Estimada Alice 8.

131 34 7
                                    

30 de agosto, 2012.

Estimada Alice:

"No importa que tan Roto puedas sentirte en este momento, no importa si crees que ya nada puede destruirte todavía más, porque ten por seguro que no hay un límite, podrás romperte incluso más de lo que ahora estás"

Esas palabras las había leído miles de veces en tu libro, pero no había entendido lo que significaban en verdad, hasta este día.

Han pasado 5 meses.

Me duele mucho decir que no pude ir a conocerte.

Jared estaba dispuesto a llevarme, pensó que eso me levantaría el ánimo y seguramente si lo hubiese hecho. Pero ese día en específico  me sentí más  inútil que otros días. Estaba frustrada por no poder vestirme yo sola, sentí tanta rabia cuando me caí de la cama y tuvieron que llevarme al doctor para que me revisara.
Me perdí tu conferencia.

Las cosas parecían estables, tanto como podían estarlo, hasta ayer por la noche cuando mis pulmones se llenaron de líquido, obstruyendo así mi respiración de una forma descomunal.

Sentí que me inundaba internamente, sentí que mi respiración se hacía difícil de mantener y el aire simplemente no llegaba hasta donde debía hacerlo, me asfixiaba y no podía gritar porque eso significaba exhalar el poco aire que me quedaba.

Estuve un buen tiempo en emergencias, sacaron todo el líquido  y me dieron algunos calmantes.

Cuando desperté hoy por la tarde la abuela estaba buscando café junto a Jordan, y Jared mantenía mi mano entre las suyas. Aunque me sonrió dulcemente, no pude dejar pasar el hecho de que sus ojos estaban rojos y que la sonrisa no llegaba hasta ellos.

Puso la laptop en mi regazo como si supiera que yo necesitaba escribir, aunque no sabe de los correos, y se pasó las manos por el rostro para limpiarse las lágrimas que volvían a escaparse.

Estaba ocultándome algo.

No sabes cuanto desee nuevamente, haberme quedado en la ignorancia.

Me he dado cuenta de que las personas que ignoran lo que acontece en el horrible mundo real, son notablemente más felices.

Yo solo quería ser feliz, aunque solo fuera en mi pequeña burbuja que se agrietaba más rápido de lo esperado y luego de golpe.

El tumor de mi pierna se expandió, a pesar de que los médicos habían asegurado que había sido extripado del todo y que no habrían secuelas severas, mis pulmones ahora están dañados, el tumor llegó a ellos y pronto llegará hasta mi corazón si no hacen algo rápido, pero no tenemos dinero para pagar una operación como esa.

En conclusión, dejaré de existir en quizás unos meses.

Ya ni siquiera puedo llorar, he llorado mucho en estos últimos años. Debo admitir que cuando Jared me dio la noticia casi me vuelvo loca, quise llorar, quise golpear algo, pero al final las lágrimas no salieron y decidí mantener la calma por mi hermano.

A partir de hoy comenzaré a sonreír, le voy a sonreír a la muerte.

Ya he aceptado mi destino, lo hice justo cuando mi abuela se acostó junto a mí en la camilla y comenzó a llorar en mi hombro. Al hacerlo mi mayor deseo se ha desvanecido y ha sido desplazado por otro, uno mejor que no sería para mí.

Yo quería vivir, aún lo quiero, pero no todo lo que se desea se puede tener y ya lo entendí. Ahora deseo algo más, deseo que mi partida no sea causa de tristeza, quiero que a pesar de que yo no pude ser completamente feliz, mí familia si logre serlo.

Las Memorias de Nevaeh Where stories live. Discover now