Capítulo 4

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Regla número cuatro para el estudiante de primer año: "Nunca olvidar las advertencias de sus mayores".

–¿Dónde está la etiqueta con su nombre?

Para cualquiera, esta pregunta pareciera ser la más común, pero para un novato quien asistió a la sala de reuniones de la facultad de ingeniería sin la etiqueta con su nombre escrito, la frase pronunciada por el líder de las novatadas, parecía ser una sentencia de muerte. Arthit perforó al novato con una mirada severa, aparentando ser capaz de leer incluso sus pensamientos. Finalmente, el desafortunado estudiante tuvo coraje de responder:

–La olvidé...

Arthit suspiró con pesadez, como si estuviera cansado de repetir lo mismo todo el tiempo.

–¿Crees que les entregué esa etiqueta de identificación por diversión? ¿No comprendes su importancia? –Arthit preguntó, su mirada feroz no se suavizo–Gracias a esas etiquetas, sus compañeros de clase pueden conocer sus nombres sin necesidad de preguntárselos, o es que no quieres que sepan quién eres?

El novato sacudió la cabeza, negando desesperadamente. Tartamudeando respondió:

–No, eso no es así.

Por supuesto, esa respuesta no fue suficiente. Arthit se pensó sus palabras por un momento antes de decir:

–De acuerdo, si dejó su identificación en casa sin motivo alguno probablemente es porque piensa que sus amigos ya lo conocen lo suficiente como para no necesitar usar la etiqueta con su nombre, vamos a comprobarlo, ¿No lo cree?

Entonces se volvió a los alumnos del primer año, sentados en el suelo del salón de reunión.

–¡Levanten la cabeza y miren a su compañero! ¿Quién de ustedes sabe cuál es su nombre?

Ninguno de ellos se atrevió a abrir la boca, pero no porque no conocieran el nombre del novato, sino por el miedo que le tenían al líder de las novatadas. Después de todo, quien cometería el error de responder a su pregunta cuando seguramente les aguardaría un castigo severo. Claramente era una pregunta con trampa, equivalente a subir voluntariamente a la guillotina; por supuesto, nadie estaba dispuesto a ser el sacrificio.

–Entonces, ¿No saben el nombre de este estudiante?, ¿Nadie es amigo de suyo? –Arthit repitió con desaprobación.

El novato inclinó la cabeza con tristeza mientras se preparaba mentalmente para escuchar su sentencia. Arthit ya había abierto la boca para anunciar el castigo, pero una voz, pronunciada de repente, se lo impidió:

–Su nombre es Em.

Arthit fue obligado a dar la vuelta en busca del responsable.

–¿Quien dijo eso?

–¡He sido yo!

Uno de los estudiantes estiró el brazo y se levantó para ser regañado. Los ojos de Arthit se extendieron, el osado estudiante que se atrevió a darle una respuesta era nada menos que su viejo conocido, Kongpob.

"De nuevo imitando a un super héroe, tenía que ser el salvador de estudiantes de primer año, mi maldito dolor de cabeza" pensó Arthit.

–0062, Kongpob.

–¿Dices que conoces a este estudiante? – Arthit preguntó con voz desafiante.

–Sí–El tono confiado de Kongpob irritó al líder de las novatadas.

"Siempre con tanta seguridad, Muy bien, veamos que tan bien dices conocerlo" pensó Arthit.

–¡Dame tu tarjeta de identificación! – Él se dirigió al estudiante Em.

SOTUS- El malvado veterano y el estudiante de primer añoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora