdo, y noté como un par de alumnos de segundo año comenzaron a acercarse. - Lo hacemos para defendernos y para ganar control, pero, ¿alguna vez pensaron que hay más que una fachada fría? ¿Más máscaras por así decirlo?

El hijo de la magia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora