Capítulo 9: Y tu serás...

806 48 6
                                    

Narra Guido:

Este era un momento que nunca espere tener que enfrentar. Alina sollozaba en voz baja para no alertar a los mellizos. Lo único que podía hacer era contenerla todo lo que pudiera, luego veria como resolver el resto. Eso sin contar el hecho de empezar una breve mudanza a su casa, estase visto que habran momentos díficiles por delante y no esta en mis planes dejarlos solos.
—Veni Ali, vamos al baño.
Agarre su cintura pasando su brazo por sobre mis hombros. Entramos al pequeño cuarto, cerre la puerta y la senté en el inodoro con la tapa cerrada. Humedecí las manos para mojarle el rostro dejando algunos mechones de cabello detrás de las orejas.
—¿Qué hacemos ahora? ¿Cuántos días mas va a estar lejos?— Se preguntaba intentando calmarse.
—No se, me gustaria tener un plan para todo pero no lo tengo...No podemos llamarla de prepo por teléfono.
—¿Porqué no?— Alzo una ceja.
—Hay que esperarla, dejar que vuelva sola y después le haces todas las preguntas que quieras. Sin apuros. Mientras tanto voy a estar con ustedes...
Alina envolvio sus brazos en mi cuerpo,  no era un abrazo común, ni el de una fan, era el abrazo de alguien que necesita una muestra de afecto. Ni dude y correspondí a su acción de la misma forma. Sus labios susurraban un gracias constante.
—¿Estas mejor?
—Si, gracias a vos.
—Nada de eso, vamos que los enanos van a empezar a preguntar.
Del baño pasamos nuevamente al cuarto, ordenamos los papeles tirados , tomamos lo que estabamos buscando y salimos. En el comedor, como supuse, tanto Emi como Agus nos mataron a preguntas que debiamos sortear con el mayor éxito posible.
—¿Qué paso? Se tardaron— Empezó Emi.
—¿Estabas llorando Ali?— Lo siguío Agus.
—No pasa nada, Emi ¿Te acordas de lo que hablamos anoche?— Movío la cabeza arriba y abajo— Bueno, Ali también extraña a su mamá.
—No llores Ali, Guido dijo que se va a quedar con nosotros— La consoló el pequeño al entender lo que supuestamente pasaba.
Alí nos regaló una hermosa sonrisa abrazando a sus dos hermanitos.
—Bueno, ¿Qué tal si concinamos algo? Muero de hambre— Sugerí para cambiar un poco la onda.
Inmediatamente los tres aceptaron mi oferta. Nos adueñamos de la cocina donde preparamos unos ñoquis riquisimos. Apenas estaba aprendiendo la receta aun que puedo asegurar que quedo bien. Al rato de cenar bañamos a los nenes ya que mañana tenian escuela.
—Ni ganas de ir mañana ¿Tenemos planes?— Alina suspiraba fastidiada con la idea de madrugar.
—Tengo una reunión con mis hermanos, nos pusimos de acuerdo para componer algunos temas...Si queres puedo llevarte conmigo, es mejor que quedarte sola en tu casa— No hacía falta una respuesta concreta, su reacción decía absolutamente todo.  
—¡Sos lo más!— Dejo a la vista su estado mas euforico— Okey me salto la fan— Comento luego arrepentida.
—Que te salte más seguido porque sonriendo sos más hermosa.
Sus mejillas pasaron de un leve rosado a un rojo furioso en cuestión de segundos.
—Vamos a dormir mejor...
Volvió los pies en dirección a la escalera. Seguí su andar hasta la habitación.
—Buenas noches Ali.
—¿A dónde piensa que va señorito Armido?
—¿A dormir?
—Quedate conmigo...Porfis.
Amuchó los labios en forma de pucherito como una nena de cinco años.
—Me quedó...Pero no te mal acostumbres.
Tenia mis razónes para que esto no se vuelva una rutina, odiaba la idea de tener que extrañarla después. De por si me cuesta soltar a la gente con la que me encariño y no queria que este sea el caso. Omitiendo toda sensación apartada comence a quitarme la remera, eso sí, por una cuestión de respeto me deje puesto el pantalón. Alina se paró de espaldas a mi, deslizando hacia arriba su remera rosa. A esta chica le brotaba una sensualidad inconsiente, estaba provocando mi lado más salvaje sin siquiera darse cuenta de ello. Contuve mis impulsos desviando la mirada a un costado. Espere a que terminara de cambiarse, desabroche el cierre del jean para luego acostarme. Alina se recargó en mi hombro, aproveche el pequeño acercamiento para abrazarla manteniendo una distancia respetuosa.
—Es muy boludo lo que te voy a pedir, pero muy ¿Me cantas algo?— Escondió la cara en mi cuello roja de vergüenza.
—Que no te de pena jajaja después de todo trabajo para vos ¿no?
Ali solo asintió entre risitas.
Prepare la garganta mientras recordaba una canción preciosa que al instante entoné.

Beth I hear you calling
But I can't come home right now
Me and the boys are playing and we just can't find the sound. 

Beth oí tu llamado
Pero no puedo volver a casa ahora
Los chicos y yo estamos tocando, y nosotros no podemos encontrar el sonido.

Just a few more hours
And I'll be right home to you
I think I hear them calling
Oh Beth what can I do?
Beth what can I do?

Solo son unas pocas horas mas,
Y estare en casa contigo,
Creo que oí tu llamado
Oh Beth ¿Qué puedo hacer?
Beth ¿Qué puedo hacer?

Volví los ojos sobre Alina, para este momento dormía serena como un ángel.
—Dulces sueños princesa.
Bese su frente antes de dejar mis ojos caer rendidos al sueño.

Al día siguiente despertamos temprano, puesto que debíamos preparar a los enanos para su primer día en el nuevo jardín.

—Necesito darme por lo menos una ducha, hoy paso a buscar mis cosas en la casa de mis viejos— Volví a colocarme mi remera camino al baño.
—Bueno jaja hoy si te dejo instalarte en el cuarto de huespedes.
Bromeo entre risas.
Habiendo podido ducharme baje con ella a la cocina. Agus y Emi bajaron vestidos con sus pequeños guardapolvos celestes.
Servimos el desayuno para cuatro, el cual constaba de tres leches y un café, minutos mas tarde bien preparados encaramos la jornada.

Tanto a Emi como a Agus parecio gustarles el lugar, saludaron y entraron corriendo. Desde ahí viajamos en remis a un galpon que adquirimos hace maso menos un año, nuestro segundo garage de enasayo. Pato y Gaston nos recibieron con caras algo raras.

—¿La nena es?— Patricio le hincó los ojos a Alina de pies a cabeza.
—Alina, una amiga— Fui directo.
—Un gusto Alina, soy Gaston.
La castaña actuo cual si no supiera quienes son. Era realmente buena para disimular su emoción.
—Alina, lindo nombre...Como la dueña— Pato le hizo un guiño. Respire hondo, fingí ignorancia y voltee la mirada.
—Gracias— Respondió cortante como una navaja.

Nadie dijo mas nada, pusimos manos a la obra.
Hora y media continua de ensayo con breves pausas acontecieron el día de hoy. Maso menos diez y media hicimos un break.
Lejos de romper con la costumbre habitual, mi hermano de en medio aprovecho para galantear con uno de sus agudos comentarios.

—¿De donde se conocen?
—De por ahí, eso no importa realmente, somos buenos amigos— Ali atajo el primer penal como una profesional.
—Apa, sos brava chiquita. Pense que eras la pendeja que Guido esta cuidando...
—Si lo fuera seria afortunada, no todos los días un chico como Guido se convierte en tu niñero— Pudo con el segundo sin problemas.
—Che Pato de agua estancada ¿Terminaste el interrogatorio?— Intervine un poco impaciente.
—Apenas empiezo gatito, hablando de eso ¿A qué hora te vas?
—¿Ya me estas hechando?— Reí.
—Tenes que ir a laburar, por eso, ahora te tienen cortito. Ah Mamá dijo que vayas a casa, ya tiene preparadas tus cosas.
Su frase, cierta o no, me desconcerto a tal grado que mi cara era evidente.
—¿Enserio?
—See, ahora la casa es mía.
—Bueno, a la tarde paso— Mire al piso. Era un poco raro sentirse hechado de la que era tu propia casa.
—Es broma boludo, sigue preguntando porqué no vas.
Me dio un saque en la nuca con la mano abierta haciendo que manchara de café la única prenda que tenia disponible.
—¡¡Mira lo que haces pelotudo!!
—¡Dale! No seas maricón.
—¡Patricio me tenes harta! Sos infumable nene— Intervinó Alina.
Todo se transformo en gritos, gritos y más gritos...

Holaaaa ¿Cómo les va? Tenemos otro capítulo con un lindo quilombo en puerta. Alina espera el momento correcto para encarar la conversación con su mamá, mientras ella y Guido viven un momento más que tenso con los hermanos del rubio ¿Cómo seguira esto? Los amoooo💙💙💙♡♡♡

Mi Niñero; Un Rockstar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora