-Voy -se paro de la cama bufando cuando estuvo lo suficientemente lejos de Taehyung como para que no lo pudiera escuchar, cosa que de todas formas paso, pero que el híbrido ignoro. Jungkook estaba enfadado, y puede que algo celoso, porque desde que llegaron de su salida su novio le había prestado más atención a los animales que a él mismo.
Con pesadez se acerco al mueble y saco dos bolsas de los malvaviscos favoritos del menor, una vez que los tuvo en sus manos se dirigió nuevamente a la habitación arrastrando los pies. No obstante lo siguiente que escucho le hizo sonreír inconscientemente.
-Te llamaras YeonTan, ¿esta bien? Como papá furioso y yo -habló emocionado el híbrido acariciando la pancita de Yeontan, mientras Kookie intentaba llamar la atención de Taehyung poniéndose sobre la cabeza del perrito, provocando que este estornudara repentinamente.
-Es un hermoso nombre, mi amor -dijo Jungkook sentándose en la cama, mientras besaba la frente del peligris.
-¿En serio?
-Si, pero en realidad pensé que le llamarías Malvaviscos -soltó una carcajada recibiendo un golpe suave en el hombro de parte de un sonrojado Taehyung.
-¿Por que lo dices, Kookie?
-Es obvio, amas los malvaviscos -bufo recibiendo a gusto el cuerpo menudo de Taehyung cuando este se acostó sobre él.
-Pero yo te amo más a ti, por eso le puse Kookie a mi conejo -murmuro tocando la punta de su nariz con su dedo, ocasionando que Jungkook mordiera suavemente su dedo ganándose una queja del híbrido.
-Le habías puesto así porque se veía como yo -respondió apuntando al menor con su dedo acusatoriamente.
-No, te equivocas, Kookie -murmuro besando todo el rostro de Jungkook suavemente-. Tú fuiste lo primero que ame y amare, siempre. Ni los malvaviscos cambiaran eso. ¿Lo entiendes ahora?
-L-lo entiendo -respondió sintiendo sus ojos arder.
-No llores, si lloras yo también lo haré - susurro besando sus labios castamente-. y leí que si estoy triste nuestro porotito lo sentirá y yo no quiero que este triste.
-Esta bien, no quiero que él este triste -dijo sonriendo aun con los ojos nublados de lagrimas.
-¿Él? pero si no sabemos que es -murmuro acurrucándose en su pecho, mientras escuchaba de fondo los ladridos del pequeño Yeontan.
-Algo me dice que es un él.
-Si tu lo dices -suspiro oliendo el perfume que aun permanecía en la piel de Jungkook, quien beso su cabello, haciendo que sus orejitas se movieran a un lado por las cosquillas y su colita se enredara entre las piernas del pelinegro-. Te amo. Lo digo de nuevo por si se te olvida.
-¿Me lo dices siempre?
-Te lo diré siempre, kookie -susurro mirando fijamente los ojos de Jungkook, los cuales dejaban caer lagrimas cristalinas que rodaban por sus mejillas-. Te amo.
-Te amo, mi pequeño hibrido.
Fin...
Por ahora.
...
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AHHHHH, en serio en serio estoy llorando. No puedo creer que con este capitulo termino mi libro (falta el pequeño epilogo)
Estoy triste y feliz al mismo tiempo. Uno, porque de verdad tuve mucho apoyo en esta historia, muchas veces me desahogue escribiéndola, y dos porque sin ustedes esto no podría hacerse realidad. Sé que no soy buena escribiendo (esta mini nota y en general), pero gracias a ustedes termine MY LITTLE HYBRID, debido a que siempre cuando empezaba un libro lo eliminaba a los días, pero sus votos, comentarios y el amor que le dieron, me hicieron querer hacerlo mejor. Por ustedes.
No tengo palabras de verdad, pero bueno, haré (tal vez) un capitulo escribiendo más sobre esto y aclarando dudas que tuvieron algunxs.
