Capítulo 19: 23 de marzo de 2012

718 43 97
                                    

Querido Horst:

Es tiempo de un juego. Verdad o reto, ¿te parece?

1. ¿Alguna vez has cometido el error de involucrar a alguien en lo que jamás debió entrometerse? Elijo verdad: tú no tenías nada que ver con esto y, aun así, te arrastré hasta el centro de los problemas.

2. ¿Alguna vez te sentiste culpable por romper las normas a pesar de saber que consistía en la opción más sensata? Elijo verdad: los traicioné a todos, pero solo porque no quería que fuese por mí que tú resultaras lastimado.

3. ¿Alguna vez has pensado que todo aquello que considerabas un hecho se trata, en realidad, de un conveniente y elaborado engaño? Elijo verdad: me repitieron la misma mentira durante años, meses enteros creyendo que éramos nosotros quienes evitábamos el desastre y manteníamos todo bajo control.

4. ¿Alguna vez has sentido que tienes tantos secretos que la simple idea de protegerlos se convierte en un trabajo por sumo angustiante? Elijo verdad: guardo mucha información para mí misma, tal vez porque sé que divulgarla desataría un caos que, al fin y al cabo, solo terminaría por afectarnos a ambos.

5. ¿Alguna vez te has enamorado de la persona incorrecta por razones que parecen sencillamente correctas? Elijo reto: voy a entrar allí, y voy a hacerlo solo por ti.

Soy responsable de muchas cosas, lo sé, mi culpabilidad en este asunto no es algo que pueda ocultar fácilmente. He tratado de convencerme de que todo podría volver a la normalidad si tan solo me limitara a continuar interpretando mi papel, pero... Vamos, es que "fingir" no es tan sencillo como se escucha, en especial ahora que tus palabras, susurros y consuelos se niegan a escapar de mi cabeza. Ya no es lo mismo de antes. Ya no puedo pretender que estoy bien, no puedo ignorar las señales de alerta y tampoco puedo pensar en ninguna otra cosa que no sea en la improbable posibilidad de mirarte a los ojos por primera vez.

Esta historia ya no es solamente mía, y quizás ese es el tema que más me preocupa: desde el principio supe que romper las reglas contigo sería igual, o peor, que formar parte de un nuevo secreto; uno que ni de chiste sería tan inofensivo como el primero.

Lo que acabas de leer, querido diario, se trata de una carta con destinatario definido, pero imaginario. ¿A qué me refiero con eso? A que la escribí para una persona en particular; al principio con la intención de entregársela, más tarde cayendo en cuenta de que enviar correspondencias a alguien que no existe es ciertamente estúpido. Es, por tanto, un correo real que nunca llegará a manos de su ya previsto receptor.

Tenía cientos de razones para redactar una nota como esa. Estaba confundida, ¿de acuerdo? Asustada, nerviosa y angustiada. Había tantas cosas en mi cabeza que apenas puedo recordarlas; sin embargo, el detalle crucial que has de tomar en consideración es que yo seguía enteramente enamorada para cuando me tomé la libertad de escribir esas palabras. No podía más que pensar en Horst mientras el lapicero recorría cada uno de los renglones vacíos de tus primeras páginas.

Ahora ni siquiera estoy segura de qué sucederá a continuación, pues con todas esas verdades siendo reveladas a diestra y siniestra, es cierto que ya nada volverá a ser lo mismo de antes... ¡Agh, no sabes cuánto desearía estar en posición de ignorar las circunstancias! Por desgracia, el simple hecho de sostener una varita entre manos ya me compromete demasiado como para simplemente tratar de huir.

Leíste bien, dije varita.

Es evidente que no es mía, mas tampoco creo tener la convicción necesaria para devolverla. Al menos no si eso involucra ciertas cuestiones que, por el momento, no deseo poner en deliberación. No quiero hablar con él, yo... prefiero decir que no puedo.

Su recuerdo es invisibleTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang