Mi amor de invierno serás

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Los vientos del norte comenzaban a soplar más frecuentemente. Enfriando toda la estación que el otoño había dejado, cayendo los primeros copos de nieves, desesperados por ser libres. Y así dando la bienvenida al invierno.

La ciudad de Seattle era una de las primeras en recibir el invierno antes que las demás.
Sus calles y parques ya empezaban a tener sus suelos nevados dando una bonita vista si salías a dar un paseo.

Un pelinegro había salido de casa, no a dar un paseo específicamente. Dave se dirigía a casa de Kurt con cierto entusiasmo, tenía unas ideas para el nuevo álbum y estaba emocionado por contarselas al rubio. Además de pasar tiempo con él claro.

Llegó a la casa de dicho rubio y tocó el timbre. Espero, pero nadie atendía. Volvió a tocar pero nadie salía

—Maldición— Murmuró el baterista al darse cuenta de que Kurt no estaba.
Se alejó de allí y decidió dar un paseo por Seattle para lograr hacer algo de tiempo por las dudas si Kurt volvía en algún momento.

Caminó unas calles sin rumbo alguno. Pero al parecer sus pies si tenían un rumbo.
Cruzó una avenida con sus manos en los bolsillos de su camisa, se paró al frente de un Bar que él conocía muy bien.

Dicho lugar estaba cerrado, de seguro por el invierno. Pero Dave se acercó de todas formas al cristal para ver a través de este.
Y cuando lo hizo, su cabeza se lleno de recuerdos que hubiese preferido no tenerlos.

Dave y su primer grupo se encontraban a las afueras de un Bar, con las caras largas entraron para dar una pequeña presentación esa noche.

Si decíamos la verdad, la banda de Dave no estaba tieniendo ningún éxito. Ni siquiera en su propia ciudad.

La banda ya no quería seguir, ya que ellos no estaban obteniendo lo que querían. Así que sin muchas ganas subieron a tocar. Pero Dave siempre daba lo mejor de sí para tocar, porque él si tenía fe en que algún día triunfaría

Después de tocar cinco canciones que ellos mismos habían compuesto, saludaron al público y bajaron para, seguramente, tomar algo hasta embriagarse.

El pelinegro ya se encontraba en la barra pidiendo algo para él y sus compañeros. Cuando en un momento quiso darse vuelta para ubicar a sus compañeros, golpeó a alguien con su codo haciendo que el desconocido retrocediera con una mano en su estómago

— Lo siento amigo, ¿Estás bien?— Dave se acercó un poco preocupado. Había sido un buen codazo

—No te precupes camarada, no fue nada— Habló el contrario con aires de despreocupación. Se enderezó y ahí fue cuando Dave pudo verlo mejor.

Era rubio, al juzgar por sus raíces castañas era rubio teñido. Pero eso no era lo único que resaltaba en esa persona desconocida. El baterista no tardó en notar lo alto que era ese chico, muy alto. Parecía una jirafa

—Sólo que los codazos normalmente los recibo cuando estoy ebrio, se siente raro recibir uno sobrio ¡Gracias por la experiencia hermano!— Bromeó el rubio— Oye tú no eres el que acaba de tocar ahí arriba?— Preguntó encendiendo un cigarro

— ¡Ganaste el Bingo!— Bromeó también el pelinegro— ¿Por qué lo preguntas?

— Porque déjame decirte que suenas increíble— Sonrió el alto— Yo cuando era pequeño quería tocar la bateria, ya sabes, agarraba las ollas y cucharas de madera. Pero cuando descubrí el bajo, amigo, no lo pude soltar más— Contaba el rubio.

El pelinegro tenía que ir con sus amigos, pero ese extraño tenía algo que le había agradado y quería seguir escuchandolo— De verdad, suenas muy bien...—Señaló a Dave y entrecerró sus ojos intentando adivinar su nombre

Wintertime Love : Daff \Duff + Dave/Where stories live. Discover now