Mi otro yo

Capítulo II | "Alessio"

A veces la vida da giros que ni te esperas. Llegando a tal limite que pueden hasta causarte algo de confusión. No me gusta darle la razón a Phillip porque no me gusta que la tenga, pero creo que esta vez le daré un poco de crédito. Es increíble que haya hecho una premonición, aunque creo que fue pura coincidencia...

—Bueno chicos, los dejo solos, haré mis labores.—dice mi jefe mientras se va de su despacho, dejándome solo con esta chica. Estoy un poco nervioso, y no modulo bien lo que digo, espero no se note mucho.

—Eres... la chica con que me encontré hace una hora —le digo a la señorita— Pues sí querido. Es un gusto conocerte, James —se presenta hacia mi estrechando su mano.

  —El placer es mio, ¿Como es que sabes mi nombre? —pregunto confundido mientras le recibo el estrechón de manos. —Soy Katherin Kaine, tu nueva compañera, el señor John me envió hace una hora y media a la residencia donde vives, entregando todos tus datos hacia mi persona. No esperaba que fueras tu mi compañero —responde Katherin a mi pregunta.

Es impresionante, nunca me imaginé el hecho de que fuera una Asistente de Investigaciones, me la imaginaba como una modelo o algo así por el estilo. Hay que ver que esta ciudad tiene muchas cosas interesantes que mostrar. Y lo mas gracioso del tema es que será MI compañera de investigación. Que genial.

—Oh bueno, yo tampoco pensé que fueras una compañera de trabajo —le digo resaltando el comentario anterior— Que puta vergüenza la verdad, no esperaba que me conocieras en ese ascensor de esa manera —le recuerdo un poco la situación de hace unas horas.

—La verdad es que eso me desconcertó. Por eso después que subí a verificar si te encontrabas en tu departamento y no estabas, supuse que eras tu quien salió del ascensor. Así que te seguí —relata Katherin. Poniendo mi situación mas confusa todavía— Espera espera. Quieres decir que... ¿Me seguiste hasta el trabajo? No te vi por ningún lado —.

—Si querido, todo este tiempo te seguí. Pude denotar que hablabas contigo mismo mientras estabas de camino hacia acá. Luego entraste en esa farmacia, a comprar seguramente el medicamento que el Doctor Bill te recetó hace ya unos años. Para estabilizar tu trastorno de identidad disociativo, el cual no quieres tratar por medio de un terapeuta, por eso sigues tomando ese misma receta —Lo que dijo mi compañera me dejó anonadado por completo, sabe acerca de mi trastorno. Siempre trato de pasar desapercibido con este tema en general, de verdad. Y el hecho de que me haya investigado, me intriga.

—¿Te dedicas mucho a investigar acerca de tus nuevos compañeros? —le pregunto de manera sarcástica.

—La verdad es que si, siempre tengo que jugar una pieza mas adelante nene —responde Katherin.

No esperé nunca que nadie llegara a interesarse por mi caso, o mejor dicho, nunca esperé a que ninguna relación de trabajo me investigara. La verdad me hace sentir un poco al descubierto. Pensándolo bien, ya estoy adentrándome en el mundo detectivesco cada vez más, debo eliminar el habito de dejar rastros y estar mas atento a quien puede llegar a vigilarme. Este momento puede servirme para darme cuenta de que podré sucumbir al peligro, y estar al tanto de la situación.

—Por cierto, me gustó eso que hiciste con el chico allá afuera —dice Kath rebosando de alegría.

—Te refieres a lo del billete ¿No?. Solo no me gusta que alguien se salga con la suya. No me gustaría para nada perder pertenencias así —dije— Que alegre que pienses así, ojalá solo el tercio de la población internacional pensara como tu —dice Kath con un suspiro por medio.

Hay que dejar lo mejor de uno mismo. Siempre hacer el bien y no mirar a quien, y sobretodo sin esperar nada a cambio. No todas las personas son iguales, existen sus excepciones, claro está. Pero la mayoría de las veces está ese pequeño grupo que daña el resto, ese grupo liberal que lo que hace es joder todo el sistema, lo cual no es correcto. No todos son buenos, ni todos son malos. Hay pros y sus contras, por eso decidí ser detective. Bueno, aparte de que mi bisabuelo lo fue en su tiempo y fue fruto de mi inspiración para hoy serlo. Ese viejo quería que se resaltara el bien ante todo, eliminando la amenaza desde su raíz. Investigando los actos de los malhechores, dando con sus pistas y arrestándoles. Así relataba mi abuelo.