#7 Memoria

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—¡Cúrame he dicho! ¡Cúrame!

—No lo mereces, no después de ver en lo que te has convertido.

—¡Cállate! ¡No quiero escucharte!

—Puedo negarme.

—Sé que no puedes.

—¿Qué vas a hacer con ella?

—¿Y a ti que te importa?

—Es una guardiana, no deberías...

—Si no me curas ya, vas a pasarlo peor de lo que puedas imaginar.

***

Seizon se despertó empapada. El frío no tardó en apoderarse de su carne, haciéndola tiritar. Miró a su alrededor. Reconoció rápidamente las pantallas apagadas y polvorientas. Era la misma sala dónde había estado el caído encadenado. Revisó de soslayo sus brazos. Estaba maniatada con gruesas cadenas de metal. Frente a ella, Beon sostenía un cubo vacío. Lo había vaciado sobre ella.

—Debes estar preguntándote cuán rápido puede cambiar la vida ¿verdad? —en el rostro de Beon había rabia al tiempo que satisfacción.

Seizon tosió un poco, y se quedó mirando a Beon, sorprendida. Intentando recordar cómo podría haber acabado ahí sentada.

—¿No piensas decir nada? —preguntó Beon mientras se acercaba un poco a la chica.

—¿Por qué me has atado? —Seizon parecía desconcertada.

—¿Qué por qué te he atado? —Beon se pasó la mano por el pelo, echándoselo hacia atrás— ¿qué tipo de pregunta surrealista es esa? ¿has perdido la última neurona que te quedaba?

—No... no entiendo nada —Seizon se revolvió en las cadenas—. ¡¿Por qué estoy aquí?!

—Espera... ¿qué es lo último que recuerdas? —de pronto algo cambió en la mirada de Beon.

—Estaba en esta sala, me enseñabas a un caído... atado... aquí... donde estoy yo ahora —Seizon se agitó en la silla, forcejeando con las cadenas— ¡¿Qué quieres de mí?! ¡¿Por qué me encadenas?! ¡Estás loco!

—¿No recuerdas cómo el caído se liberó de las cadenas y nos atacó? —Beon lucía muy serio de pronto.

—¿Nos atacó? —Seizon intentaba recordar, pero la imagen del caído desangrándose en esa misma silla la atormentaba.

—Así es, y tú lo mataste —Beon se había acercado un poco más, posando una mano sobre el hombro de la chica.

—¿Lo... maté? —había desconcierto absoluto en el rostro de Seizon.

—Y luego me atacaste a mí, estabas fuera de sí —tragó saliva y puso cara de remordimiento— no tuve elección, tuve que detenerte.

—P...pe...pero, no recuerdo nada ¿por qué iba a atacarte? —el diámetro de la cabeza de Seizon debía estar creciendo de tanto pensar.

—Usaste la luz Seizon, eres una portadora de la luz.

Seizon se quedó petrificada, sin saber que decir. Algunas escenas se dibujaron en su mente como destellos, vio a su hermana Kaito, sus propias manos irradiando luz azul. Nunca había sido capaz de ver más allá, de contextualizar aquella escena. Eran imágenes difusas, tan lejanas que podrían haber sido un sueño. Hasta ese momento, Seizon se había autoconvencido de que todo formaba parte de su imaginación, pero no de su pasado. Recordaba con claridad su infancia en la aldea, con sus padres y su hermana, pero no podía recordar el momento en el que había acabado sola. Nada más allá de esa maldita imagen de Kaito entre sus brazos.

Las palabras de Beon la habían golpeado como un potente mazo del juicio. De pronto, sus peores temores se hacían realidad. Sus palabras eran la confirmación de que fue ella misma la que mató a su hermana, usando la luz. Se había vuelto loca y había matado a Kaito. Y ahora le había vuelto a pasar en presencia de Beon, era un peligro para la gente de su alrededor, por eso se había quedado sola.

—No... no lo recuerdo —una lágrima se deslizó por su mejilla— ¿cómo... lo maté?

—Oh... lo torturaste hasta que se desmayó de puro dolor... y ya no volvió a despertar —Beon hizo una pausa dramática— y luego viniste a por mí.

—¿Qué? —Seizon observó sus manos, pegadas a su cuerpo con la presión de las cadenas— no puede ser que yo...

Y empezó a llorar desconsoladamente, algo que no había hecho desde que tenía ocho ciclos.

—No te preocupes —dijo Beon suavizando la voz— lo importante es que estamos los dos bien.

En sus manos agitó las llaves que abrirían las cadenas. Unas llaves que Seizon no recordaba haber visto jamás.

Era Oscura | DestinyWhere stories live. Discover now