Capítulo 22.

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El desayuno del día siguiente estuvo plagado de no más que de críticas, rumores y desprecio hacia Ámber. Jean le comentó a la directora lo que había hecho, y Connor no hizo más que avivar el fuego contando a todos los estudiantes su verdadera naturaleza. Ámber fue expulsada de la academia, y le dieron hasta ésta tarde para empacar sus cosas e irse.

¿Mi opinión? Se lo tiene merecido. No soy capaz de sentir lástima por ella después de lo que pasó. Sino hubiese sido porque Jean intervino, quién sabe que habría pasado conmigo. y gracias a ello, el que salió lastimado fue él.

No tenía idea de lo locas y psicópatas que pueden volverse algunas personas sólo por intentar llamar la atención de alguien. es realmente penoso...

—Y yo que quería ser su amiga...parecía agradable.

—Era agradable con quién quería serlo, Sophia. no con todos...

Dos chicas murmuran y hablan entre ellas justo a mi lado. es increíble que estén hablando de la misma Ámber. parece que había logrado engañar a algunos tras la fachada de "niña perfecta".

Ámber baja por las escaleras, y es como si nadie la notara. nadie la mira, nadie le habla. tal como si no estuviese allí, a excepción de Connor, pero no a su favor.

—La directora es tu madre...Tal vez si hablas con ella...-Connor la interrumpe, en seco, y le contesta con mirada frívola.

—Siempre supe que estabas loca. pero no te creía capaz de algo así...jamás le pediría a mi madre que te quedases. no eres apta ni merecedora para Widenbourg. me compadezco de tu reino al tener a una princesa como tú.

Literalmente veo a Ámber desintegrarse ante esas palabras. escuchar todo eso justamente de Connor...debe devastarla. pero él ni se inmuta. Reconozco...que verla con esa expresión en su rostro me hizo sentir algo de lástima.

Me acerco.

—Connor, ya tuvo suficiente. -Ámber me mira, confundida, como si no entendiera el porqué de mis palabras. su rostro se quiebra y se aleja, llorando.

Me quedo frente a Connor.

—¿Porqué? -Pregunta, exasperado.

—Ella está loca por ti. y esas palabras, viniendo de la persona que amas duelen.

—Si, que está totalmente <<LOCA>> ya me había quedado claro...-Contesta, con sarcasmo.-Si no fuese por Jean...algo peor habría ocurrido. 

—Aún así...con la expulsión y las miradas frías de todos ya tuvo suficiente. no necesita más dolor. -Desliza su mano por mi rostro, y toma un mechón de mi cabello.

—Eres demasiado gentil...y eso no siempre es bueno. debes pensar más en ti misma...

Le sonrío. al callar por algunos segundos, cambia abruptamente de tema.

—¿Sabes? Mi madre está preparando una clase que creo que te va a gustar. es más de tu estilo...

¿"Más de mi estilo"? Me pregunto de qué tratará...

Como una absurda coincidencia, la directora habla por los altavoces.

—"Estimados alumnos, por favor diríjanse al campo de equitación detrás de la academia. no se preocupen por la vestimenta, justo al llegar los encargados les darán la indumentaria necesaria y junto a ello los esperan los vestidores para cambiarse.  De corazón, espero que ésta nueva asignatura les sea de agrado y beneficio a cada uno de ustedes. Gracias".

Me volteo hacia Connor, emocionada.

—¿¡Equitación!? ¡Eso es maravilloso! Nunca he montado a caballo, pero debe de ser lo máximo...

—Sabía que te gustaría. ¿Vamos?

—¡Claro! -Connor me ofrece su mano. la tomo, y camino junto a él.

—Muy bien chicos, éste es el uniforme. por ahí están los vestidores para que puedan cambiarse.

Escucho quejas por todos lados acerca de la vestimenta. en cuanto a mi, no podría estar más feliz, es justo el tipo de ropa que me agrada usar.

Connor camina hacia mi, tomando por la rienda a un hermoso caballo blanco.

—Mira, escogí éste para ti. creí que te gustaría...y además se parecen un poco.

Acaricio al caballo suavemente, para no asustarlo. Connor sube a él, y luego me ayuda a subir a mi también. inesperadamente, el caballo se mostró dócil y en ningún momento intentó tirarnos. es sorprendente como se le da de bien a Connor cada cosa que hace...

Connor baja del caballo, dejándome sólo a mi sobre él.

—¿¡Qué haces!? -Digo, desesperada.

—Tranquila, Taylor. mientras te sostengas de la rienda y no hagas ningún movimiento brusco, estarás bien. tengo que ir a explicarles a los demás también...

Es cierto que Connor me dijo que también da las clases de equitación, pero no me quiero quedar sola sobre el caballo...¿Y si me tira? ¿Si hago algo que no le agrada y me caigo...?

Con nerviosismo, me quedo lo más quieta posible para no molestar al animal. Cuando Connor se acerca a Meri para explicarle, Jean baja del caballo para cederle su puesto a él y viene hacia mi.

—¿Qué estás haciendo? Las clases de equitación incluyen movimiento, ¿Sabes? Por poco te confundo con una estatua.-Dice, riendo. claro, para él es fácil decirlo, ya que sabe como hacerlo caminar...

Miro a Jean, suplicante por ayuda.

—Qué voy a hacer contigo...está bien, deja que te enseñe cómo.

Jean sube, y el caballo se mueve ligeramente. 

—Mira, para darle la orden de caminar, debes mover las riendas de éste modo.

El caballo comienza a moverse a una velocidad moderada, y el miedo me hace aferrarme a su espalda.

—Estás bien. el caballo no se sentirá amenazado siempre y cuando seas cuidadosa con tus movimientos...

El caballo sigue su curso, sin detenerse. pese a que ya bajó su velocidad, no suelto a Jean. estar de éste modo, y sentir el perfume que emana de él...me hace sentir segura.

La Academia Widenbourg.Where stories live. Discover now