CAPÍTULO 1- CAÍDA

287 15 2
                                    

Antes de despertar tocaba el suelo, aparte de tierra húmeda notaba tallos de flores, abrió un poco los ojos y miraba hacia arriba, como la luz entraba en el agujero en el que cayó, era una caída bastante dura, casi imposible de sobrevivir a ella, pero estaba viva.

Se sentó en el lugar mirando alrededor, ciertamente había flores, tan amarillas como si fueran de oro, seguro ellas la ayudaron a sobrevivir ante la gran caída. Se levantó y miró otra vez arriba, viendo como aquella dorada luz se apagaba poco a poco.

Se sacudió los pétalos de su pelo, le caía a los lados, a la altura de los hombros con un flequillo marrón que casi le llegaba a los ojos de color ambar, se sacudió también el jersey negro, con dos rayas blancas en medio de el, sus pantalones cortos negros y unas botas marrón oscuro que le llegaban más del tobillo y unos calcetines negros que sobresalían de ellas. Vio que en las manos tenía aquellas flores, se las sacudió otra vez pero no caían, parecían pegadas. Se asustó al ver esto e intentó sacárselas de su piel pero seguían allí, le dolía intentarlo. No tuvo mas remedio que lidiar con ellas.

 No tuvo mas remedio que lidiar con ellas

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Caminó por un pasillo que daba a un especie de portón, con columnas de piedra de color gris a los lados, estaban adornadas con enredaderas y un poco de musgo, apenas llegaba a la mitad. Traspasó la puerta y entró a una sala, totalmente a oscuras, excepto un pequeño centro lleno de hierba. La chica se acercó, apenas a un paso del centro salió de aquella espesa y verde hierba una pequeña flor de pétalos también amarillas, solo que estos pétalos estaban rotos y destrozados. La niña se quedó mirando aquella extraña flor.

- Howdy

Se sobresaltó

- Encantado- dijo la voz otra vez- Soy Flowey, Flowey la flor

De la flor de petalos rotos salieron ojos y boca, totalmente huecas. La niña retrocedió asustada

- Veo que has caído desde muy alto- dijo la flor- no te asustes, soy un amigo

La niña pareció calmarse y adelantó los pasos que había retrocedido.

- Me pregunto ¿qué hace una humana en el subsuelo? Este sitio es muy peligroso- dijo apenas gritando mientras que su voz temblaba- debes irte...

La chica afirmó con la cabeza y sin decir palabra preguntó; ¿Cómo se sale de aquí?

- Te enseñaría el camino amiga, pero no puedo moverme.

La pequeña levantó el dedo como diciendo "tengo una idea", cogió a Flowey y la enredó en su brazo izquierdo hasta llegar al hombro. Flowey la miraba mientras que ella sonreía.

- Sigo diciendo que este lugar es peligroso.

La pequeña niña lo seguía mirando, su sonrisa pareció como hacer que Flowey se tranquilizara.

- Te guiaré hasta llegar a la salida del subsuelo...

No dijo nada más y se pusieron en marcha.

Pasaron por otra puerta igual que la anterior, pero esta era de un color morado, de ella salió como una especie de cabra, su piel era blanca o mas bien su pelaje era blanco, con unos pequeños cuernos que sobresalían de su cabeza, llevaba puesto un vestido negro con bordados rojos y como un especie de dibujo en el centro de su túnica también rojo, sus mangas eran de color blancas y le llegaban hasta las muñecas.

Pasaron por otra puerta igual que la anterior, pero esta era de un color morado, de ella salió como una especie de cabra, su piel era blanca o mas bien su pelaje era blanco, con unos pequeños cuernos que sobresalían de su cabeza, llevaba puesto un...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

- ¿Qué hace una niña tan pequeña en el subsuelo?- dijo acercándose a la pequeña lentamente

- Ten cuidado niña, este mundo está lleno de monstruos sanguinarios- Susurró Flowey en su oído

- ¿Decías algo?- dijo la cabra con una sonrisa horrible en su peluda cara. Cogió a la pequeña niña de la mano- ven conmigo pequeña, este lugar no es seguro, soy Toriel, la cuidadoras de las ruinas. Vengo aquí todos los días por si un nuevo humano cae

La niña miró a la cabra que se hacía llamar Toriel, pareció darle confianza y cogió también su mano

- Vamos, te llevaré a casa- dijo Toriel y marchó con ella de la mano

Pasaron unos pocos minutos cuando llegaron a su casa, por el camino debían resolver cantidad de trampas, o como Toriel los decía, puzles.

- Podrás alojarte cuando quieras, tu nuevo dormitorio, es el del final del pasillo- señaló Toriel al pasillo mientras se marchaba a la otra dirección donde se veía que era el comedor y la cocina

La morena caminó hasta la habitación que le había dicho la cabra, en el pasillo se encontraban cuadros de las flores doradas, espejos y en el final un pequeño cuadro roto, la pequeña curiosa se acerco a el y lo miró detenidamente, consiguió ver como un especie de jersey rojo y negro como la túnica de Toriel, y lo demás que quedaba estaba roto del marco, su cristal estaba también partido por la mitad.

Llegó a la puerta de la habitación, era de madera, con un color oscuro. Entró y allí se encontraba enfrente de ella una cama adornada de sabanas rojas y cojines negros, al lado derecho de la pequeña cama había un armario del mismo color que la puerta y encima de el una caja que parecía contener unos pocos juguetes.

- Hey pequeña- añadió Flowey de repente que casi asusta a la niña- debemos irnos, este lugar es peligroso y mas Toriel, recuerda q dijo que este lugar está lleno de monstruos sanguinarios- dijo temblando- ella es una de ellas

La chica pareció no importarle mucho, se dirigió a la cama que tenía, dejó a Flowey en la mesilla que tenia al lado izquierdo y se durmió mientras que la Flowey estaba despierto, advirtiéndole que no se durmiera, no le hizo caso.

Pasaron horas desde que llegaron a la casa, la niña que por fin se había despertado se sentó en la cama, Flowey estaba como enfadado con ella por no haberle hecho caso. Ella sonrió y vio que al lado de su cama había un pedazo de pastel, no se lo pensó dos veces y lo cogió.

- ¡NIÑA NO!- advirtió Flowey, pero ya era tarde, la inocente niña morena se comió un trozo de ese pastel- ESTÁ ENVENENADO

La pequeña miró a Flowey y sintió como si su estómago le diera como patadas, cayó al suelo mientras que Flowey la miraba, parecía decir algo pero no le escuchaba. Poco a poco sus ojos se cerraban y vio la silueta de Toriel enfrente suya, sonriendo malévolamente como ella perdía el conocimiento, todo se volvió oscuro.

FlowerfellWhere stories live. Discover now