El Despertar de XANA [Código Lyoko] Segunda Temp. William y Tú

Capítulo 1

— ¿Has visto eso?—preguntó Aelita a su compañera de mesa, cuando vio un pequeño destello salir de la computadora del profesor.

— ¿Otra vez con tus paranoias? Deja tus alucinaciones y presta atención, joder.—respondió la chica. Aelita asintió con la cabeza.

Pasaron unos minutos, y el profesor dio por finalizada la clase. Aelita salió del aula, junto a su compañera.

— Ahora regreso, voy al baño un momento.—entró a los servicios, y al terminar de enjuagar sus manos, vio de nuevo una especie de destello salir del aire acondicionado. Secó sus manos, y agarró su teléfono de su bolsillo, nerviosa.

Aelita

Jeremie, estoy notando cosas raras en la universidad. 

¿XANA sigue vivo? ¿Apagamos el superordenador por completo, cierto? 

Jeremie

Aelita, tranquilízate. 

Habrás dormido poco, ¿sí? Destruimos a ese monstruo, no puede estar vivo.

Es la costumbre de cuando luchábamos. Veíamos cosas raras a todas horas.

Aelita

Ya... Seguro será eso.

Jeremie

Luego nos vemos, ¿de acuerdo?

Te quiero.

Aelita

Yo también a ti. Sí, luego nos vemos.

Apaga su teléfono y lo guarda. Sale de los baños, y se encuentra de nuevo con su amiga. Jeanne, era una de las compañeras de Aelita desde que estaban en la Academia Kadic. Ella empezó estudiando letras, pero al final se fue a la rama de números y ciencias; como Aelita.

— ¿Estás bien? Te veo la cara pálida, Aelita.—dijo la chica cuando la de cabellos rosados salió del baño. Notó su cara preocupada. Bien, tenía una extraña sensación. Temía que XANA siguiera con vida. Pero, como dijo ella, apagaron el superordenador, ¿no?

— ¿Qué? Sí, sí. He quedado con Jeremie ahora, ¿vienes? 

— Sí, y ya de paso sujeto una vela.— rió—. Diviértete con él, ahora que puedes. Esta semana está llena de exámenes.

— Cierto... Por suerte para nosotras eso está chupado.—el tono de llamada de Aelita empezó a sonar. Jeremie le había llamado para decirle que ya estaba en el parque de al lado—. Ya tengo que irme. Más tarde hablamos, ¿sí?

— Claro, hasta mañana, Aelita.—se despidió, viendo como su amiga se alejaba. 

En pocos minutos llegó donde se encontraba Jeremie. Le dedicó una sonrisa al verle, y le dio un pequeño beso en la mejilla.

— Oye, Jeremie, recuerdas... ¿Recuerdas dónde estaba la fábrica?—dijo de repente la chica. 

— ¿Sigues pensando en XANA, verdad?—tomó de la mano a su novia, mientras empezaban a caminar.

— Sí... ¿Crees que es estúpido, no? Me tomarás por loca, pero he estado viendo cosas raras, como destellos de electricidad, desde hace más de dos semanas. Quiero saber si es que alguien ha encendido el superordenador accidentalmente, o... No sé, cualquier cosa.