—Papá... —Suplicó Anya, abrazando aún más fuerte a Klaus, si le hacía daño tendría que hacerle el mismo daño a ella primero. —Tú eres misericordioso... Amas a todo ser sobre la tierra. —El tono de Anya era suplicante, deseando con desespero que todo pasara. —Perdón... Lucifer cambió... Yo solo quiero ser humana con él... Ya verás que si tienes misericordia...

—Si lo hago todos serán una manada de rebeldes ahí arriba. —Recalcó y Anya se movió un poco más, esperando cubrir aún más el cuerpo de Klaus. —Pero como te quiero tanto no pienso tocarle ni un solo cabello a tu novio. —Anya suspiró calmada, pero Damon se levantó y volteó hacia Lucifer que seguía sin poder moverse ni un centímetro. —¡El tuyo es otra historia, niña mimada!

—¡Papá, no! —Gritó Lessa y finalmente pudo moverse. Saltó desde las escaleras hacia el primer piso y se interpuso entre Chris y su padre. —Lamento todo lo que he hecho, lamento todo, pero...

—Hija, te amo, pero has tenido milenios de malos comportamientos y te los perdoné. —Se acercó a su hija y le acarició las mejillas. —Sigues siendo mi favorita... Pero ya debo ser un buen padre y castigarte.

—Me quitaste el infierno.

—Niña, nunca fue tuyo, hiciste que todos lo manejaran mientras tú corrías desenfrenada por las calles.

—Papá, castigarme a mí... No ha él. —Suplicó Lessa mientras Chris trataba de moverse o por lo menos dar una señal de "yo tomo el castigo por ella". —Por favor...

—Pero si las voy a castigar a todas. —Dijo animado, como un vendedor que decía "hay dulces para todos". —Para ti y para Anya les daré un bonito infierno propio en el cual vivirán juntas como las hermanas que son y nunca saldrán de ahí.

«¡No!» gritó Klaus internamiento, eso significaba perderla. Usó toda la fuerza que le quedó y su mano se aferró como la garra de un animal a la espalda de Anya.

Pero no fue suficiente para retenerla, porque Anya fue arrancada de nuevo de su lado como si la sujetaran de los pies y la arrastraran de vuelta al centro del altar hasta que estuvo tirada junto a Lessa, de nuevo sin poder moverse.

—¡Y en cuanto a ti! —Señaló a Rachel, que seguía entre los brazos de Alaric sin poder moverse o siquiera hablar. —Tu castigo será el más simple, vuelves a casa... —«Papi, no» suplicó Rachel. —Serás una paria entre tus hermanos y no volverás a ver al hombre que amas. —«No quiero perderla...» pensó Alaric como la más grande de las súplicas. —¡Ya dije! —Damon aplaudió y lo único que se escuchó fueron los gritos de Rachel hasta que su cuerpo desapareció en un enorme resplandor dorado.

Las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Alaric al igual que los de la gran mayoría... Vieron a la novia literalmente desvanecerse en los brazos del novio mientras suplicaba por piedad.

—Bien, hora de su castigo... —Se acercó a las dos mujeres tiradas en el suelo mientras ellas apretaban los ojos, seguras de que terminarían siendo comidas por todos los animales posibles... Pero su padre se detuvo de golpe y se las quedó viendo con el ceño fruncido. —No puede ser...—Se acercó más y lo sintió, su ira no lo había dejado sentirlo, pero ya lo estaba haciendo. —Un niño... —Señaló a Lessa y después a Anya. —Y una niña.

—¿Que? —Preguntaron Lessa y Anya sin comprender.

—Tú. —Papá puso un pie sobre Lessa y ella tembló. —Esperas un niño. Y tú. —Fue el turno de Anya de que la pisaran. —Esperas una niña ¡Las dos están embarazadas! —Gritó ofendido a más no poder, tanto así que se llevó las manos a la cabeza y comenzó a tirar del cabello hasta que las escuchó gritar de dolor. —¡No puede ser!

Sweet  Angel {Klaus Mikaelson}Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum