Elegante pero provocativo.

Le dio vuelta y observo la espalda...

Botones.

¡Muchos Botones!

No tenía cierre, solo unos 50 botones.

—Ehan te hará pedazos— le susurro al vestido con una sonrisa conocedora.

No perdió más el tiempo se lo probo para estar segura que ese sería el indicado. Ya quería ver la cara de su prometido.

Dos horas después, Hanna se encontraba cruzando la puerta principal del departamento; esta extasiada, todavía no podía creer lo enamorada que había terminado de su vestido, por suerte los arreglos eran mínimos y no habría ningún problema en realizarlos a tiempo.

Y con la despedida de soltera...bueno, Amanda se encargaría de todo.

Camino hacia el salón donde el sol de la tarde se filtraba por las ventanas pero no encontró a ninguno de sus hombres por ahí.

¿Dónde estaban?

Fue a la cocina y al despacho pero no los encontró así que fue hacia las habitaciones, reviso la de los gemelos pero estaba vacía, llego a su habitación y abrió la puerta llevándose una grata sorpresa.

Sobre la cama, se encontraban sus tres chicos plácidamente dormidos.

Ehan se encontraba al centro con Matt a su izquierda y Dony a su Derecha pero este último tenía su cabeza apoyada sobre una de las mesitas a los costados.

Verlos así aceleraba su corazón, por mucho tiempo pensó que jamás podría ver a Ehan siendo un padre para sus hijos. Con cuidado, saco su teléfono e inmortalizo el momento. Era una imagen muy hermosa verlos a todos tomar una siesta.

Se quitó los zapatos de tacón para evitar hacer ruido y camino hacia su closet para cambiarse de ropa y estar más cómoda en casa, tomo unos shorts y una camisa de tirantes antes de caminar nuevamente hacia la cama. Tomo a Matt en brazos y lo llevo hacia el otro lado de la cama, lo dejo junto a Dony antes de acomodar a este.

Regreso al otro lado y se subió a la cama para abrazarse a Ehan el cual giro en sueños y la abrazo apoyando su cabeza en su pecho, por un momento pensó que lo había despertado pero al sentir su respiración relajada supo que continuaba dormido.

Quería que descansara.

Esas semanas habían sido muy pesadas para él, con el divorcio de Marco, la boda, la mudanza y todos los problemas mediáticos le habían generado mucho estrés. Se dedicó a acariciarle el rostro y el cabello hasta dejarlo profundamente dormido.

Tener a toda su familia ahí junto a ella era reconfortante. Los minutos pasaban y ella no dejaba de observar a su prometido junto con sus pequeños. Eran tan parecidos...nadie podía negar que eran padre e hijos.

Se llevó la mano al vientre imaginando como serían los próximos, porque no dudaba que serían más de uno.

— ¿Mamá?— susurro la voz de Dony unos 5 minutos después. El pequeño se encontraba sentado en la cama restregándose uno de sus ojitos con su mano.

Hanna le hizo una seña para que no dijera nada ya que su padre y Matt seguían dormidos. Con cuidado...se apartó de Ehan y lo dejo apoyado sobre una de las almohadas antes de tomar a Dony en brazos y sacarlo de la habitación.

— ¿Cómo estas mi amor?— pregunto Hanna al sentir a Dony apoyarse en su hombro adormilado.

—Bien mamá— susurro sin abrir sus ojos.

— ¿Te divertiste con Cony en el parque?— Esa mañana, Cony se había llevado a los chicos a Central Park mientras Ehan estaba en la oficina y ella había ido a organizar todas sus cosas en casa para dejar todo listo para la mudanza de la próxima semana, después se había ido directamente a la prueba del vestido y no había vistos a sus hijos hasta ese momento.

Nuestra Segunda Oportunidad. Saga: NYC N° 3Where stories live. Discover now