Gonna Call Me [English / Español]

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La vida fue un cruel castigo para ella luego de perderlo. Nada fue lo mismo y ella recibió a la soledad como una vieja amiga. Cada noche, cuando la luna usaba el lago negro como espejo, ella cantaba...

♫♪ Alto en el cielo, mi alma vuela...

Nada puede ser sólo un sueño.

Déjame viajar a través del mar...

Todo lo que quiero es pecado.

Solamente en las sombras siento...

Nada puede ser sólo real.

Déjame viajar a través de la tierra...

Todo lo que quiero es vil.

Quiero verte aquí...

Pero nada es tan real para mí ♫♪

Era el invierno más largo que azotó el valle sin piedad. Sin embargo, su reino helado finalmente encontró su final; ahora era el turno de la vida para traer el balance, la paz y el amor al moribundo bosque y pequeñas criaturas.

La primavera más hermosa que nace con el primer rayo de sol, endulzo todo a su paso. El aire era tan dulce y lindo, entonces, ella dejó atrás el lago negro.

—Es mi turno de irme —dijo tomando una flor marchita—. Adiós... amigo mío.

Ella dejó el valle esa noche porque no había nada ahí para ella más que dolor. Antes de huir de sus fantasmas, ella le dio un beso a la flor marchita y la tiró al lago.

La pequeña inocente y solitaria chica jamás regresó a ese lugar. Sin embargo, ella creció y se convirtió en la más bella y sabia mujer del planeta, llena de vida, rica de amor.

—Mira mi mundo, lleno de estrellas... Mira mi vida, rica en vida... —Ella cantaba y bailaba con cada fin y comienzo de estación.

A pesar de su felicidad, en su corazón aún existía un vacío; algo le decía que era hora de regresar a casa. Habían pasado décadas desde la última vez que estuvo ahí.

«Quizás»

Pensó.

Se puso un vestido con los colores de las cuatro estaciones y regreso al viejo valle. Sonriendo, las pequeñas criaturas saltaban y corrían, era su forma de darle la bienvenida.

—Es lindo regresar —dijo felizmente.

Al entrar al bosque, se encontró un gigantesco árbol negro donde solía existir un lago; el suelo parecía hielo pero debajo, ella podía ver una gran variedad de peces.

Ella no recordaba ese árbol ni el lago.

—Cuánto tiempo yo... —Ella miró una vez más el árbol y una sombra la estaba observando fijamente.

—¿Perdiste algo? —La misteriosa figura en el árbol dijo fríamente.

—Lo siento, no sabía que alguien vivía aquí —Ella se disculpó.

—La Naturaleza jamás debe disculparse... —susurró suavemente en su oído y le sonrió.

Para continuar depende de ti...

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Y es aquí donde mi trabajo termina... Espero que les haya gustado.

Denis