07.- Severus, juez y verdugo

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*****Advertencia: este capítulo contiene escenas de violación y violencia gráfica. Como mencione en el capítulo anterior, no suelo escribir cosas así, pero para el desarrollo del fic es necesario e indispensable, ya que marca un hito en la relación de Severus y Harry*****

La llamada de su marca fue inesperada y dolorosa, señal de que su "señor" estaba feliz. El maldito bastardo era particularmente sádico cuando estaba feliz, y era brutalmente sádico cuando estaba furioso. No había algo como la piedad en él.

Era la noche de Halloween y Severus estaba de vuelta desde hace días, para regocijo de Hermione quien estaba fastidiada del profesor Slughorn quien solo hablaba de su "club de las eminencias" y de antiguos alumnos suyos que ahora eran famosos.

Un día antes de que el profesor Snape regresará, el director lo invitó a tomar el té y el profesor Slughorn salió furioso de ahí, increpando al director de jugar sucio y engañarlo para que se delatara. Toda la escuela se enteró por los gritos y los retratos chismosos. Slughorn dejó Hogwarts rumiando acerca de "directores seniles" y Dumbledore solo sonreía como si hubiera comido una bolsa entera de dulces de limón.

Nadie quiso averiguar qué había pasado entre ellos.

Severus notó cuando regreso que le faltaban dos viales de poción de su gabinete personal, uno de veritaserum y otro de Felix Felicis. Supuso que Slughorn agarro algo "para el camino" y no le dio más vueltas... por el momento.

Severus apenas llevaba un día en Hogwarts y ya extrañaba la comida del Chalet y pensó en si sería posible que Kreacher le trajera comida, así que en un descanso fue hasta el Chalet.

—¡Kreacher! —El elfo apareció con un pop.

—¿Qué desea amo Snape? —.

—¿Sería posible que me enviaras comida a Hogwarts, de esa que me has estado dando? —El elfo pensó un momento y recordó que aún quedaba algo del pastel del pastor que el joven amo había preparado la noche anterior. El elfo asintió—Bien, envíame algo en la cena con Dobby o envíalo tú mismo a mi asiento del Gran Comedor—.

A la hora de la cena, Severus encontró en su plato una ración sustanciosa de pastel del pastor junto con su café habitual y un mousse de chocolate. Eran restos de la cena de la noche anterior, pero a Severus no le importo. Supuso que el elfo había estado ocupado y el solo le había ordenado darle la comida, no preparar nueva comida. Pero seguramente, al día siguiente habría algo diferente en el desayuno.

Cuando Harry llegó, una hora antes que Severus, Kreacher le informó de la orden del amo Snape.

—Bueno, supongo que puedo dejar algunos guisos hechos cuando venga, así puedes enviarle comida—.

—Eso sería bueno joven amo—.

En media hora, y gracias a la ayuda de Kreacher, Harry terminó tres platillos que Kreacher se encargaría de enviarle al profesor. Harry se sentía halagado de que el profesor prefiriera su comida sobre la de los elfos de Hogwarts y los de su casa, pero resentía un poco que no le hubiera pedido a él directamente las cosas, sino a través de Kreacher. Aún así, estaba feliz de que algo que él había hecho, le gustara al hombre.

Así pasaron un par de semanas hasta que Severus sintió durante el final de la última clase del día, la llamada en la marca, como si un hierro ardiente lo quemara. Haciendo una mueca de disgusto y aguantando el dolor estoicamente, Severus despidió a su clase y envió un mensaje a Albus diciéndole que había sido convocado.

Harry Potter mientras tanto, estaba temeroso mientras se alistaba para la fiesta de Halloween. Cada año, algo horrible pasaba en esa fecha y mientras sus compañeros imaginaban los dulces que comerían, él estaba tenso y nervioso.

La Voluntad De LilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora