Después de ser desterrado a Midgard por los eventos ocurridos en «Avengers», Loki tendrá que aprender a convivir con los mortales.
La perspectiva del Dios del Engaño será cambiada completamente haciéndolo dudar respecto a todo lo que a vivido y lo...
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CAPÍTULO XII: SUPERHÉROES
—Loki Laufeyson—
Me senté a los pies de la cama contemplando un punto inexacto. No comprendía que me había sucedido hace unos momentos atrás pero me era imposible no desear más.
No podía controlarme cuando estaba cerca de Mia.
Tome mi cabeza entre las manos y suspiré frustrado, no entendía lo que había ocurrido, no encontraba manera lógica de explicar lo que me sucedía.
Perdía el control cuando estaba con ella.
No podía creer esto me estaba pasando, lo que estaba sintiendo. Desde que había llegado, aquella mortal llamo mi atención. Su sencilla forma de vivir, la manera en que me respondía y su inconcebible belleza había prendido algo dentro de mi que pensé, estaba muerto.
Recordé Asgard. Esos años en que me convertí en un adolescente introvertido, cada más alejado del prototipo de imagen que mostraba Thor y sus constantes cliché de Dios prodigio.
Había asistido a un par de sus fiestas a la fuerza. En algunas ocasiones había logrado escapar gracias a la magia, pero en otras sencillamente me convencían de perderme bajo el efecto del alcohol.
La cual «una en especifico» provocó que me diera cuenta de la clase de persona en que se estaba transformado Thor.
Una vez había terminado embriagado «sin siquiera tomar más de dos vasos, estaba seguro que Thor había colocado algo en mi bebida» y mi querido hermano me había ido a dejar a mis aposentos. A los pocos segundos después llegó una mujer Asgardiana demasiado seductora. Rubia, baja y delgada. Con bastantes atributos. Se acercó y comenzó a besarme sin motivo alguno. No sé si fue por el alcohol, la droga o yo, pero deje que lo hiciera, que me desnudara y quedáramos a nada de pasar a otra cosa.
Pero aquel momento fue interrumpido por risas a las afuera del cuarto.
Me incorporé de inmediato, tal vez el efecto del alcohol había pasado o yo había reaccionado, pero deje de tambalearme y me vestí para aproximarme a la puerta. Al abrirla encontré a Thor junto a uno de sus amigos de esa época, riéndose a más no poder.
Ahí entendí todo, habían realizado este «teatro» para hacerme caer en una de las tantas trampas de Thor.
—Eres un estúpido. — regañe al Dios del trueno, quién seguía riéndose.
—Hermano, te faltaba estar con una mujer. Vamos. ¡Te hice un favor!
Luego de eso había echado a esa mujer de mi habitación para encerrarme por varios días. Madre me había visitado pero no fui capaz de contarle lo sucedido. Me sentía un completo cretino en caer en tal artimaña de Thor.
Me daba vergüenza.
Ahí juré jamás necesitar a alguien. Thor podría ir acostándose con quién quisiera, pero yo no tenía necesidad de eso.
