El hijo de la magia

Prólogo

Omnisciente,

Caía la noche en la casa de los Potter, James se hallaba en la sala y Lily se disponía a acostar a Harry a dormir. Justo cuando la joven madre terminaba de arropar al pequeño bebé de ojos verdes en su cuna, se sintió un estruendo en el piso de abajo. Rápidamente saco su varita y salió de la habitación, la selló con unos cortos pero efectivos hechizos y corrió escaleras abajo.

Al llegar se encontró a James y a un encapuchado en pleno duelo. Cuando la vio, James no pudo más que gritarle, entre hechizos, que subiera a buscar al niño y se fuera, para así protegerlo.  Ella así lo hizo.

Entró a la habitación y la selló con ella dentro, con hechizos el doble de potentes que los anteriores. No habían pasado más que unos segundos cuando se volvió a sentir un estruendo en el piso inferior.

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Desconocido,

Maldito James, no puedo creer lo que me costó vencerlo, tuve que sacrificar demasiado tiempo y magia para lograrlo, debo admitir tenía más talento del que pensé.

En parte fue por eso que trate de convencerlo de unírseme en ocasiones anteriores pero siempre se negó. Esto fue solo pago de su idiotez, aunque es una pena tanto desperdicio de talento. Como sea, el punto es que debo encargarme del niño, el es peligroso, ¿no es así?

Recorro el pasillo de la planta superior hasta el final, donde sé que se encuentra el cuarto del niño. Como no podía se de otra manera, se hallaba protegido. No es nada que un par de hechizos no arreglen, pero no estoy seguro de cuánto tiempo me costarán.

Al diablo ya no puedo echarme atrás.

Algunos valiosos minutos después logro abrir la puerta, pero detrás de ella está Lily con su varita en mano y una postura defensiva enfrente al niño ¡Maldita sea! ¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?

Ya que, no tengo más remedio. Le lanzo un par de hechizos simples para despistarle, tratando de buscar una abertura para terminar rápido. Es buena...pero no lo suficiente.

-Avada Kedavra

Su cadáver cae sonoramente al suelo, justo al lado de la cuna del mocoso. Estas son las consecuencias de sus errores, debió haberse unido a mí, o al menos hacerse a un lado.

Dirijo mi mirada a la pequeña criatura frente a mi. Para mi sorpresa, el bebé no parece asustado. Solo me observa impasible con sus grandes ojos verdes, ojos que me recuerdan su próximo destino.

- Avada Kedavra.

Mi magia obedeció al hechizo y la maldición salió con potencia de mi varita, cargada de la frustración que me causó toda la situación.

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Omnisciente,

El rayo de color verde brillante se dirigió a toda velocidad al pequeño mientras este no dejaba de mirar a su atacante; ajeno a todo a su alrededor y su inminente muerte.

De repente, alrededor del niño se formó una barrera color plata que causó el rebote del hechizo y su re dirección hacia el único otro ser vivo de la habitación.

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Desconocido,

Cuando el Avada impactó en mi pecho solo pude pensar dos cosas:
Qué mierda estaba pasando y qué hacía en ese cuarto. Es decir, ¡es totalmente ilógico! Actuar con solo parte de una profecía y por si fuera poco hacerlo de una manera tan imprudente...¡Como si fuese un estúpido Gryffindor! Esto definitivamente no era algo de mi obra.

Ahora ya no importa. No puedo creer que un niño haya logrado lo que ningún otro mago. Por lo menos tengo de consuelo que no moriré.

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Bueno espero que les haya gustado es mi primer fanfic publicado por lo que soy muy nueva en esto así que ténganme paciencia.
Voy a tratar de hacerlo lo mejor posible y por favor comenten, estoy abierta a sugerencias para el futuro del fic y no tengo en problema en que me corrijan, siempre con respeto claro. Si puedo voy a contestar los comentarios.

Nota post edición (15/05/18): De ninguna manera discrimino a ninguna casa como mejor o peor, en este capítulo solo se establece el punto de vista de un personaje. Espero nadie lo tome personal.