XXII

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Ojalá pudiera olvidarte,
así evitaría el agudo dolor de no tenerte.

Deseo olvidarte,
para calmar las aguas audaces
que en mi mente siembran semilla
y se expanden.

Sin embargo, el corazón va contra el flujo de corriente de la razón,
y lo racional pasa a otro plano existencial,
convirtiéndose en una infamia fugaz,
infamia que mis sentimientos
jamás de nuevo aceptarán.

El hilo se ensarta en una diminuta aguja,
que funciona sin otro objeto que no sea bordar,
bordar las piezas que faltaron
y las que pronto se hallarán.

Un rio pintado de colores,
derrama su pasión en las raíces secas de un alma en pena,
que paulatinamente llenará aquél vacío

Ése que la acompleja.

Con el vital líquido de la vida eterna, consagrándose al amor y siendo partícipe de que la paz existe.

Kished Nazz ©Where stories live. Discover now