Amigo de la Infancia

Capítulo 4: Halloween.

Ya al cumplir un mes en el internado, sentí que al fin me había adaptado, tenía algunas amigas y había entrado al club de voleibol. Me gustaba mucho.

-¡Anna!-Me llamó una de las organizadoras del comité.

-¿Si?- Dije extrañada.

-¡Necesitamos tu ayuda para la casa del terror! ¿Nos ayudarías?

-Mmm...-No me gustaban mucho esas cosas, no van conmigo pero por alguna razón accedí.- Esta bien- Dije finalmente algo dudosa.

-Perfecto-Reviso en su lista.-Bueno queda el traje de Zombie y del Payaso de terror- Sonrió.- ¿Cuál prefieres?

Gruñí, no eran buenas opciones. Pero ni loca me vestiría como un payaso.

-El de Zombie...- Dije sin más.

-¡Muy bien!- Tachó en la hoja.-Mas tarde ven a buscar tu traje al depósito del gimnasio.

Al final de clases fui a buscar el dichoso traje, lo coloqué en mi cama y lo vi detalladamente. Me lo probé y no me gusto para nada, pues el traje era un vestido desgarrado arriba de las rodillas, muy arriba... un poco más y se me vería la retaguardia.

Me vi en el espejo y ya me estaba arrepintiendo.

-¿Que te paso?- Se abrió la puerta y vi a un Jason extrañado.

-¿A qué te refieres?-Pregunté seria.

-A lo que llevas puesto-Me recorrió con la mirada.-Tu vestido... se te rompió.- Dijo sonrojándose

-No es mi vestido- Me sentí incómoda con su mirada y trate de bajar el vestido pero fue inútil.- Es el traje de Zombie para la casa del terror.

-Oh ya veo...-Sonrió apoyándose de la pared.

-Y ni hablemos del maquillaje- Volqué los ojos.

Lanzó una carcajada.

-No creo que necesites maquillaje, con aparecer a si te aseguro que asustaras a muchas personas.-Me guiño un ojo burlón.

Quedé un momento pensativa hasta que me di cuenta.

-¡Oye! Eres un idiota- Lo fulmine con la mirada.

Río.

-Anna, no crees que... ¿Está muy corto?- Dijo ahora serio.

-Sí pero me da igual, solo lo usare una vez- Me encogí de hombros.

-No lo utilices...- Hablo con voz ronca.

-¿Por qué?- Fruncí el ceño.

-Usa un pantalón o algo pero no utilices ese vestido tan corto... se te ven... todas... las piernas- Volteó su rostro y se sonrojo levemente.

Sonreí extrañada.

-¿Qué ocurre contigo? ¿Acaso eres mi padre o algo para que me digas que usar? No te entiendo...- Bufé.

-Haz lo que quieras- Dijo cortante y se fue algo molesto. Lo mire estupefacta.

¿Qué pasa con él?

***

Se hicieron todos los arreglos para el festival de Haloween y había quedado muy bien, no había rincón del internado que no estuviera adornado.

Al arreglarme recordé que desgraciadamente Jason tenía razón, así que me coloqué un pantalón de otro traje de Zombie.

-¿Feliz?- Le dije al verlo caminando fuera de la cafetería.