Especial 5

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El sonido de los parlantes se escucha puntual como cada día, marca el inicio de nuestras actividades, sólo tres reglas hay que seguir. Nunca mirarás a los praedos, sus armaduras y gran distinción los hace intocables, jamás abandonarás la labor de
la familia y jamás debes reír.

Parece complicado pero nosotros llevamos tanto tiempo sumidos
en una densa niebla que el sonido de las personas conversando suena muy lejano. Incluso para nosotros la familia real es importante seguir las normas, en los pocos libros que aún
existen en la ciudad he podido leer como solía ser, antes de
que todo acabará.

-117 -miró con horror los zapatos de un praedo, en mi garganta
hay una réplica, ella era preciosa, con sus mejillas rosadas y
con su pequeña estatura , pero jamás obedecía las reglas- 135
y 128.

Al igual que cada día, los números de algunos habitantes son
dichos por el praedo que acabó con sus vidas, un castigo y una
purificación divina, al menos eso murmura mi madre cuando se
encarga de arroparme. Me cuesta imaginar que mi destino sea
ser un praedo, no quiero ni puedo pensar en lo horrible que es
eso.

Una vez le pregunté a mi padre ¿Por qué? , aún recuerdo el
terrible dolor en mi espalda, las dudas, las voces y un montón
de incompetentes fueron los que nos condujeron hasta aquí; esa
fue la respuesta de mi madre al curar mis heridas y a partir
de ahí lo entendí. No éramos personas, somos … lo que ellos
quieren que seamos. Pero quienes son ellos y que ha pasado.

-La plaza será ocupada para el designio de los nuevos praedos…
El parlante hace eco en cada recóndito lugar de la plaza y un
estremecimiento nos acompaña a todos, siete son los elegidos
pero sólo uno puede quedarse con el título de praedo.

-115, 127, 214, 356, 089, 344 y 213

Mi número es dicho y aún con los nervios corriendo por mi
cuerpo me veo obligado a levantarme de la mesa en la que
estaba trabajando, suelto una exclamación cuando veo al 356 ,
es una niña y no debe superar los cinco años.

Los siete somos conducidos en línea y por primera vez se nos
permite levantar la mirada y observar a cada uno de los
praedos, sus gélidos ojos azules me recorren de arriba a
abajo, no dice nada pero se que espera que gane, 12 años me he
preparado para esto. Aún y cuando todo mundo aguarda
impaciente, soy incapaz de moverme, siento el temblor de la
niña pequeña que se encuentra a mi lado.

-La consigna deben cumplir si el fin no quieren vivir- la voz
de mi padre hace eco en mi cabeza.

A partir de este momento nuestras familias han quedado en el
olvido, matar para vivir, huir para sobrevivir, recordar para
vencer. Esas palabras vienen a mi mente en forma de un susurro
cálido.

El 115 es el primero en adelantarse y antes de que pueda hacer
algo, rompe el cuello de 214, somos monstruos. Salgo de mi
aturdimiento cuando 356 mira con sus ojos muy abiertos al
lugar donde descansa el cuerpo del pobre chico. Extiendo mi
mano hacia ella y corro como nunca.

Atrás han quedado los otros elegidos.

-Lo vas a lograr- me agachó y sujeto con más fuerza su mano
antes de dejarla en un escondite.

-Quiero a mi mamá- su voz denota la tristeza y la derrota…

Oh pequeña, vas a vivir aún si yo tengo que morir. Recordar
para vencer, sigue haciendo eco en mi mente. Recuerda, si lo
haces ganas, esto es un juego de estrategia, piensa y llegarás
al fin.

-356 , 115 y 089 - es el anuncio de lo cerca que nos encontramos del fin.

El llanto de la pequeña niña a mi lado, hace que a mi mente
venga algo ; voces, gritos desesperados, vamos a morir…
Tengo hambre y sed, me duele la cabeza y mi madre parece no moverse, afuera hay gritos,
desde hace días la gente empezó a actuar raro, mamá y papá discutían en voz baja, las
voces de afuera se hacen más fuertes, los lamentos me hacen estremecer.

Tiemblo pero no
se si es de frío o de miedo. Vamos a morir , eso es lo que grita la gente.

Giro tan rápido como me es posible, lo suficiente para
alcanzar a ver a 115 llegar hasta 356, me abalanzó y dejó que
la daga que lleva en sus manos me atraviese el corazón. Antes
de que mis ojos se cierren veo sus ojos azules mirarme
decepcionados. Lo siento padre pero el juego se acaba cuando
no hay jugadores.
……………………………………………………
Simulación completada, luchó por salir de la inconsciencia,
duele, me duele el pecho.

-Eres bienvenido - el aturdimiento me hace perder detalle de
la gente a mi alrededor y entonces lo entiendo…

Las voces nos llevaron a la destrucción, las voces son reales…

-Bienvenido hijo - trato de correr, la puerta está cerrada y
las paredes parecen cernirse a mi alrededor, esto no es
cierto.

-Esto no es real- digo esperando que sea cierto, pero se que
no será así, observo a mi alrededor y algo llama mi atención.

Los gritos y después nada, tengo frío , mi padre se niega a hablar con alguien que llora
insistentemente, de sus brazos cuelga la cabeza de una niña pequeña, llora sin cesar, siento
su dolor y entonces aunque padre se niega a hablar con ellas , camino con las pocas fuerzas
que quedan en mi.

-Nunca lo entendiste, no eres más que un niño- su voz cambia
cuando me mira - Haría lo que fuera por ti, incluso si eso
significa la pérdida de todos ellos -señala hacia fuera.

Niego con mi cabeza, recordar para vencer ahora puedo
entenderlo.

-Te amo papá.

Tocó la suave mano de la niña y algo sucede ambos empezamos a temblar mi padre trata de
apartarlas de mí, mis fuerzas son cada vez menos. Niego hacia mi padre y aún cuando las
lágrimas inundan sus ojos sigo negando, esto es lo correcto.

Me acerco un poco más hasta que mis labios reposan justo al lado de su oído.

-Lo vas a lograr pequeña- incluso si tengo que morir.

Me desplomó por última vez , mi padre corre y entonces veo su sonrisa, aquella que tenía
tanto tiempo sin estar ahí, las voces se apagan y el mundo a mi alrededor parece volver a su
normalidad.

-Te amo papá -la oscuridad me abraza y el frío se desvanece.

La apuesta esta embarazada #VanirAwardsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora