nueve

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─ así que además de atleta, bailarín y cantante, ¿eres repostero?

─ mmm, si para ti ser repostero significa saber hacer brownies de cajita... si, lo soy. ─ rió mientras medía leche en una taza.

─ ¿entonces me invitaste a tu casa a hacer brownies de cajita? ─ sonrió y se acercó al pelinegro. ─ bonito delantal.

─ mhp.. no lo veas. ─ soltó una risita avergonzada. ─ ¿me vas a ayudar?

─ mmm, depende. ¿con que me vas a pagar? ─ bromeó.

─ ¿no te parece suficiente comer brownies de cajita con tu mejor amigo? ─ hizo un puchero mientras precalentaba el horno.

─ de acuerdo, me convenciste.

taehyung ayudó a jungkook a terminar de hacer los brownies de cajita mientras platicaban y hacían algunas bromas. después de meter al horno los brownies, el castaño comenzó a recoger los ingredientes, pero jungkook tenía otros planes.

─ tae, ¿que ves aquí? creo que hay algo en la harina. ─ se acercó, señalando el saco de harina.

el castaño, ingenuo, se acercó a ver.

─ ¿de que hablas?

─ creo que es un insecto.

─ yo no veo nada. ─ se concentró en buscar algo en la harina, hasta que jungkook sopló el saco, llenando el rostro del otro de blanca harina.

─ ¡ay! eres un inmaduro. ─ se molestó y rápidamente lanzó un puñado de harina a su sedoso y brillante cabello negro.

ambos rieron por la apariencia del otro, pero jungkook no se iba a quedar así.

─ ¿así vamos a jugar? ─ tomó un poco del polvo de chocolate que había sobrado y lo lanzó nuevamente sobre su rostro.

─ jeon jeongguk, vas a morir.

así es como comenzó una guerra de ingredientes entre ambos chicos, terminando de pies a cabeza bañados en harina, azúcar glass y chocolate en polvo.

─ jungkook, ¿ya terminaste los brow... ─ entró a la escena el padre del pelinegro, viendo el desastre que había en su cocina, llevándose la palma de la mano a la frente. ─ no saldrás de aquí hasta que quede impecable mi cocina, jeon. voy a la tienda. ─ salió de la cocina para después salir de su casa.

ambos chicos quedaron estáticos, mientras taehyung se ponía rojo hasta las orejas. jungkook comenzó a soltar una carcajada, seguida unos segundos después por un avergonzado castaño.

─ ¿te parece muy gracioso, grandísimo idiota?  tu papá me va a odiar ahora. ─ rió mientras se acercaba a la escoba para comenzar a limpiar el piso. ─ ven aquí y ayúdame con esto.

─ lo siento, te ves gracioso lleno de harina y además todo rojo. ─ se acercó a él para quitarle la escoba y dejarla a un lado. ─ además de gracioso también te ves muy lindo, yo me encargo de eso luego.

taehyung creía que no podía estar más sonrojado, hasta que jungkook abrió la boca para decirle lindo de la nada.

─ tae, ¿crees que si nos besamos, el beso tenga sabor a brownies de cajita? ─ le preguntó con una sonrisa mientras se acercaba al castaño y le quitaba algunos cabellos de la cara.

─ hm.. n-no lo sé. ─ su mente le decía que se alejara del pelinegro, pero algo lo mantenía ahí estático, observando lo gracioso, pero adorable que se veía jungkook con la cara llena de chocolate.

a decir verdad ninguno de los dos estaba pensando demasiado, y el castaño ni siquiera se dió cuenta cuando ya tenía los ojos entrecerrados, estando tan cerca del rostro de jungkook que se mezclaban sus alientos, creando un ambiente cálido a su alrededor.

su mente se apagó en el momento en el que sintió unos suaves y cálidos labios sobre los suyos. tan solo fue un pequeño roce, una leve presión.

le sorprendía el hecho de que no quería alejarse, aunque no quisiera admitirlo, pero se sentía bien.

jungkook se alejó después de pocos segundos. pasó su lengua por sus propios labios para después sonreír.

─ sip, sabe a brownies de cajita, y tus mejillas son la cereza.

si, antes de escribir esto estaba viendo un capítulo del chavo del ocho.

10:52 pm

blush ✧ gguktaeWhere stories live. Discover now