¿Quién Es Ella? «Terminada» Jacob Satorius, Johnny Orlando, Magcon, Blake Gray

Capítulo 44 Hot

-Creo que has visto demasiado.

Se ríe maliciosamente. Vuelve a sentarse encima de mí, y me levanta la camiseta para quitármela.

-Mmm -susurra satisfecho-. Esto va cada vez mejor.

Se inclina, me besa suavemente los labios, cierro los ojos para mayor placer y dejo de sentir su peso. Oigo el leve chirrido de la puerta de la habitación. Regresa, la puerta vuelve a chirriar, oigo sus pasos por la habitación Cierra la puerta, yo abro los ojos y se acerca quitándose los pantalones, cierro los ojos nuevamente y oigo que caen sus pantalones al suelo. Sé que está desnudo. Y vuelve a sentarse sobre mí, pero rápidamente Se mueve, se coloca a mi lado y siento su erección en la cadera. Oh, lo quiero dentro de mí.

-¿Te parece esto agradable? -me pregunta.

Me pongo tensa. Me besa. Muy despacio empieza a descender con los labios desde mi cuello, pasando por mis pechos, hasta mi torso y mi vientre que provoca un incendio que se propaga hasta lo más profundo de mi ser.

-Ahora tienes que quedarte quieta -susurra.

Mis caderas se flexionan automáticamente. Gimo, intento controlarme y lucho desesperadamente contra esta necesidad. Oh, no... por favor.
Me baja las copas del sujetador y deja mis pechos al aire, expuestos. Se inclina, besa y tira de mis pezones con los labios fríos.
Lucho contra mi cuerpo, que intenta responder arqueándose.

-¿Te gusta esto? -me pregunta tirándome de un pezón con los labios. Gimo y lucho por no descontrolarme. Una desesperante y dulce tortura.

-Oh... por favor... Blake... por favor.

Está volviéndome loca. Puedo verlo sonreír.

Estoy muy caliente... caliente y muerta de deseo. Lo quiero dentro de mí. Ahora.
Me desliza muy despacio los dedos helados por el vientre. Como tengo la piel hipersensible, mi espalda se arquea al sentir mi piel erizar. Blake se mueve rápidamente y me lame, me besa, me muerde suavemente y me chupa los pechos, uno por uno.

Jadeo en voz alta. En lo único que puedo concentrarme es en su tacto.
Nada más es real. Nada más importa. Mi radar no registra nada más. Desliza los dedos por dentro de mis bragas y me alivia oír que se le escapa un profundo suspiro.

-Oh, nena -murmura y me introduce dos dedos. Sofoco un grito. -Estás lista para mí tan pronto... -me dice.

Mueve sus dedos despacio, dentro y fuera, y yo empujo hacia él alzando las caderas.

-Eres una glotona -me regaña suavemente.

Traza círculos alrededor de mi clítoris con el pulgar y luego lo presiona.
Jadeo y mi cuerpo da sacudidas bajo sus expertos dedos. Estira un brazo y me toma la barbilla para que pueda verlo, abro los ojos y lo primero que buscan mis ojos es su miembro erecto, al verlo me hace parpadear. Deseo tocarlo.

-Quiero tocarte -le digo.

-Lo sé -murmura.

Se inclina y me besa sin dejar de mover los dedos dentro de mi, trazando círculos y presionando con el pulgar. Con la otra mano me recoge el pelo hacia arriba. Replica con la lengua el movimiento de sus dedos. Empiezo a sentir las piernas rígidas de tanto empujar hacia su mano. La aparta, y yo vuelvo al borde del abismo. Lo repite una y otra vez. Es tan frustrante... Oh, por favor, Blake, grito por dentro.

-Este es tu castigo por morder tu labio. Estabas tan cerca y de pronto tan lejos. ¿Te parece esto agradable? -me susurra al oído.

Lo único que logró hacer es gemir. Estoy indefensa, perdida en una tortura erótica.

-Por favor -le suplico.

Al final se apiada de mí.

-¿Cómo quieres que te folle, Bizcochito?

Oh... mi cuerpo empieza a temblar y vuelve a quedarse inmóvil.

-Por favor.

-¿Qué quieres, Bizcochito?

-A ti... ahora

-Dime cómo quieres que te folle. Hay muchas distintas formas y maneras -me susurra al oído.

Alarga la mano hacia el paquetito plateado de la mesita de noche. Se arrodilla entre mis piernas y, muy despacio, me quita las bragas sin dejar de mirarme con ojos brillantes. Se pone el condón. Lo miro fascinada, anonadada.

-¿Te parece esto agradable? -me dice acariciándose.

-Era una broma -gimoteo.

Por favor, fóllame, Blake.
Alza las cejas deslizando la mano arriba y abajo por su impresionante miembro.

-¿Una broma? -me pregunta en voz baja.

-Sí. Por favor, Blake -le ruego.

-¿Y ahora te ríes?

-No -gimoteo.

La tensión sexual está a punto de hacerme estallar. Me mira un momento, analizando que tan alto es mi deseo, y de pronto me agarra y me da la vuelta. Me pilla por sorpresa, y tengo que apoyarme en los codos. Me empuja las rodillas para alzarme el trasero. Antes de que pueda reaccionar, me penetra. Grito por su repentina embestida, y me corro inmediatamente, me desmorono debajo de él, que sigue embistiéndome. No se detiene. Estoy destrozada. No puedo más... y él empuja una y otra vez... una virgen con un experto... lo hace tan duro.... no puede ser... no... ahhh....

-Vamos, Bizcochito, otra vez -ruge entre dientes.

- Más Blake.... por favor más.... ahhh...

- ¿estas bien? ¡oye! ¡Nathalie! ¡reacciona!

Y con eso es suficiente para despertar, todo fue un sueño, un jodido sueño. Ya decía yo, no podría perder mi virginidad así... tiene que ser especial.

- ¿estas bien?

- s..si... ¿por que lo preguntas?

- mmm pues no se será porque... por favor... fóllame Blake... ahhh más... - me "imita"

- ¡no puede ser! En serio lo siento Blake, en realidad yo no controlo los sueños y no se porque soñé eso y mucho menos que hablaba dormida, es decir... me lo habían dicho antes pero pense que era vacilando y yo... - soy interrumpida, interrumpida por unos labios cálidos sobre los míos ¡Blake me está besando! No es uno como el de hace algunas semanas o meses ya ni se, sino que este es con movimiento y lengua. No me muevo, simplemente estoy en shock.

- hasta que por fin te callas - dice al separarse de mi.

- ¿por que hiciste eso? Ahh... no, espera, ya se, porque no me callaba.

- exacto! Y no te preocupes, no le diré a nadie. Todo el tiempo supe que me tenías ganas, Bizcochito.

- ya quisieras Gray - lanza una sonora carcajada.

Nos volvemos a acostar y miramos la televisión.

- ¿te la metía muy duro? - pregunta haciéndome desconcentrar.

- eres un idiota Blake - lo golpeó y luego salgo de su habitación para dirigirme a la de invitados y dormirme.