The Perfect Girl? ➸ Fluttershy.

Capítulo 8. 『Así que no soy la única, ¿eh?』

Estaba caminando por el pasillo, cuando en un mural veo... ¿una pintura de Sugar Belle?

—¿Qué, qué?—pregunté mirándola.

—¿No es bonita? La profesora de artes la puso aquí para que toda la escuela la viera. —dijo llegando BonBon.

—¿Enserio?... Vaya... ¿tú no hiciste una pintura?

—Sí, quería que mi pintura estuviera aquí pero...—suspiro—. la de Sugar Belle es mejor...

—Oh BonBon se que la tuya es mucho mejor, ¿me la nuestras?

—Esta en el salón de arte, vamos.

La seguí hasta el salón de arte, en este no había nadie.

—Mira. —me la mostró.

—Si que es hermosa... más que la de Sugar Belle... la tuya debería estar en su lugar.

—Eso no pensó la profesora. —dijo un tanto triste—. Ella siempre le encantan las pinturas de Sugar Belle, pero es comprensible... ella pinta muy bien, demasiado.

—& no solo eso, también es buena en los deportes, en las clases, en todo lo que te puedas imaginar... seguro después nos enteraremos que es domadora de leones. —dije y BonBon rió.

—¿Te confieso algo?—asentí—. Algunas veces... le tengo celos a Sugar Belle por pintar mejor que yo... es extrañó que alguien pinte tan bien.

—No te preocupes, no eres la única que se siente así con ella.

—Parece tan... ¿perfecta?... pero no es posible, porque no existe nadie perfecto.

—Exactamente. —sonreí al tener alguien que se sienta más o menos como yo.

Escuchamos la campana, BonBon rápidamente dejo la pintura en su lugar.

—¡Me tengo que ir a clase, adiós Fluttershy!—dijo saliendo del salón.

—¡Adiós!

Reí y mire la pintura de BonBon.

Tengo una idea, pero necesito ayuda.

[…]

—¿Qué yo qué?—pregunto confundida.

—Tú sólo vigila que nadie venga, ¿si Pinkie?

—Pero, ¿qué vas hacer? ¿y qué haces con esa pintura?—pregunta.

—Ahora lo verás, pero necesito que vigiles.

—¡A la orden!—dijo fingiendo ser un soldado y yendo a vigilar.

Cambié rápidamente la pintura de Sugar Belle por la de BonBon y quite el nombre de ella por el de BonBon.

—¿Listo?—preguntó Pinkie.

—¿No viene nadie?—pregunté y Pinkie negó—. Mira.

Volteó y miro la pintura de BonBon.

—¿Qué no estaba otra pintura ahí?

—Sí pero la cambie por otra que tiene que ser vista.

—Bueno, ¡esta me gusta más!—sonreí—. ¿Vámos con las demás?

—Tú adelántate. —dije y asintió.

—¡Oki doki!—dijo y se fue saltando.

Mire la pintura de Sugar Belle, me asegure de que nadie estuviera viendo, para terminar tirando la pintura de ella a la basura.