Capítulo 4

5.1K 374 141
                                    

-Adrien-

El fuerte ruido de la alarma de Marinette me despertó, sentí como ella se removía de mi abrazo y atravesaba mis manos para alcanzar la alarma, pude notar que miraba sus manos y veía su blusa con los ojos muy abiertos, solo tardó unos segundos y estos se cristalizaron.

-¡Tikki!.- exclamó parándose de la cama con rapidez.

Me quedé mirándola desde arriba sentado en su cama... En su cama... ¡Por dios! ¡Dormí junto a Marinette! ¡Soy un pervertido!.

-Tikki... Ven por favor.- oí su voz nuevamente mientras buscaba en sus cajones.

-Aquí estoy Marinette.- la pequeña kwami carmesí voló hacia la azabache.

-Tikki, por favor dime que lo que creo que pasó ayer no es así.- alzó sus manos y la kwami se posó en estas mirándola a los ojos con tristeza.- ¿Tikki?... Dime, por favor.

-Marinette... l-lo siento, pero si pasó.

-N-no... .- la voz de Marinette se quebró y comenzó a llorar nuevamente.

Ya estoy cansado de esto... No puedo verla así de mal, no aguanto verla llorar. Marinette comenzó a sollozar de pie, dejó a Tikki encima de su escritorio y se devolvió a la cama, esta vez acostandose debajo del tapado.

Su pequeña nariz estaba roja al igual que sus hinchados ojos, esta vez su llanto era silencioso. Una vez oí que el llanto en silencio es de los más dolorosos que hay, me partía el alma ver lo que estaba sufriendo, quisiera que supiera que estoy aquí a su lado.

-Mari... Se que es difícil y que te duele todo esto, pero debemos llevar el prodigio de la mala suerte donde el maestro.- dijo Tikki acercándose a la mejilla de mi bichito.

¿Que maestro? ¿Llevar mi prodigio?.

Marinette no le respondió y solo dejaba resbalar las gotitas saladas por sus mejillas.

Tikki bajó su pequeña cabeza y voló hasta el escritorio nuevamente. Me quedé mirando a Marinette sentado a un costado de su cama.

-¿Marinette?.- oí la voz de la señora Sabine quien abría la puerta hacia la habitación de la azabache.

Mi princesa se cubrió con las frazadas hasta su cabeza.

-Marinette, hija, llegarás tarde a la escuela.- dijo en un tono dulce la señora.

-Marinette, dile algo.- le decía mientras su madre se adentraba por completo en el cuarto.

-Marinette, debes levantarte, tu padre ya preparó el desayuno, querida.- hablaba con una sonrisa en su rostro.

Marinette suspiró.

-M-mamá, no me siento bien... ¿puedo faltar a clases hoy?.- su voz sonaba mal pero lo disimulaba bastante bien.

-¿Te duele algo? ¿Llamo a un doctor?.- preguntó alarmada la de rasgos asiáticos.

-¡No! Digo... Solo necesito descansar.

-Está bien, te traeré el desayu...

-No quiero mamá, estoy bien así... Solo quiero estar sola.- respondió aún bajo el tapado.

-Está bien, mi pequeña ¿estás segura que todo está bien?.

-S-si... No te preocupes.

La señora Sabine salió de la habitación y ni prestó atención a todo el desorden que había dejado su hija en el lugar o simplemente prefirió dejarlo pasar.

Under The Rain (completa) Where stories live. Discover now